Nos ven: el Museo Reina Sofía presenta el primer capítulo de una relectura integral de sus colecciones

La mayor parte de las piezas integradas en la nueva presentación serán inéditas para el público

Madrid,

Coincidiendo con el trigésimo aniversario de su apertura al público, y tras diversas reordenaciones parciales, el Museo Reina Sofía ha presentado hoy el primer episodio de la revisión, integral y en ciernes, de sus colecciones, incluyendo las correspondientes al arte más reciente: el desarrollado en las últimas cuatro décadas.

Esa relectura al completo de sus fondos culminará el próximo noviembre y es fruto de años de investigación por parte de todos los departamentos del centro, pues ha supuesto la incorporación a su discurso expositivo de obras llegadas en los últimos años al MNCARS a través de donaciones, depósitos y compras. La nueva narración estará compuesta, en concreto, por cerca de dos mil trabajos, que se agruparán en seis espacios distintos que sumarán unos 12.000 metros cuadrados (tanto en el edificio Sabatini como en el proyectado por Nouvel) y se nos presentará capítulo a capítulo, de modo que cada uno de ellos complete al anterior o explique parte de su sentido.

Para el público habitual del Reina Sofía, las novedades no tendrán que ver únicamente con la ordenación de las obras que ya conoce, porque la mayoría de las que, a partir de este año, integrarán este recorrido de su colección no se habían mostrado hasta ahora (un 70% aproximadamente). Además, se acentuará la inmersión de la arquitectura en el discurso expositivo de forma transversal y los trabajos no se ordenarán cronológicamente, sino en bloques temáticos. También crecerá la diversidad de técnicas y soportes, sobre todo en el bloque correspondiente a la creación desde los ochenta: podremos ver instalaciones, pintura, escultura, fotografía, cine, piezas sonoras, libros o documentos que sugerirán relatos entrecruzados y no lineales.

Obras de Charles y Ray Eames y óleo de Joan Miró en la sala 114. Museo Reina Sofía
Obras de Charles y Ray Eames y óleo de Joan Miró en la sala 114. Museo Reina Sofía

El episodio que hoy el Museo ha presentado a los medios lleva por título Nos ven: de la modernidad al desarrollismo, se sitúa en la cuarta planta del edificio Sabatini y contiene varios puntos fuertes de los fondos del MNCARS. Se inicia desplegando una visión del arte y la cultura estadounidense posterior a la II Guerra Mundial y del célebre American Way of Life y subrayando la relevancia de los diseños del matrimonio Eames en la esfera de los espacios domésticos; también recordando que aquel país apoyó entonces la organización de diversas y relevantes exposiciones internacionales (con implícito componente ideológico) durante la Guerra Fría. Una de ellas fue la Exposición Nacional Estadounidense, celebrada en Moscú en 1959, que promocionó el estilo de vida americano, en contraposición con el soviético, exhibiendo automóviles, televisores, aspiradoras o electrodomésticos -algunos de ellos los presenta el Reina Sofía-. En ese periodo eclosionó igualmente el expresionismo abstracto y en estas salas tienen cabida algunos de sus principales representantes, como Gottlieb, Motherwell o Morris Louis.

En Europa entonces muchos autores continuaban apegados a las últimas corrientes surrealistas, abriéndolas hacia la crítica al capitalismo: se exponen el proyecto El Anticoncepto (1951), de Gil J Wolman, a medio camino entre el cine y la instalación, lo sonoro y la poesía; Opera, obra de Öyvind Fahlström que también aúna la poesía visual y la herencia surrealista y la instalación de Richard Hamilton Man, Machine and Motion, que, desde un enfoque cómico, subraya la artificialidad del espacio expositivo en contraposición con su pretendida neutralidad. No creía el artista pop en los vínculos entre forma y función.

Justamente ganan protagonismo en el nuevo montaje de los fondos del Reina Sofía la historiografía de las exposiciones y la percepción de los artistas de su propia actividad en cada contexto histórico. Se evoca, entre otros hitos, el congreso mundial de artistas libres de 1956, que reunió en la localidad italiana de Alba a Pinot-Gallizio, Asger Jorn o Constant para explorar caminos creativos distantes de los marcados por la sociedad de consumo.

Obras de Constant, Gallizio y Asger Jorn en la Sala 417. Museo Reina Sofía
Obras de Constant, Gallizio y Asger Jorn en la Sala 417. Museo Reina Sofía

A continuación, el recorrido nos conduce a Latinoamérica, en pujante desarrollo en los cuarenta y los cincuenta. Torres García, Oiticica o Lygia Clark, alejados de los lenguajes individuales de los expresionistas abstractos, protagonizaron colectivamente un intento utópico de transformar sociedades a través de las formas. Veremos lúdicas esculturas abstractas y móviles de Clark, reivindicaciones del libro como artefacto plástico a cargo de Lygia Pape o manifestaciones de la arquitectura emocional de Mathias Goeritz (por entonces tenía lugar la creación de la igualitarista Brasilia).

Nuevas vías artísticas distantes del citado American way of life y de los postulados del expresionismo abstracto nos esperan a continuación: crecen los trabajos de mujeres artistas que ahondan en identidades y roles femeninos (Louise Bourgeois, Dorothea Tanning); se plantean crisis de la masculinidad ya a debate en los cincuenta, de la mano de Duchamp, Rauschenberg o Hamilton y también se exhiben trabajos que se alejaban de la estética americana dominante (de Cy Twombly, el mismo Rauschenberg o H.C. Westermann, que, como Tanning, fue objeto de una reciente antología en el Museo).

El arte español centra el discurso de las últimas salas, en relación con el contexto internacional dada la progresiva relajación de la autarquía desde los cincuenta. La III Bienal Hispanoamericana de Arte, celebrada en Barcelona en 1955, reunió a creadores españoles, iberoamericanos y estadounidenses, como Rothko, Tàpies, Zóbel, Sempere, Chirino u Oswaldo Guayasamín. Se recrea asimismo la muestra “New Spanish Painting and Sculpture”, que ofreció el MoMA en 1960 y que favoreció la legitimación internacional de Saura, el mismo Tàpies, Millares, Chillida, Oteiza, Juana Francés, Rafael Canogar o Feito.

Eduardo Chillida y Manuel Millares en la Sala 420. Museo Reina Sofía
Eduardo Chillida y Manuel Millares en la Sala 420. Museo Reina Sofía

En la etapa de los sesenta nos introduce la instalación de López Cuenca Y coloniales…, realizada este mismo 2021, en la que la visión desarrollista se contrapone irónicamente al colonialismo aún mantenido en Guinea Ecuatorial y a la percepción occidental y esquematizada de la realidad africana entonces.

El exilio y Max Aub cuentan con espacio propio en el recorrido, en el que también se recogen trabajos Roser Bru, Picasso o Renau, y destaca entre las novedades del nuevo montaje la proyección del filme de Val del Omar Acariño galaico (De barro) (1961-1995), que rodó en Galicia y que formaría parte, junto a Aguaespejo granadino y Fuego en Castilla, del conjunto que bautizó como Tríptico Elemental de España. De la irrupción del turismo en nuestro país darán cuenta fotografías de Ramón Masats, Gonzalo Juanes, Francisco Ontañón y Oriol Maspons; y no faltarán referencias a la arquitectura nacida al calor de ese boom (Fernando Higueras, Coderch, Antonio Lamela Martínez, César Ortiz-Echagüe…).

Finaliza este primer episodio la pintura política de Eduardo Arroyo, la producción de mujeres artistas que trabajaron en el periodo tardofranquista (Mari Chordà, Eulàlia Grau, Isabel Oliver o Ángela García Codoñer) y las personales búsquedas de imágenes nutritivas de Gordillo, evocadoras de un mundo ya dominado por el consumismo y la tecnificación.

La nueva presentación de estos fondos del Reina Sofía obedece, según ha explicado hoy Borja-Villel, comisario del proyecto junto a Rosario Peiró, a la voluntad de subrayar que los museos, y el MNCARS en particular, no son depósitos sino lugares donde tratar de entender dónde estamos.

Laxeiro y José Val del Omar en la Sala 425. Museo Reina Sofía
Laxeiro y José Val del Omar en la Sala 425. Museo Reina Sofía

 

 

MUSEO NACIONAL CENTRO DE ARTE REINA SOFÍA. MNCARS

c/ Santa Isabel, 52

Madrid 

 

Comentarios