Zóbel, Fernando


Manila (Filipinas), 1924 – Roma, 1984
Pintor español nacido en Filipinas.

Después de haber pasado su infancia entre Filipinas, España y Suiza, estudia Filosofía y Letras en la Universidad de Harvard en Estados Unidos (1946 – 1949). De formación autodidacta, empieza a pintar en estos años y, al finalizar sus estudios, prolonga su estancia allí trabajando como ayudante del departamento de Artes Gráficas del Harvard College Library, con el fin de seguir pintando e investigando. En 1951 regresa a Manila y compagina su trabajo en el mundo empresarial con la pintura, la docencia, el mecenazgo y la investigación, hasta que en 1961 traslada definitivamente su residencia a España y decide dedicarse por entero a la pintura. En 1954 regresa de nuevo a Estados Unidos a la Rhode Island School of Design de Providence para pintar y aprender técnicas de grabado. Después se dedica a viajar por España, Italia y Francia; ambos viajes le permiten conocer directamente el
expresionismo abstracto americano y el
informalismo europeo. El descubrimiento de la obra de Rothko y la fotografía como medio de expresión artística provocan su paso hacia la abstracción, abandonando la pintura figurativa y romántica de su etapa anterior. En España, que frecuenta asiduamente desde 1955, empieza a coleccionar obras de artistas abstractos españoles, con las que crea en 1966 el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca. Una vez establecido en España alterna estancias entre Madrid, Cuenca y Sevilla. En sus primeras obras abstractas, las Saetas (1957-59), caligrafías sobre fondos de color, influyen la estética oriental y el expresionismo abstracto americano. Posteriormente pasa a la Serie Negra (1959 – 1962) en la que reduce su paleta cromática al blanco y negro. Inmerso plenamente en la abstracción que domina los años sesenta españoles, Zóbel, junto con sus amigos Rueda, Torner y otros, representa la vertiente más lírica de esta generación. Un retorno al color en 1963, sólo interrumpido por la Serie Blanca (1975 – 78), permanece en su pintura hasta el final de su vida. Su obra, organizada en series, trata temas como el paisaje conquense, el río Júcar y relecturas de obras de la historia del arte que se desarrollan en un complejo sistema de trabajo que empieza con dibujos, apuntes, fotografías y acuarelas. Entre sus múltiples actividades artísticas hay que destacar su labor en el campo literario, su colaboración como asesor con la Fundación Juan March y el mecenazgo que desarrolla en el contexto artístico español.

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