Tras el cierre de su antología de Josef Albers (artista presente desde mañana en el Museo de Arte Abstracto de Cuenca en una muestra que examina sus procesos de trabajo), la sede en Madrid de la Fundación Juan March inaugurará el 23 de julio una exhibición de pequeño formato dedicada al muy heterogéneo y actual campo de los libros y publicaciones de artista.
Podremos ver una selección de cerca de cien piezas fechadas entre 1947 y 2013 procedentes de los propios fondos de la March, entre ellas una reedición de Último Round de Julio Cortázar o Du Cubisme de Albert Gleizes y Jean Metzinger.
El recorrido de la muestra se iniciará articulando las ediciones relacionadas con la actividad cultural de la Fundación, a través de la presencia de ejemplares donados por las fundaciones de las bibliotecas de Fernando Zóbel (1981) y el citado Cortázar (1993). A continuación se nos mostrarán ejemplos representativos de la edición de arte en España y libros de artista y otras publicaciones editadas a partir de la década de los sesenta en el contexto español e internacional.
La exposición pretende poner de relieve la riqueza y amplísima variedad de resultados de la muy extensa interacción entre los artistas y el libro, entendido éste no sólo como un medio de transmisión de textos, sino fundamentalmente como objeto y soporte de la práctica artística.
No obstante, se nos plantearán más interrogantes que certezas: ¿tienen estos objetos algo más en común que su “voluntad de arte”? ¿la imagen acompaña el texto, se apropia de él o llega a suplantarlo? En ocasiones estas obras no guardan semejanza ninguna con la paginación y el orden secuencial de los libros convencionales. Y, yendo más allá, ¿qué es (y qué no es) un libro de artista?
Resulta difícil catalogar y diferenciar “libros de artista”, libros ilustrados, livres de peintres, foto-libros, piezas de Mail Art o arte postal, ediciones de bibliofilia, libros-objeto, pop-ups, ediciones de obra gráfica y revistas y catálogos de artista, dada su enorme variedad de soportes.
En su sentido estricto y literal, el libro de artista tuvo su origen en publicaciones de comienzos del siglo XX, como Un coup de dés de Mallarmé, y en los experimentos de los futuristas italianos y rusos, pero en los sesenta vivieron cambios convulsos, convirtiéndose en el resultado de lo que los artistas hacen con libros, sobre libros, en torno a los libros, para o contra los libros, en palabras de Schraenen, quien también subrayó cómo estas obras contravinieron el concepto de mercado al dar primacía a la originalidad individual, la noción de pequeña tirada y de obra firmada.
Además, la concepción del libro como obra de arte modificó su forma visual, transformando algunos de ellos en documentos de acciones y performances y otros en objetos autorreferenciales o en espacios de experimentación conceptual, verbal y material.
Estas obras contravinieron el concepto de mercado al dar primacía a la originalidad individual
En la exhibición veremos publicaciones de medio centenar de artistas, diseñadores, escritores o poetas, entre ellos nombres conocidos y algunos no tanto, del panorama artístico nacional e internacional. Entre ellos figuran Pablo Picasso, Pierre Bonnard, Raymond Queneau, Rafael Alberti, Antoni Tàpies, Antonio Saura, Joan Brossa, Fernando Zóbel, Pablo Palazuelo, Salvador Dalí, Julio Cortázar, Octavio Paz, Brassaï, Gustavo Torner, Eduardo Chillida, José Guerrero, Manuel Millares, Manuel Hernández Mompó, Luis Feito, Lyonel Feininger, Sol LeWitt, Juan Eduardo Cirlot o Eusebio Sempere, entre otros.
También se ha buscado mezclar ejemplares representativos de las colaboraciones entre artistas plásticos y poetas, como Novel.la, de Joan Brossa y Antoni Tàpies (Sala Gaspar, Barcelona, 1965) o Mutilados de paz, de Rafael Alberti y Manuel Millares (Madrid, 1965) y libros-objeto como los Discos Visuales (México, Era, 1968), Vrindaban (México, Imprenta Madero, 1965), de Octavio Paz, o el célebre Cent mille milliards de poèmes, de Raymond Queneau (París, Gallimard, 1961), y también ediciones de artista como el Libro de horas de Fernando Zóbel (Manila, 1965) o Ardicia, de Pablo Palazuelo (París, RLD éditeur, 1978), y experimentos de arte postal como la caja con cien postales de artistas WC4 Box’83 (Nueva York, 1983).
Por otro lado, el 16 de julio el Museu March de Palma abrirá “Kurt Schwitters. Vanguardia y publicidad”, muestra centrada en sus collages y diseños gráficos. Incluirá algunos de sus más conocidos collages de las décadas de los veinte a los cuarenta, sin solución de continuidad con muchos ejemplos de su labor en el campo del diseño gráfico y la tipografía, y tan diversos entre sí como libros, carteles, folletos publicitarios, revistas, anuncios para prensa, papel timbrado o modelos para impresos bancarios, comerciales o postales.
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