El Museo del Prado estrena discurso expositivo en sus salas goyescas: Tiziano dialogará con las Majas

Con motivo de la gran exposición que la Fundación Beyeler suiza dedica actualmente a Goya, una selección importante de obras del aragonés han viajado desde el Museo del Prado a Basilea, circunstancia que ha favorecido la realización de varias intervenciones en las salas 34 a 38 de la pinacoteca, dedicadas a este artista. Su objetivo ha sido ofrecer al público un discurso expositivo y narrativo renovado en torno a parte de su colección en el Museo; además, se han abierto los balcones de las salas 34 y 38, dos de ellos dirigidos hacia el Paseo del Prado y el último al Jardín Botánico, para acentuar la entrada de luz natural y se ha creado una nueva sala de mayores dimensiones al fusionar las numeradas como 37 y 38, demoliendo el tabique entre ellas.

En ese nuevo espacio se exhiben ahora la Maja desnuda y la Maja vestida junto al retrato de la Marquesa de Santa Cruz y, por primera vez, también junto a una de las pinturas de Tiziano que representan a Venus, en concreto Venus recreándose con el Amor y la Música, datada hacia 1555. Procede esta pintura de la Colección Real y su ubicación aquí tiene que ver con la evocación de la decoración propia de uno de los gabinetes del palacio de Manuel Godoy, valido de Carlos IV, en el que se encontraban las citadas Majas de Goya junto a representaciones de la diosa del amor, como la Venus del espejo velazqueña (hoy en la National Gallery de Londres) y otra de Tiziano, recogida en una pequeña copia. La sala evidencia ahora, además, la novedad inherente a las composiciones de la Majas, desnudos que carecen de toda referencia mitológica y cuya modelo no esquiva, en su rostro, la mirada del espectador.

Sala 37-38. Foto © Museo Nacional del Prado.
Sala 37-38. Fotografía: © Museo Nacional del Prado

Por otro lado, la nueva ordenación se completará, en la sala 34, dedicada a pintura religiosa, con la muestra que reunirá durante un año dos bocetos goyescos de la colección de la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, ambos preparatorios de su cuadro de altar de San Bernardino de Siena, situado en la basílica de San Francisco el Grande en Madrid; los visitantes podrán así conocer el proceso creativo de esta obra y la precisión aplicada por Goya a la creación de una composición, como esta, de gran complejidad. En esta misma sala, presidida por su Cristo crucificado de 1780, que le permitió el ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, se ubican otros tres bocetos de cuadros de altar para iglesias, como las catedrales de Toledo y Sevilla, y pinturas destinadas a oratorios o pequeños altares de clientes particulares.

El conjunto nos permitirá, así, adentrarnos en el desarrollo estilístico de Goya durante cinco décadas, así como en su concepción original y realista de los hechos religiosos y de las acciones de santos y divinidades y en su muy novedoso empleo de la luz.

Las salas 35 y 36, por su parte, continuarán el recorrido por los retratos pintados por el genio a partir de la década de 1780 y hasta la de 1800, haciendo hincapié en el número y diversidad de sus clientes cuando ya se había consolidado como el retratista más importante en la corte de su tiempo. En estos trabajos apreciaremos que desaparece parcialmente el idealismo y la búsqueda de atemporalidad que habían caracterizado hasta entonces el género, que se busca profundizar en el carácter de los modelos y también que su autor quiso conferir a estas imágenes un carácter diferenciado entre sí, en cuanto a composición y expresividad.

Sala 35. Foto © Museo Nacional del Prado
Sala 35. Fotografía: © Museo Nacional del Prado

Catalina Lozano, nueva comisaria jefe de Artium Museoa

Artium Museoa, el Museo de Arte Contemporáneo del País Vasco, ha anunciado hoy la incorporación de Catalina Lozano como su próxima comisaria jefe. Trabajará en colaboración estrecha con los departamentos de contenidos y la dirección de este centro de Vitoria.

De origen colombiano y nacida en 1979, Lozano ha desarrollado proyectos de arte contemporáneo como comisaria independiente y en distintas instituciones. En los últimos dos años, ha sido directora de Programas para Latinoamérica en KADIST (2020-2022) y antes ocupó el cargo de curadora asociada en el Museo Jumex de Ciudad de México (2017-2019). Asimismo, ha comisariado muestras monográficas dedicadas a artistas como Mariana Castillo Deball (objeto de reciente exposición en Artium), Santiago Borja, Beatriz Santiago Muñoz y Fernanda Gomes, entre otros, y sus proyectos se han presentado en espacios como Pivô São Paulo, el Museo Universitario de Arte Contemporáneo MUAC, el Museo Jumex y la Casa del Lago, en Ciudad de México; el Museo de Arte Moderno de Medellín; Gasworks y el Freud Museum (Londres); el CRAC Alsace y CAPC Bordeaux. Además, es co-comisaria del Pabellón de México en la próxima Bienal de Venecia.

En cuanto a su formación, Lozano es historiadora del arte por la Universidad de Bogotá, máster en Teorías y prácticas del lenguaje y de las artes por la EHESS de París y máster en Historia del Arte (Siglo XX) por el Goldsmiths College de la Universidad de Londres. Su incorporación a Artium llega tras un proceso de selección abierto con publicidad y libre concurrencia en el que han participado más de sesenta candidaturas, varias de ellas internacionales.

Catalina Lozano. Fotografía: Jorge Satorre

La brújula de Olafur Eliasson

Hasta el próximo 2 de abril, la Galería Elvira González presenta la cuarta muestra individual que dedica a Olafur Eliasson, “Navegación situada”. Consta de trabajos recientes en los que el danés profundiza en nuestros modos de navegar, u orientarnos, en el mundo actual, como Lava residue, pieza formada por láminas superpuestas de vidrio coloreado distribuidas a lo largo de una estantería de madera de derribo, material este recogido en las costas islandesas, adonde llegó mecido por las corrientes marinas y blanqueado por el sol. En el taller de Eliasson se han recortado círculos y elipses de las capas de vidrio para revelar los tonos y formas ocultas tras ellos.

Contemplaremos también siete grandes acuarelas correspondientes a la serie Situated absence navigator, que conectan con las transparencias y superposiciones anteriores porque la aplicación de capas sucesivas de pigmentos de acuarela da lugar a sensaciones de profundidad, duración y movimiento. Y penden del techo las brújulas que componen Compass travellers, reflejo del hondo interés de este autor por los instrumentos de navegación. Su aguja es una flecha de arco y hacen referencia a nuestros lazos con el conjunto de la humanidad a través de la comprensión universal del significado de aquella apuntando al norte.

Completa la exhibición una proyección, la de The missing left brain, en la que alineaciones aleatorias de dispositivos ópticos y lentes giratorias generan una melodía visual cambiante de reflejos y sombras.

Olafur Eliasson. "Navegación situada". Galería Elvira González

Hiperrealismo, Alex Katz, Picasso y Chanel, lo próximo en el Museo Thyssen

El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza ha avanzado las muestras que formarán parte de su temporada expositiva del 2022.

Su elenco de propuestas comenzará con la jovencísima artista malagueña Carla Hayes Mayoral, que en el marco del programa Kora, y en “Memorias mestizas”, llevará a cabo desde el 14 de febrero indagaciones identitarias en relación con el pasado colonial español y europeo. Basándose en la rafia, material muy propio de la cultura africana, y en referencias visuales del imaginario colectivo occidental, tratará de deconstruir relatos hegemónicos.

La segunda de ellas, organizada junto a TBA21 y a inaugurarse el 22 de febrero, será “Ragnar Kjartansson. Paisajes emocionales” y reunirá por primera vez cuatro de las más más celebradas videoinstalaciones del islandés (The Visitors, The Man, The End y God), junto a una serie de acuarelas; el autor ha plasmado en ellas su fascinación por la música y los paisajes de América del Norte. Estos trabajos podremos relacionarlos, además, con las obras de los siglos XIX y XX presentes en la exhibición “Arte americano en la colección Thyssen”.

Desde el 16 de marzo podremos visitar “Hiperreal. El arte del trampantojo”, gran muestra que este centro dedicará a la revisión de ese género entre los siglos XV y XXI. Contemplaremos una selección de obras concebidas para que no puedan diferenciarse de la realidad ordenadas por materias y escenarios, no cronológicamente, de modo que se subrayará la continuidad en el tiempo de esos propósitos. Las secciones que vertebrarán el recorrido serán Puestas en escena, Figuras, encuadres y límites; Huecos para curiosos, Muros fingidos: tablones y paredes, Desorden perfecto, Llamada a los sentidos y Juegos de apariencia.

De cara al verano, la gran apuesta del Thyssen será Alex Katz. De junio a septiembre, el Museo nos ofrecerá la primera retrospectiva española sobre este pintor estadounidense, para muchos precursor del Pop Art y aún en activo. Formarán parte de esa antología, comisariada por Guillermo Solana y preparada junto al artista, treinta óleos de gran formato y algunos dibujos dedicados a retratos en solitario, duplicados y de grupo; flores y paisajes de fondos planos y vivo cromatismo.

En octubre inaugurará este centro sus últimas muestras del año. Serán “Picasso y Chanel”, que explorará la relación entre ambos con el cubismo, Olga Khokhlova y los ballets como nexos de unión (hay que recordar que colaboraron profesionalmente en dos ocasiones en los años veinte, ambas con Jean Cocteau, en Antígona y en el ballet ruso de Serguéi Diághilev Le Train Bleu) y una exhibición dedicada a Himali Sighn Soin, organizada de nuevo junto a TBA21.

Christoffel Pierson Aparejos de cetrería en un nicho hacia 1660-1670. National Gallery of Art, Washington
Christoffel Pierson Aparejos de cetrería en un nicho (detalle), hacia 1660-1670. National Gallery of Art, Washington

Carla Cañellas: Goya vive, la lucha sigue

La madrileña Galería de Arte A Ciegas abrirá el próximo 3 de febrero la muestra de Carla Cañellas “Goya vive, la lucha sigue”, que propondrá una particular revisión de la obra de Francisco de Goya, en el 275º aniversario de su nacimiento, a través del anime japonés Bola de dragón. Constará la exposición de dibujos de tinta sobre diferentes soportes de papel en los que se mezclan estilos dispares, creando un diálogo entre la cultura occidental y la oriental y entre nuestras preocupaciones sociales y las propias del siglo XIX.

Los Caprichos o los cartones para las estancias reales son reinterpretadas por esta artista en clave de crítica sociopolítica contemporánea, sin dejar de recordar la composición y las características formales de la producción del genio.

Carla Cañellas. Muchachos trepando a un árbol
Carla Cañellas. Muchachos trepando a un árbol

Goya tras la cortinilla

Hasta el próximo 19 de febrero, la Galería Antonia Puyó zaragozana presenta “Goya tras la cortinilla”, una muestra colectiva que es fruto de la invitación de esta sala a seis artistas aragoneses (Jorge Isla, David Latorre, Cecilia de Val, Ignacio Guelbenzu, Víctor Solanas-Díaz y Olalla Gómez Valdericeda) de revisar los Caprichos del maestro coincidiendo con su 275º aniversario.

Guelbenzu exploró los ecos comerciales de su apellido y ha producido diversas obras a partir de una lata de frijoles de marca GOYA, de algún modo recuperando su honor; Isla, por su parte, atendiendo a su habitual estrategia de reciclado tecnológico, se ha hecho con tarjetas telefónicas de segunda mano para componer con ellas un mosaico que puede remitir a un Goya temprano y costumbrista.

Cecilia de Val exhibe selfies que se desgradan o diluyen, como aquellas imágenes del poder desenmascaradas en tiempos del de Fuendetodos y David Latorre escribe con ladrillos sus verdades, como Goya planteó las suyas en sus grabados. Víctor Solanas-Díaz ha recordado a sus brujas recuperando una obra temprana suya, de cuando colaboraba con su abuelo Manuel, taxidermista (una cabeza de macho) y Olalla Gómez materializa una interpretación feminista de esos grabados, a partir del capricho Ya tienen asiento, el número 26.

"Goya tras la cortinilla". Galería Antonia Puyó
“Goya tras la cortinilla”. Galería Antonia Puyó

VETA by Fer Francés se estrena con tres exposiciones

Está a punto de cumplir dos meses de funcionamiento la galería madrileña VETA, el nuevo proyecto de Fer Francés, que con su superficie cercana a 1.200 metros cuadrados es una de las salas de arte más amplias de la capital. Situada en el distrito de Carabanchel, presentará trabajos de artistas contemporáneos internacionales de trayectorias consolidadas y también de jóvenes autores.

Sus primeras muestras son “A La Calle”, de Abraham Lacalle; “Intermedio”, de Santiago Ydáñez y “Huesos de Santo”, de Matías Sánchez, a las que se suma una exhibición colectiva de obra sobre papel que reúne piezas de los tres artistas mencionados. Está previsto que en su programación cobre protagonismo la pintura, pero también tendrán cabida manifestaciones como la música, el cine o la fotografía.

El nombre de la galería, VETA, tiene que ver con las esencias. Según Fer Francés, si hay un origen en el engranaje artístico ese es el creador. De ellos surge todo. VETA es la franja que forma un dibujo en un material y que destaca por ser de diferente tono o de distinta materia. Es el comienzo de todo. De ahí el nombre de la galería.

Obras de Matías Sánchez que forman parte de la exposición "Huesos de santo" en espacio VETA
Obras de Matías Sánchez que forman parte de la exposición “Huesos de santo”, en espacio VETA

Cuatro grabados de Cassatt, para el Van Gogh Museum

El Van Gogh Museum de Ámsterdam enriquece sus fondos impresionistas: acaba de anunciar la adquisición de cuatro grabados apenas conocidos de Mary Cassatt, que fue contemporánea del holandés y miembro de la primera generación de pintores de aquel movimiento. Se trata de tres aguafuertes de gran formato en color y de una litografía; la decisión de aplicar tonos a esas piezas fue en aquel momento atrevida y sabemos que la autora se implicó por completo en su proceso, laborioso, de elaboración; de hecho, diseñó e imprimió ella misma la mayoría de sus trabajos gráficos.

La adquisición de las obras, largamente añorada en este centro, ha sido posible gracias a VriendenLoterij, la Mondriaan Fund, la Rembrandt Association y el círculo The Yellow House y formarán parte del recorrido expositivo de la colección permanente. Se encuentran en perfecto estado de conservación y pueden situarse entre los grabados más logrados de fines del siglo XIX.

Inicialmente escéptica al principio respecto a las posibilidades de la obra gráfica, sería hacia 1879 cuando reconoció Cassatt el atractivo de estas técnicas, como sus compañeros Edgar Degas y Camille Pissarro.

Su litografía adquirida por el museo holandés, In the Theatre (hacia 1880), es fruto de los primeros experimentos de la americana en ese medio: presenta a una mujer en un palco mirando el auditorio a través de unos prismáticos, mientras el resto del público la observa a ella misma. Se sabe que existe un número muy limitado de impresiones de esta imagen.

El resto de los grabados (The Fitting, The Letter y Woman Bathing) datan de 1890-1891 y forman parte de una serie llamada The Ten, un conjunto de diez trabajos con los que Cassatt afianzó su prestigio como grabadora. Se inspiró para su realización en una colorida serie de impresiones japonesas sobre madera que se mostraron en 1890 en París y de las que habló a Berthe Morisot: Podríamos ir a ver los grabados japoneses en el Beaux-Arts. En serio, no te lo puedes perder. Tú que quieres hacer impresiones en color, no podrías soñar con nada más hermoso. Lo sueño y no pienso en otra cosa que en color sobre cobre.

Exploró en estas piezas los rituales íntimos y cotidianos de una mujer de clase media-alta. En 1891, la decisión de producir grabados en color sería cuanto menos atrevida: era este un procedimiento complejo y laborioso que los artistas solían subcontratar. Sin embargo, Cassatt participó en todas sus fases: pasó meses trabajando en estrecha colaboración con el maestro Leroy en la impresión, el acabado, el entintado…

Los grabados en color finalizados de esta autora son extremadamente escasos y menos de una docena han salido a la venta en las últimas décadas, de ahí el valor de los cuatro ahora llegados a Holanda, que reúnen sutileza técnica, carácter experimental y atención a la intimidad de las modelos.

Marý Cassatt. Woman Seated in a Loge (Au Théâtre), hacia 1880. Van Gogh Museum
Marý Cassatt. Woman Seated in a Loge (Au Théâtre), hacia 1880. Van Gogh Museum
Mary Cassatt. Woman Bathing (La Toilette), 1890-1891. Van Gogh Museum
Mary Cassatt. Woman Bathing (La Toilette), 1890-1891. Van Gogh Museum

El Meadows Museum dedicará desde marzo una muestra a Ignasi Aballí

A partir del 6 de marzo, el Meadows Museum de Dallas presentará la muestra “Meadows/ARCO artista destacado: Ignasi Aballí”, siendo el barcelonés el primer autor español en exhibir su trabajo en ese centro en el marco del programa MAS: Meadows / ARCO Artist Spotlight. Creado en 2019, es un proyecto del Meadows y la Fundación ARCO, de seis años de duración, cuyo fin es conceder visibilidad a la obra artistas españoles en el museo americano.

Aballí, cuya producción fue elegida para representar a España en la 59ª Bienal de Venecia, visitará Texas desde finales de febrero a primeros de marzo para participar, además, en programaciones educativas en la Universidad Metodista del Sur (SMU).

El museo exhibirá su reciente serie Palabras Vacías (2020), en la que aparecen términos como “INVISIBLE” y “ABANDONADO” en casi una treintena de planchas individuales de hierro galvanizado, colgadas a la altura de los ojos. Aballí ha creado las palabras -la mayoría adjetivos que son sinónimos de ser invisible u olvidado- cortándolas del metal, generando así un significado desde el espacio negativo. El sentido de las palabras en sí, conjugado con la forma en que han sido escritas, da lugar a un diálogo entre el lenguaje y la imagen, y entre el significado y el significante. Enfrentado al espacio vacío, el espectador estará viendo el significado de las palabras en el lugar de solo las palabras en sí mismas.

Palabras vacías. Ignasi Aballí en la galería Elba Benítez, Madrid, hasta junio 2020
Ignasi Aballí. “Palabras vacías”. Galería Elba Benítez, 2020

En la muerte de Jonathan Brown

Ha muerto, a los 82 años, Jonathan Brown, el gran hispanista estadounidense que dedicó el conjunto de su trayectoria a estudiar la pintura del Siglo de Oro español y, especialmente, a Velázquez. Dirigió la tercera edición de la Cátedra del Museo del Prado y en el mismo centro comisarió exposiciones históricas como “Velázquez, Rubens y Van Dyck” (1999) o “La Almoneda del Siglo. Relaciones artísticas entre España y Gran Bretaña. 1604-1655” (2002).

Miguel Falomir, director de la pinacoteca, le ha dedicado hoy este obituario: El fallecimiento de Jonathan Brown es una gran pérdida para la historia del arte español y una tristísima noticia para el Museo del Prado. El mejor modo de resumir la larga y fecunda relación entre el hispanista estadounidense y la institución es afirmando que el Museo del Prado ha sido tan importante para Brown como Brown lo ha sido para el Museo del Prado. Brown visitó el Prado por primera vez en 1958 y ahí surgió su amor por el arte español, a cuyo conocimiento y difusión contribuyó de forma decisiva. Fue uno de los mayores especialistas en nuestro Siglo de Oro, autor de decisivos trabajos sobre Murillo o Ribera y máxima autoridad en Velázquez, pero su curiosidad le llevó igualmente al Renacimiento, Goya o Picasso. Dos ideas recorren estos escritos: salvar la separación entre arte y sociedad imperante en nuestra historiografía hasta entonces, y resituar el arte español en su contexto europeo y global, inquietudes plasmadas en publicaciones como Imágenes e ideas en la pintura española del si­glo XVII (1981) o El triunfo de la pintura: sobre el coleccionismo cortesano en el siglo XVII (1995), y en su interés último por una aproximación integral al arte hispánico que incluyera el realizado en los virreinatos americanos. De este magisterio intelectual se han beneficiado generaciones de historiadores y, muy particularmente, quienes disfrutaron de su generoso tutelaje en el Institute of Fine Arts de Nueva York, entre ellos varios profesionales del Museo del Prado.

La relación de Brown con el Museo del Prado se dilató durante 64 años y evolucionó a la par que lo hacía su trayectoria vital y profesional. Empezó visitándolo como turista y estudiante, después como estudioso de sus fondos, y mantuvo con él una relación aún más estrecha como miembro de su consejo científico y comisario de las exposiciones “Velázquez, Rubens y Van Dyck” (1999) y “La almoneda del siglo: relaciones artísticas entre España y Gran Bretaña, 1604-1655”, (2002), esta última realizada en colaboración con su íntimo amigo y recurrente colaborador sir John Elliott. Asiduo conferenciante en el museo, en 2012 fue titular de la Cátedra del Prado, dejándonos unas interesantísimas Reflexiones de un hispanista a la sombra de Velázquez, cuya lectura revela hasta qué punto el Prado fue fundamental en su vida.

Pero más allá de esta dilatada relación profesional e institucional, Brown sintió el Prado como algo propio. Sufrió con sus malos momentos y contribuyó decisivamente a superarlos a través de un decidido activismo en los medios y discretas pero eficaces gestiones personales. Ahora que parece inminente el inicio de las obras del Salón de Reinos, conviene recordar que sin Brown y Elliott, que dedicaron en 1980 a este espacio palaciego uno de los libros más bellos e influyentes sobre el siglo XVII español (Un palacio para el rey: el Buen Retiro y la corte de Felipe IV), probablemente nunca hubiera sido una realidad. Su inauguración será el mejor modo de recordar y agradecer su gran contribución al Museo del Prado y a nuestro país.

Jonathan Brown

 

Antone Könst, todo sobre las flores

Marianne Boesky Gallery exhibe en Nueva York un nuevo grupo de pinturas de Antone Könst con las flores como eje; se trata de un motivo temático recurrente en la trayectoria de este artista, que adopta imágenes arquetípicas para subvertir expectativas. “Cuttings”, que así se llama la muestra, supone, sin embargo, su compromiso más hondo con estas representaciones hasta la fecha.

Las imágenes reunidas se realizaron a partir de fotografías tomadas por Könst en el último año, conjugando esa referencia con otras tomadas de la cultura popular y la historia del arte, y cada uno de los ramos de flores se posa en animados jarrones. Debemos contemplarlas como metáforas de estados de ánimo, cambiantes incluso entre las plantas de cada composición.

Könst, cuya familia se ha dedicado al cultivo de flores cortadas en los Países Bajos durante generaciones, creó estas piezas mientras reflexionaba sobre la idea del filósofo Emanuele Coccia de que la forma de la flor es un “laboratorio de conjunción”, un espacio donde coexisten reminiscencias dispares: recuerdos, emociones, motivaciones, temporalidades y también estéticas.

Antone Könst. Peonies, 2021
Antone Könst. Peonies, 2021

 

 

Byron Kim, Berton, Queequeg y Ulises

Hasta el 19 de febrero, la sala James Cohan de Nueva York presenta “Drawn to water”, una selección de nuevas pinturas de Byron Kim, quien desde mediados de los noventa viene debatiéndose entre lo figurativo y lo abstracto, en amplios campos de color que expresan realidades tanto personales como de cariz más amplio. Le interesa investigar los fenómenos perceptivos, con el mundo natural o el cuerpo humano como sujetos primarios.

Las obras que forman parte de esta exposición pertenecen a una nueva serie titulada B.Q.O., abreviatura de Berton, Queequeg y Ulises, tres personajes clave de cuentos oceánicos célebres: Solaris de Stanisław Lem, Moby Dick de Herman Melville y La Odisea de Homero. Kim las inició mientras releía esos relatos para estimular su imaginación, durante una residencia en Captiva Island, en Florida, en enero de 2020.

Encontramos en estos trabajos reflejos de experiencias de lo sublime, dado el carácter liberador o abrumador del agua. Cada una de las pinturas consta de tres paneles, que representan distintas zonas visuales: el panel inferior captura vistas desde el agua; el central, la misma superficie de esta y sus reflejos, y el superior el cielo. Kim halla en estas imágenes segmentadas analogías con la estructura del cuerpo humano y la mente, llegando a preguntarse si alcanzamos estados de trascendencia gracias o a pesar de la carne; en cualquier caso, en conjunto, generan en la galería una sensación de inmersión en la naturaleza.

Al llevar a cabo estas piezas, observó el artista el océano directamente, pero también con imaginación, por eso sugieren sensaciones entre la tristeza, la curación y el miedo. Encontró en la contemplación de la naturaleza poderes curativos durante la pandemia, pero también encarnan sus mares las amenazas del cambio climático y las ansiedades contemporáneas, que no hacen sino intensificar el espíritu del océano simbolizado en los citados cuentos literarios icónicos.

A lo largo de su carrera, el californiano ha investigado las relaciones entre las partes y el todo como forma de entender los vínculos interpersonales y el universo mismo. Entre sus proyectos más celebrados hasta ahora, destaca Synecdoche, que pudo verse en la Bienal de Whitney de 1993: se trata de cientos de paneles monocromáticos cuyos tonos coinciden con el color de piel de diversos individuos. Por su parte, en sus Pinturas dominicales, en las que ha trabajado todas las semanas desde 2001, registra la aparición del cielo junto con una entrada de su diario, yuxtaponiendo lo cosmológico a lo cotidiano.

Con B.Q.O. se ha embarcado, por tanto, en un nuevo cuerpo de trabajo que fundamenta la abstracción en la experiencia física del mundo que nos rodea, entrelazando su perspectiva personal como observador con las fuerzas elementales de la naturaleza.

Byron Kim. "Drawn to Water". James Cohan
Byron Kim. “Drawn to Water”. James Cohan

Todos los museos son novelas de ciencia ficción

A mediados de 2019, el Centro José Guerrero de Granada propuso al escritor Jorge Carrión que convirtiera su espacio en una ficción literaria, coincidiendo con la finalización de su novela Membrana, en la que imaginaba un museo del siglo XXI, inaugurado en 2100 y diseñado por inteligencias artificiales.

En lugar de adaptar ese texto a la exposición, que puede visitarse hasta el 20 de febrero, el escritor optó por vertebrar un epílogo a la misma en forma de relato: un diálogo entre un ser humano y una voz o ente llamado Mare, que podría ser un algoritmo del futuro; se exploran así los lazos entre la creación contemporánea y la biología o la tecnología.

El resultado puede leerse o escucharse como novela especulativa, se expande en paredes y suelos y ha contado con las aportaciones de Marta Peirano y Fernando Cucchietti, Fernando Rapa, Roberto Massó, Barcelona Supercomputing Center, Kate Crawford, Luis Graça, Vladan Joler, Robert Juan-Cantavella, Alicia Kopf, Justine Emard, Marta de Menezes, Joana Moll, Saša Spačal y Mirjan Švagelj; se completa, así mismo, con obras de José Guerrero.

"Todos los museos son novelas de ciencia ficción". Centro José Guerrero
“Todos los museos son novelas de ciencia ficción”. Centro José Guerrero

Pissarro y el nacimiento del arte moderno

Recorrer su trayectoria, desde mediados del siglo XIX a los primeros tres años del XX, es rastrear el nacimiento del arte contemporáneo en Francia, sin embargo, los manuales de Historia del arte sitúan a menudo a Camille Pissarro en un papel subsidiario.

Sesenta años después de que un museo suizo le dedicara una exposición relevante, Kunstmuseum Basel repasa su carrera, hasta el 23 de enero, poniendo el foco en sus relaciones con otros pintores contemporáneos como amigo y mentor: mantuvo estrechos contactos con autores de diversas generaciones, como Paul Cézanne, Claude Monet, Paul Gauguin, Edgar Degas y Mary Cassatt, y los sostenidos intercambios de ideas que entabló con ellos pueden considerarse catalizadores de los desarrollos seminales de su disciplina, la pintura, en época contemporánea.

Fue, seguramente, el único autor impresionista que cultivó la figura humana y el paisaje con semejante asiduidad y, en la década de 1880, cuando este movimiento encontró el favor de los coleccionistas y sus artífices adquirían creciente reconocimiento, decidió alinearse con una segunda revolución artística: sus contribuciones al neoimpresionismo probaron su voluntad creadora. Pissarro entendía su propia producción como un proceso de aprendizaje y entre sus temas predilectos se encuentran los caminos que se estrechan a lo largo de un paisaje. No podemos considerar sus trabajos como narrativos, porque no reproducen argumentos sino estados, y sus vistas no pueden calificarse como espectaculares o epatantes: parece que los motivos se le aparecían casualmente.

Interesado en aquel momento por el anarquismo, la medida en que su trabajo ha manifestado esas inquietudes ha sido a menudo objeto de estudio: sabemos que no deseaba que sus imágenes se interpretaran como visualizaciones de un programa político.

Para Kunstmuseum Basel, Pissarro es un autor de peculiar importancia: en su colección cuenta con ocho pinturas suyas y numerosos trabajos en papel, de hecho, Un coin de l’Hermitage, Pontoise (1878) fue la primera pintura impresionista en ingresar a la Öffentliche Kunstsammlung Basel, la colección de arte público de Basilea; fue adquirido en 1912 por iniciativa de varios artistas y aficionados al arte en la ciudad. Aquella decisión, que entonces algunos vieron con escepticismo, sentó las bases de la colección de arte de aquella corriente del propio Kunstmuseum.

"Camille Pissarro. The Studio of Modernism". Kunstmuseum Basel
“Camille Pissarro. The Studio of Modernism”. Kunstmuseum Basel

 

Las maniobras de contención de Estefanía Martín Sáenz

La figura femenina y la literatura están muy presentes en la obra de Estefanía Martín Sáenz, tanto que la propia artista escribe a veces relatos breves para acompañar sus trabajos, y entre sus soportes recurrentes se vale de telas estampadas, papel, troquelados, rasos brocados o bordados. Otras veces el hilo contribuye a forjar dibujos, del mismo modo que las palabras tejen historias.

Hasta el 15 de febrero, presenta en la Galería Gema Llamazares de Gijón “Maniobras de contención”, un compendio de bordados digitales, dibujos y esculturas en los que vincula las fuerzas de la naturaleza a nuestras emociones en cuanto que hermosas e indómitas y se refiere a las acciones que se llevan a cabo para, con menor o peor éxito, frenarlas.

Estefanía Martín Sáenz. "Maniobras de contención". Galería Gema Llamazares
Estefanía Martín Sáenz. “Maniobras de contención”. Galería Gema Llamazares

and yet the air was still stirring, sobre colonialismo y volcanes

La Fundación Sandretto Re Rebaudengo Madrid presenta, por segundo año consecutivo, el Young Curators Residency Programme en España, esta vez a cargo de Alejandro Alonso Díaz. Se han seleccionado tres comisarios: Anouchka Rajendran (India), Akis Kokkinos (Grecia) y Yonma Osman (Estados Unidos), quienes han realizado un período de inmersión en la escena artística española y presentan los frutos en forma de muestra colectiva, hasta el 16 de enero, en la sala Minerva del Círculo de Bellas Artes.

A través de piezas de Adrián Alemán, Cristina Mejías, Dennis Dizon, Florencia Rojas, iki yos piña narváez funes, Jokkoo Collective y Raisa Maudit, se convierte una erupción volcánica en metáfora de un proceso de curación de las economías derivadas del colonialismo y los extractivismos de raza, género y naturaleza; los trabajos reunidos replantean las gramáticas de la geología y también disuelven clasificaciones estructurales y taxonómicas para llevarlas más allá del antropocentrismo.

"and yet the air was still stirring". Círculo de Bellas Artes
“and yet the air was still stirring”. Círculo de Bellas Artes

La huella de Manolo Prieto

En su línea de atención al diseño gráfico contemporáneo, el Palacio Quintanar de Segovia exhibe, hasta el próximo 27 de febrero, la obra de Manolo Prieto, miembro junto a Alexandre Cirici Pellicer, Ricard Giralt Miracle, Josep Renau, Daniel Gil o Josep Artigas de una generación de autores que pusieron los pilares de esa disciplina en nuestro país.

Se han reunido setenta trabajos, entre bocetos y estudios previos de la silueta del Toro de Osborne; carteles comerciales y de espectáculos, revistas, bocetos y pruebas de imprenta de sus portadas para Dédalo o muestras de sus procesos creativos. La exhibición coincide con el 30º aniversario de la muerte del gaditano.

"La huella". Palacio Quintanar

 

El paraíso de Sergio Mora

El poeta, ilustrador y dibujante barcelonés Sergio Mora, también conocido como Magicomora, presenta en la Galería Siboney de Santander “Welcome to the paradise”, su primera incursión en esta sala, con la que no obstante viene colaborando desde hace tres años, en sus participaciones en Drawing Room.

Consta la muestra de diversos óleos sobre tela, acuarelas, dibujos y esmaltes cerámicos sobre azulejos; todas las piezas tienen en común su tránsito entre lo pop y lo castizo.Puede visitarse hasta el 2 de febrero.

Sergio Mora. Harmony, 2019
Sergio Mora. Harmony, 2019

Dart Festival comisaría de nuevo el ciclo de documentales Sala C

Desde el 13 de enero hasta el 27 de mayo, los centros CaixaForum de Barcelona, Madrid, Zaragoza, Lleida, Sevilla, Palma, Tarragona y Girona acogerán una nueva edición del ciclo Sala C: Cine, Creación y Arte Contemporáneo, comisariado por Dart Festival con el fin de divulgar la creación y el arte contemporáneo a través del cine documental.

Se proyectarán títulos nacionales e internacionales sobre arte, arquitectura, fotografía y diseño, entre ellos Aalto (en CaixaForum Barcelona y Sevilla), sobre la figura clave para entender el diseño y la arquitectura escandinavas; The Universe of Keith Haring (en CaixaForum Tarragona), en torno a ese artista urbano; Beyond the Visible – Hilma af Klint (en CaixaForum Zaragoza), dedicado a la artista sueca abstracta; Alberto García-Alix. La línea de sombra, un retrato íntimo del fotógrafo (en CaixaForum Madrid) y Chillida. Lo profundo es el aire (en CaixaForum Palma), documental fundamental sobre el escultor vasco.

Además, este 2022 Sala C presentará Homecoming: Marina Abramović and Her Children, sobre el regreso de Marina Abramović a su Belgrado natal cuatro décadas después de su partida; Barbara Rubin & The Exploding NY Underground, para profundizar en la cineasta que revolucionó la escena experimental; ¿Puedes oírme? – Jaume Plensa, documental que recorre el mundo de la mano del escultor catalán; The Proposal, sobre el archivo de Luis Barragán; Els Karamazoffs: A Walk on the SoHo Years, sobre la vida neoyorquina, en los setenta, de Muntadas, Marta y Mireia Sentís, Miralda, Evru, Llimós, Medina-Campeny, Bibi Escalas y Jaume Ollé y, por último, War of Art, en relación con un grupo de artistas contemporáneos occidentales invitados a una residencia en Corea del Norte.

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Progresiva recuperación de las visitas a museos en 2021

El número de visitantes del Reina Sofía creció un 30% en 2021 con relación al ejercicio de 2020: acudieron al Museo 1.643.108 personas, casi 400.000 más que el año anterior. El flujo de público, según apunta el MNCARS, fue ascendiendo paulatinamente desde mayo hasta finalizar el último cuatrimestre del año, que se cerró con cifras similares a las de antes de la pandemia.

El Guggenheim Bilbao valora como una cifra positiva sus 530.967 espectadores del año pasado, pues supera en un 6% sus expectativas. Un 57% de los visitantes procedía de España y un 43% de otros países, como Francia (16%), Alemania (4%), Estados Unidos (3%), Gran Bretaña (2%), Italia (2%) y Portugal (1%).

El Museo Picasso Málaga, por su parte, registró un aumento de público del 56% con respecto a 2020: se acercaron al centro un total de 254.133 personas que pudieron visitar las muestras “Diálogos con Picasso. Colección 2020-2023“, “Miquel Barceló. Metamorfosis” y “El París de Brassaï. Fotos de la ciudad que amó Picasso“.

Por último, los 16 Museos Estatales dependientes de la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura y Deporte atrajeron en 2021 a 1.650.033 visitantes, lo que representa un aumento del 55,8% con respecto a 2020.

Vista de sala de La Colección. Vasos Comunicantes 1881-2021
Vista de sala de La Colección. Vasos Comunicantes 1881-2021. Museo Reina Sofía