Fichados

Olalla Gómez Jiménez

Olalla GómezNOMBRE: Olalla

APELLIDOS: Gómez Jiménez

LUGAR DE NACIMIENTO: Madrid

FECHA DE NACIMIENTO: 1982

PROFESIÓN: Artista

 

 

El entorno cotidiano es la fuente de inspiración de Olalla Gómez, pero su objetivo no es representarlo tal cual sino ofrecer su respuesta personal a él: al consumismo, que tiene mucho que ver con nuestra facilidad creciente para olvidar, a los residuos que generamos constantemente o a las convenciones que condicionan nuestras maneras de pensar. Las cosas son como son, pero podemos examinarlas, contemplarlas de otra forma y cuestionar por qué son así; en eso consisten los procesos de trabajo de esta artista madrileña y por eso la fichamos.

Olalla Gómez. La marea, 2015
Olalla Gómez. La marea, 2015

Más allá de desarrollarse desde la infancia, su vocación artística fue un camino paulatino: el de asumir que la creación plástica era la vía adecuada para expresar  lo que de otro modo quedaba incompleto: Sería muy fácil decir que me gustaba dibujar de pequeña, que me decanté por el bachillerato artístico o que hice bellas artes.  Pero todo en mi vida ha sido el proceso de darme cuenta de que asimilaba las ideas de manera distinta,  que necesitaba dar salida a todo lo que me afectaba y de que donde no llego hablando hay una forma otra.

Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, Olalla cursó también el Máster en Arte, Creación e Investigación de esa misma Universidad, ha participado en talleres impartidos por Valcárcel Medina, Muntadas, Manuel Segade o Luis Jacob y el año pasado presentó en Madrid su primera muestra individual, “La gota consume la piedra”, que Nerea Ubieto comisarió en la Galería Astarté.

Cuatro años antes había participado en su primera colectiva, de la mano de Intransit, a la que han seguido muchas más, sobre todo en galerías madrileñas pero también en el TEA tinerfeño, la Sala Juana Francés de Zaragoza o en el Centro Vila de Flor de Guimaraes, este mismo año. En su amplio currículum también figuran su reciente Beca EAN, su Primer Premio en la Muestra de Arte joven de La Rioja en 2014, el de los XIII Encuentros de Arte Contemporáneo del MUA alicantino en 2013 o su Beca Propuestas VEGAP en 2012.

Volvemos al presente, que es lo que más interesa a Olalla: El motor de mi trabajo es el día a día. Tengo un compromiso firme con el momento presente y un posicionamiento crítico desde el que abordar cuestiones sociales y políticas a partir de una dimensión muy humana.

Olalla Gómez. El estado de las cosas, 2015
Olalla Gómez. El estado de las cosas, 2015

Como avanzábamos antes, en sus obras plantea la creadora madrileña cómo personas y objetos que forman parte de nuestra vida dejan de tener presencia en ella “víctimas” de un proceso de obsolescencia que no parece tener barreras, del reinado del aquí y ahora que parece situar todo lo que nos rodea en un estado de “insoportable levedad”: Mi trabajo cuestiona las estructuras básicas de la cultura contemporánea y reflexiona acerca de medios de coerción, manipulación, consumo, la sociedad y el pensamiento mismo. Las piezas funcionan como herramientas para explorar temas sociales, poéticos y políticos. Desplazo, cuestiono, subvierto, interpelo generando mensajes disidentes sobre las ideologías que nos rodean en este tardocapitalismo que nos ha tocado vivir. Me interesa desnaturalizar todo lo aprendido. 

Para mí todos los temas están imbricados, no hay compartimentos estancos y quizá por ello la única constante en mi trabajo sea el cambio.

Para ello se apropia Olalla de segmentos de la realidad, buscando interferir en ella o recontextualizarla utilizando materiales cotidianos e imágenes de los medios de comunicación. Los altera y ofrece de ellos sus propias lecturas en procesos en los que permanece abierta a encontrar referencias en cualquier situación. Preguntada por sus influencias, la artista huye de encasillamientos: Me pone nerviosa todo aquello que pueda etiquetarme, porque acaba refiriéndose al estilo y eso suele ser, como diría Cildo Meireles, bueno para el mercado pero no para los artistas. No hago distinciones, me puede influir de igual forma un libro de filosofía que el chascarrillo de dos personas en un autobús. Lo importante, y aquí cito a Valcárcel Medina, es llevar la antena siempre conectada.

Aunque se materialicen en intervenciones, instalaciones, fotografías y acciones que suelen componer proyectos en su conjunto, el principal material de trabajo de Olalla son las ideas. Y hay algo de platónico en su explicación: Trabajo con las ideas, me gusta pensar que están ahí flotando, que son comunes a un momento contemporáneo, a un contexto o experiencia. Por eso entiendo mi labor más como un descubrir que como un crear, la formalización o técnica viene después. Primero está el qué o el hacia dónde y luego el cómo. La resolución formal de las piezas, ya sean instalaciones, esculturas, objetos, intervenciones, performances… suele ser directa, por completo concentrada en sintetizar una idea por vía de crear una imagen abierta, escueta y contundente, que comunique desde el primer momento, pero rica en capas, significados diversos y posibles.

De ahí que los espectadores tengamos mucho que decir ante los hallazgos de Olalla; nos apelan y suscitan opiniones porque su temática nunca nos es ajena: Hasta ahora siempre he partido de situaciones concretas que en su mayoría acaban reflexionando y amplificándose a ideas globales. En muchas ocasiones buscando deliberadamente el diálogo directo con el público, activar la obra o incidir en la realidad.

Olalla Gómez. Ir de etiqueta, 2016
Olalla Gómez. Ir de etiqueta, 2016
Olalla Gómez. Ir de etiqueta, 2016
Olalla Gómez. Ir de etiqueta, 2016

En su proyecto más reciente, la acción Ir de etiqueta, incidía en la carga simbólica de las palabras y proponía a las mujeres apropiarse de un lenguaje que puede implicar, por su poder, sexismo, comprobando que es posible subvertir las etiquetas culturales construidas: Visibilizo de manera literal cómo las palabras son portadoras de ideología e instrumentos de poder, elementos cargados de significado, en este caso a partir del lenguaje sexista. La acción denuncia un lenguaje dominante condensando una serie de expresiones que reúnen autoridad y liberación, proponiendo el conflicto y varias posibles respuestas. Si el lenguaje se ve influenciado por la ideología, esta propuesta deseaba que sus participantes se conviertan en dueñas de dicho lenguaje, que sean las mujeres las que decidan qué hacer con ese vocabulario sexista que escuchan diariamente. La palabra en este caso, enuncia, revela, muestra las diferencias, los conflictos y provoca una distancia y una reactivación. 

La acción consistió en colocar a un hombre trajeado (dominador) a la entrada de la exposición durante la inauguración, dedicándose a poner pegatinas con una pistola de etiquetar, con insultos únicamente a las mujeres que entraban. También se ofrecía un breve diccionario con todos los términos que aparecían en la etiquetas, pero subvertidos. Al llegar casi al final de la exposición se instaló un dispositivo con tres palabras: subvertir, eliminar y reproducir. Todas aquellas mujeres que permanecieron con la etiqueta pudieron retirársela y adherirla al concepto que ellas quisieron.  Si el lenguaje no nos pertenece, si no nos sentimos representadas, la ironía de esta obra permite visibilizar literalmente una problemática y llevar al absurdo un cierto lenguaje del poder mediante la repetición sistemática de las palabras.

Ir de etiqueta ha podido verse en el TEA y la Sala Juana Francés y la antecedieron Damnatio Memoriae o A pie de calle. En el primer proyecto dejó testimonio escrito en monedas de demandas del 15-M, cuestionando si el paso del tiempo puede acabar con el espíritu de ciertas ideas y subrayando la solemnidad que conceden, con justicia o no, ciertos soportes: Partí de la locución latina “condena al olvido”  como gesto iconoclasta que me interesaba reactualizar, condenando en el momento actual a un sistema económico depredador por medio del borrado de imágenes en las monedas de uno y dos euros. El proyecto nació a partir del 15M, allí las personas ocupaban plazas, exigían cambios, responsabilidades políticas, se organizaban, compartían… y decidí tomar las peticiones que manifestaban en sus pancartas y grabarlas en esas monedas que había borrado. Luego me dediqué a ponerlas en circulación nuevamente en diversos sitios, bancos, máquinas expendedoras, grandes almacenes… 

Olalla Gómez. Damnantio Memoriae
Olalla Gómez. Damnantio Memoriae

En el segundo proyecto, presentado en Guimaraes, el pavimento y las malas hierbas, en aparente lucha en los espacios públicos, servían a Olalla para entablar correspondencia entre ellos y las nociones de transformación y reproducción de nuestras estructuras sociales, reflexionando en el proceso sobre los orígenes y las implicaciones de los cambios que las transforman: Existe una tensión entre esos marcos normativos, cuadriculados, grises y homogéneos del adoquinado y la ruptura violenta y orgánica de unas grietas donde están depositadas semillas de “malas hierbas”, un elemento vivo y latente que sólo espera a ser activado por los visitantes, para brotar, recordar, resistir y cohabitar el espacio. 

Olalla Gómez. A pie de calle, 2016
Olalla Gómez. A pie de calle, 2016

Teniendo en cuenta que la calle es el lugar donde es posible leer las resonancias de las tensiones y fracturas que ha sufrido una sociedad a lo largo de su historia, me interesaba pensar un concepto que J. Butler recupera críticamente de Hannah Arendt en La condición humana. Butler destaca la conflictiva idea de Arendt según la cual la acción política requiere la existencia previa de un ‘espacio de aparición’ un receptáculo, un lugar al que nacer pero, al mismo tiempo, crea su propio espacio al aparecer en el seno de espacios preexistentes.

En A.Saltar hablaba de movilidades, inmovilidades y barreras interiorizadas conectando lo físico y lo emocional; en Por mis huevos, de la mujer como “ponedora” y de la libertad de elección y en Economía aplicada planteaba que rara vez tenemos una sola opción aludiendo a las leyes físicas: son lo que son pero la forma de aplicarlas puede variar. Para Olalla, lo mismo ocurre con los mecanismos de la economía o la ciencia.

La hemos preguntado en qué trabaja actualmente: Acabo de regresar de una breve pero intensa beca en Argentina junto a artistas muy interesantes que gestiona Rafael Doctor junto con la Cidade da cultura de Galicia; y ahora mismo estoy centrada en un proyecto de largo recorrido donde de alguna manera se entrelazan ideas trabajadas en anteriores piezas, sobre todo la idea de pensar desde lo común diluyendo el nosotros frente al ellos, a partir de una visión del territorio muy particular, y  la idea de cambio social entendido no desde la ideología sino a partir de los cuerpos y afectos.

Podéis saber más de ella en su web: www.olallagomez.com

 

 

Guardar

Guardar

Comentarios