Luis Pérez Calvo dibuja nuestra vida reciente
La Gran cierra la temporada, en su nuevo espacio en Madrid, con una pequeña exposición formada por los libros y cuadernos que el artista Luis Pérez Calvo ha dibujado en los últimos meses y que se completan con otros de años pasados que el público puede ver por primera vez.
Intencionadamente dados los desafíos de lo que llaman nueva normalidad, la galería plantea un proyecto en el que es necesario tomar las obras con las manos (con guantes, aunque ya era así antes) y pasar sus páginas para poder conocer su contenido por completo: los cuadernos solo pueden verse tacto mediante y bajo sus tapas hay dibujos y collages que existen o se activan únicamente utilizando las manos, con una cadencia siempre más lenta que la de las pantallas.
En los trabajos de Pérez Calvo encontraremos historias mínimas que albergan, a menudo, una invitación a aferrarnos a los pequeños detalles de la vida que teníamos antes del confinamiento –o soñábamos tener – para intentar reconstruirla después. Se trata de pequeñas crónicas, a menudo denostadas en favor de los grandes relatos, pero que muestran, en la suma de todas sus páginas, cómo el arte es siempre una necesidad, no solo para los creadores, y una inquebrantable fe en su capacidad para transformar nuestra mirada e incluso para aportar esperanza.
El autor madrileño tuvo que abandonar otros proyectos de mayor formato para volcarse casi compulsivamente en los cuadernos de pequeño formato que encontró a mano. Los pensamientos que podemos leer en ellos transitan entre lo apocalíptico –lo vemos en esas ciudades abandonadas en medio de paisajes desolados llenos de agujeros por donde salen “bichos”–; la desesperanza, a causa de los fallecimientos de artistas admirados o de las noticias pésimas de las primeras semanas de encierro; la necesidad de refugiarse en la anécdota y poner algo de humor para huir del pesimismo o el lento regreso a los temas de siempre, como las relaciones entre la música popular y la alta cultura. Por eso las tres historias principales que muestran estos cuadernos llevan por título “Apocalipsis”, “Cronicavirus” (compuesta por viñetas que el artista ha compartido en redes sociales) y “Discoteca Esencial Post Covid”.
Contemplaremos, en suma, metáforas de la vida misma: cada dibujo constituye un borrador que no se podrá pasar a limpio porque nació en un momento concreto e irrepetible y narra lo que sucedió en unos días terribles como única vía para superar los traumas. Nos propone La Gran, en suma, pasar página en la medida de lo posible pasando páginas. La exhibición puede visitarse hasta el 17 de julio.
