Laia Estruch Mata, sexto Premio Cervezas Alhambra de arte emergente

Cervezas Alhambra ha fallado, por sexto año consecutivo, su Premio Cervezas Alhambra de Arte Emergente. Se invita a participar en su convocatoria a artistas emergentes a nivel nacional para que desarrollen obras de creación inédita, inspiradas en Granada, y en concreto en la Alhambra, como fruto de un proceso de producción artesanal reinterpretado en clave contemporánea. Esas piezas pueden verse en el stand de la firma en ARCOmadrid.

Su ganadora esta vez ha sido Laia Estruch Mata, por su trabajo Zócalo, realizado en colaboración con el artesano Eloi Bonadona: hablamos de una estructura de cerámica cilíndrica, basada en la tradición alfarera local de Quart, en Girona, que evoca un instrumento de viento y que parte de las cubiertas horadadas y abovedadas de los baños del Palacio de Comares.

En Zócalo, algunos de los elementos se organizan libremente en la superficie de las piezas articulando un lenguaje, el propio de la cerámica popular, que adquiere sentido a partir de su continua repetición en el tiempo.

El jurado del galardón lo han compuesto Javier Hontoria, director del Museo Patio Herreriano; Juan Antonio Álvarez Reyes, director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo; Jimena Blázquez Abascal, coleccionista, comisaria y crítica de arte; Patrizia Sandretto Re Rebaudengo, Presidenta de la Fundación Sandretto Re Rebaudengo; Imma Prieto, directora de Es Baluard Museu; Martina Millà, jefa de exposiciones de la Fundación Joan Miró de Barcelona; Rocío Díaz, directora general del Patronato de la Alhambra y Generalife y Álvaro Trujillo, Brand Manager Territory de Cervezas Alhambra. Los finalistas han sido Álvaro Albaladejo, Fuentesal Arenillas (Julia Fuentesal y Pablo M. Arenillas), Nadia Barkate y Lois Patiño.

Laia Estruch Mata, sexto Premio Cervezas Alhambra de arte emergente
Laia Estruch Mata, sexto Premio Cervezas Alhambra de arte emergente

 

Ana Navas, Premio illySustain-ART en ARCO 2022

La artista ecuatoriana Ana Navas, que actualmente reside y trabaja en Rotterdam, ha sido galardonada con el Premio illySustain-ART en ARCO 2022, donde participa de la mano de la galería alemana Sperling.

Parte de un enfoque tanto histórico como ficcional al poner en cuestión la relación entre forma y función y entre original y copia en objetos cotidianos ante los que no experimentamos desconfianza ni temor.

La ha seleccionado un jurado formado por Patrizia Sandretto Re Rebaudengo, coleccionista y fundadora de la Fundación Sandretto; la comisaria Catalina Lozano, Pily Estrada, también comisaria y agregada cultural de la embajada de Ecuador en Paris y, por último, el director de arte de illycaffè, Carlo Bach. Han valorado en esta autora su forma tan especial de trabajar el arte con humor, borrando las fronteras entre las Bellas Artes y el arte popular.

Obtiene Navas un premio de 15.000 euros para continuar con su desarrollo artístico. Este galardón cumple quince años y reconoce la producción de autores latinoamericanos procedentes de países productores de café y nacidos a partir del 1981.

Ana Navas, Premio illySustain-ART en ARCO 2022
Ana Navas, Premio illySustain-ART en ARCO 2022

June Crespo, ganadora del V Premio de Arte Catalina D’Anglade ARCOmadrid

Hoy ha tenido lugar en ARCO la entrega del quinto Premio de Arte Catalina D’Anglade: ha sido para la artista navarra June Crespo, por su obra Cuando nuestros ojos se tocan. Consta de dos gorras fundidas directamente en acero en las que se aprecian partes del proceso de fundición, como bebederos y revestimientos de cerámica. Explica Crespo que los dos elementos soldados entre sí y anclados en la pared funcionan como receptáculos enfrentados generando un espacio vacío activo entre ellos, como el espacio entre dos manos, dos cabezas… El título es extraído de una cita de Derrida: “Cuando nuestros ojos se tocan, ¿es de día o de noche? Un momento concreto, cuando nuestras miradas se encuentran, verse mirar al otro y verse mirado por el otro. Un momento concreto que abre a su vez un espacio de indefinición”. Parece hablar del encuentro entre la vista y el tacto, de sus cualidades hechas una. En la pieza lo conocido se vuelve otra cosa, se produce un extrañamiento.

Esta artista, que expone la pieza en el stand de CarrerasMúgica, ha sido este año, además, invitada a participar en la exposición central de la Bienal de Venecia.

El Premio de Arte Catalina D’Anglade consta de dos fases: la primera es la entrega del galardón, que consiste en la adquisición de la pieza premiada por parte de la promotora, y la segunda supone el desarrollo de un proyecto inédito en el que arte y diseño conviven. Ese proyecto desarrollado por la pamplonesa como segunda fase del galardón verá la luz en 2023.

Su producción suele partir de un gesto afectivo-asociativo sobre materiales compilados y extraídos del sistema de producción y consumo; ella los une o ensambla generando nuevas relaciones que, a su vez, alumbran distintas formas de extrañamiento, apropiación y recontextualización. Sus instalaciones escultóricas son fruto de investigaciones sobre la relación del cuerpo con el espacio expositivo, el gesto, la presencia y el citado extrañamiento y están realizadas con hormigón, textiles, resina, cerámica o materiales gráficos.

Los ganadores de las anteriores ediciones del galardón fueron Daniel Steegmann Mangrané (2020), Luis Gordillo (2019), Secundino Hernández (2018) y Fernanda Fragateiro (2017).

June Crespo. Cuando nuestros ojos se tocan
June Crespo. Cuando nuestros ojos se tocan

Echo, obra conjunta de Lúa Coderch, Julia Múgica, Lluís Nacenta e Iván Paz, Premio ARCO/Beep de Arte Electrónico

El Premio ARCO/Beep de Arte Electrónico, uno de los certámenes de mayor andadura en la Feria, ha recaído este año en Echo, una obra realizada por Lúa Coderch, Julia Múgica, Lluís Nacenta e Iván Paz que podemos contemplar en el stand de la Galería àngels barcelona.

El jurado ha valorado en la pieza, como decimos de creación colectiva, su reformulación, en clave contemporánea, del mito de la ninfa Eco, materializada en un objeto post-humano junto al que se exhibe un pequeño taburete concebido para permitir la interacción del espectador.

Plantea este trabajo una alegoría de nuestra necesidad de encontrar correspondencia; sus autores señalan que funciona como un cuerpo entre los cuerpos, señalando nuestra común dificultad para entender lo que se nos dice y para tratar de hablar con un mínimo sentido. No se trata únicamente de un muro en la distancia que nos devuelve, con retardo en el tiempo, lo que hemos expresado, sino de una “deriva” lingüística en la que cabe el humor.

Es posible, señalan, que cuando la pandemia nos quede lejos esta suerte de “eco-objetual-verbal” pueda simbolizar el deseo o la necesidad de cercanía, el afán de que nuestras palabras puedan ser correspondidas.

Echo, obra conjunta de Lúa Coderch, Julia Múgica, Lluís Nacenta e Iván Paz, Premio ARCO/Beep de Arte Electrónico
Echo, obra conjunta de Lúa Coderch, Julia Múgica, Lluís Nacenta e Iván Paz, Premio ARCO/Beep de Arte Electrónico

East Contemporary, ganadora del VIII Premio Opening by Allianz en ARCO 2022

La galería East Contemporary milanesa ha sido reconocida con el séptimo Premio Opening by Allianz, un galardón que se otorga al mejor stand de la sección Opening y que implica la devolución del valor de su espacio en ARCOmadrid 2022.

El jurado que lo ha fallado lo han compuesto Yina Jimenez, curator at large de Caribbean Art Initiative; Adeena Mey, Afterall Managing Editor; Claudia Segura, del MACBA y Bernardo Mosqueira, ISLAA New Museum Curatorial Fellow. En el stand de East Contemporary podemos ver trabajos de Nour Jaouda y Anna Bak.

La sala italiana ha sido premiada por el enfoque curatorial de su propuesta, que este jurado ha considerado muy relevante en lo estético y político. A través de una exposición minuciosamente orquestada, las obras de Bak y Jaoudia generan una conversación entre las distintas tradiciones y medios que dificultan la comprensión de los movimientos de los artistas y las geografías a través de las que la escena de Europa del Este se encuentra con el Mediterráneo Negro.

En esta ocasión, esta sección Opening by Allianz, comisariada por Övül Ö. Durmusoglu y Julia Morandeira, la integran una quincena de galerías nacionales e internacionales con una trayectoria de hasta siete años, con el fin de aportar nuevos artistas y escenas a ARCO.

East Contemporary, ganadora del VIII Premio Opening by Allianz en ARCO 2022
East Contemporary, ganadora del VIII Premio Opening by Allianz en ARCO 2022

Walden, premio al mejor stand SOLO/DÚO de ARCO 2022 concedido por Martin Miller’s Gin

El premio Martin Miller’s Gin al mejor stand SOLO/DÚO de ARCO, en su primera edición, ha sido para el proyecto de la artista Marta Palau expuesto en el stand de la Galería Walden de Buenos Aires (7C09). Su jurado lo han compuesto Rosa Ferrer, directora de Matadero Madrid, y Andrea Bellini, director del Centre d’Art Contemporain de Ginebra.

Marta Palau, nacida en la localidad ilerdense de Albesa en 1934 y nacionalizada mexicana, alcanzó reconocimiento internacional gracias a sus tapices: en su trayectoria se valió del textil para repensar las posibilidades de la pintura y la escultura.

Stand de la Galería Walden en ARCO 2022
Stand de la Galería Walden en ARCO 2022

Rolf Art, Premio LEXUS al Mejor stand y contenido artístico en ARCO 2022

Lexus, partner oficial de ARCO 2022, ha concedido el Premio al Mejor Stand y Contenido Artístico de esta edición a la galería argentina Rolf Art, que recibirá como dotación 10.000 euros. Es la segunda vez que se falla este galardón y su jurado lo han formado Estrella de Diego, ensayista y profesora en la Universidad Complutense de Madrid y José Luis Blondet, comisario de proyectos especiales del LACMA de Los Ángeles.

El stand de esta sala es el 7C14 y alberga trabajos de Marcelo Brodsky, Sara Facio o Andrés Denegri.

Stand de Rolf Art en ARCOmadrid 2022
Stand de Rolf Art en ARCOmadrid 2022

Antonio Guerra obtiene el Premio de Fotografía Joven Fundación ENAIRE en JUSTMAD 2022

La feria de arte emergente JUSTMAD y la Fundación ENAIRE han concedido, un año más, el Premio Fotografía Joven Fundación ENAIRE, destinado a impulsar la carrera del artista en quien recae a través de la producción de obra y una exposición en el marco de PHotoESPAÑA.

En su quinta edición, este galardón ha recaído en el zamorano Antonio Guerra por el proyecto La luz que nos ciega, que puede verse en esta cita en el stand de la Galería Marisa Marimón de Ourense. Se trata de una serie fotográfica iniciada en 2014 en la que el artista toma como punto de partida el concepto de naturaleza para abordar la disociación entre mito y ciencia y alumbrar un relato vinculado a asuntos universales como la muerte, la enfermedad o el dolor. Como es habitual en su obra, el entorno natural de las zonas rurales de la España interior deviene espacio simbólico y de reflexión en el que trazar un viaje entre la ficción científica y los mitos, apelando a los lazos entre cultura y paisaje.

El jurado que ha fallado el premio ha estado formado por Beatriz Montero de Espinosa, directora gerente de la Fundación ENAIRE; Ángeles Imaña Marcos, directora de Conservación y Proyectos Culturales de la Fundación ENAIRE; Semíramis González, directora artística de JUSTMAD; Estela de Castro, segunda galardonada con el Premio de Fotografía Fundación ENAIRE y Pedro Quijano, coordinador de Proyectos Culturales de esa institución.

Han valorado en Guerra “su acercamiento interdisciplinar al medio fotográfico, donde explora las diferentes capas presentes en el entorno natural y su imaginario visual”.

Antonio Guerra. Serie La luz que nos ciega
Antonio Guerra. Serie La luz que nos ciega

El remero, obra invitada en el Museo Picasso de Málaga

El Museo Picasso Málaga anunció ayer que se sumará al discurso renovado de sus fondos, Diálogos con Picasso. Colección 2020-2023, como obra invitada, un lienzo cubista de este artista: El remero, que llevó a cabo en Cadaqués en el verano de 1910 y que conserva The Museum of Fine Arts de Houston. Se considera pieza fundamental del movimiento, junto a otros trabajos del malagueño como Mujer con mandolina (en el Museum Ludwig de Colonia) o Desnudo femenino (en la National Gallery of Art de Washington), que en los inicios del siglo pasado transformaron por completo la representación de la figura humana.

Puede verse El remero en la sala II, cerca del tapiz Las Señoritas de Aviñón en su versión de Jacqueline Dürrbach, porque si en la imagen de esas prostitutas de 1907 Picasso vertebró figuras femeninas a partir de segmentos curvos planos, pero disponiendo sobre ellas máscaras que desafiaban las tres dimensiones, en la tela llegada de América, tres años más tarde, reconstruyó la figura en torno a una nueva estructura cubista de figuras curvadas y facetadas. Los componentes individuales del cuerpo se sugieren a través de planos curvos y en ángulo que, o se expanden, o se inclinan hacia delante y hacia atrás en el espacio.

Dibujó Picasso la figura mediante líneas de pintura negra y después la dotó de textura incorporando trazos blancos horizontales, de forma rectangular, parcialmente sombreados con tonos ocre, gris y negro.

La última vez que El remero pudo verse en Europa fue hace más de treinta años, cuando se expuso en la Öffentliche Kunstsammlung de Basilea en 1989. Por su título, se ha interpretado que representa a un hombre remando, junto a su reflejo en el agua y ondas que indicarían el movimiento de un remo, pero otras visiones aprecian en la figura a una mujer sentada, lectura que, desde los estudios más recientes, parece más probable.

La pieza podrá verse hasta mayo en Málaga, como intercambio con el MFAH por la obra Cabeza de toro (1942), que fue cedida por el Museo Picasso para su participación en la exposición itinerante “Calder-Picasso”. Esa exhibición recaló en el Fine Arts Museum of San Francisco – de Young, en el High Museum de Atlanta y en el propio Museum of Fine Arts de Houston entre febrero de 2021 y enero de este año.

Pablo Picasso. El remero, 1910. The Museum of Fine Arts, Houston. Adquisición del museo financiada por Oveta Culp Hobby, Isaac y Agnes Cullen Arnold, Charles E. Marsh, Sra. de William Stamps Farish, y la Robert Lee Blaffer Memorial Collection, donación de Sarah Campbell Blaffer, todo por intercambio; y el Brown Foundation Accessions Endowment Fund. The Museum of Fine Arts, Houston ©The Museum of Fine Arts, Houston © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid, 2022
Pablo Picasso. El remero, 1910. The Museum of Fine Arts, Houston. Adquisición del museo financiada por Oveta Culp Hobby, Isaac y Agnes Cullen Arnold, Charles E. Marsh, Sra. de William Stamps Farish, y la Robert Lee Blaffer Memorial Collection, donación de Sarah Campbell Blaffer, todo por intercambio; y el Brown Foundation Accessions Endowment Fund. The Museum of Fine Arts, Houston ©The Museum of Fine Arts, Houston © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid, 2022

Las memorias mestizas de Carla Hayes

El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta, hasta el 15 de mayo, “Memorias mestizas”, una muestra en la que la artista afroandaluza Carla Hayes, nacida en Málaga en 1997, indaga en el pasado colonial de España y Europa desde una perspectiva identitaria. Conjugando la rafia, un material característico de la cultura africana, y referencias visuales del imaginario colectivo occidental, ha desplegado en este centro una instalación de aire neobarroco que pretende subvertir la noción de espacio de poder y cuestionar relatos hegemónicos desde la teatralidad y el asombro.

Sus creaciones pueden verse en la sala de exposiciones de la primera planta y en varias salas de la colección permanente, junto a trabajos de maestros antiguos como Rubens, Jan Davidsz. de Heem, Jacques Linard y Frans Hals.

Este proyecto es el quinto episodio del programa Kora, que anualmente presenta en el Thyssen una exposición concebida desde la perspectiva de género.

Carla Hayes . Sin título (fragmento), 2021. Colección de la artista
Carla Hayes . Sin título (fragmento), 2021. Colección de la artista

El Museo del Prado estrena discurso expositivo en sus salas goyescas: Tiziano dialogará con las Majas

Con motivo de la gran exposición que la Fundación Beyeler suiza dedica actualmente a Goya, una selección importante de obras del aragonés han viajado desde el Museo del Prado a Basilea, circunstancia que ha favorecido la realización de varias intervenciones en las salas 34 a 38 de la pinacoteca, dedicadas a este artista. Su objetivo ha sido ofrecer al público un discurso expositivo y narrativo renovado en torno a parte de su colección en el Museo; además, se han abierto los balcones de las salas 34 y 38, dos de ellos dirigidos hacia el Paseo del Prado y el último al Jardín Botánico, para acentuar la entrada de luz natural y se ha creado una nueva sala de mayores dimensiones al fusionar las numeradas como 37 y 38, demoliendo el tabique entre ellas.

En ese nuevo espacio se exhiben ahora la Maja desnuda y la Maja vestida junto al retrato de la Marquesa de Santa Cruz y, por primera vez, también junto a una de las pinturas de Tiziano que representan a Venus, en concreto Venus recreándose con el Amor y la Música, datada hacia 1555. Procede esta pintura de la Colección Real y su ubicación aquí tiene que ver con la evocación de la decoración propia de uno de los gabinetes del palacio de Manuel Godoy, valido de Carlos IV, en el que se encontraban las citadas Majas de Goya junto a representaciones de la diosa del amor, como la Venus del espejo velazqueña (hoy en la National Gallery de Londres) y otra de Tiziano, recogida en una pequeña copia. La sala evidencia ahora, además, la novedad inherente a las composiciones de la Majas, desnudos que carecen de toda referencia mitológica y cuya modelo no esquiva, en su rostro, la mirada del espectador.

Sala 37-38. Foto © Museo Nacional del Prado.
Sala 37-38. Fotografía: © Museo Nacional del Prado

Por otro lado, la nueva ordenación se completará, en la sala 34, dedicada a pintura religiosa, con la muestra que reunirá durante un año dos bocetos goyescos de la colección de la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, ambos preparatorios de su cuadro de altar de San Bernardino de Siena, situado en la basílica de San Francisco el Grande en Madrid; los visitantes podrán así conocer el proceso creativo de esta obra y la precisión aplicada por Goya a la creación de una composición, como esta, de gran complejidad. En esta misma sala, presidida por su Cristo crucificado de 1780, que le permitió el ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, se ubican otros tres bocetos de cuadros de altar para iglesias, como las catedrales de Toledo y Sevilla, y pinturas destinadas a oratorios o pequeños altares de clientes particulares.

El conjunto nos permitirá, así, adentrarnos en el desarrollo estilístico de Goya durante cinco décadas, así como en su concepción original y realista de los hechos religiosos y de las acciones de santos y divinidades y en su muy novedoso empleo de la luz.

Las salas 35 y 36, por su parte, continuarán el recorrido por los retratos pintados por el genio a partir de la década de 1780 y hasta la de 1800, haciendo hincapié en el número y diversidad de sus clientes cuando ya se había consolidado como el retratista más importante en la corte de su tiempo. En estos trabajos apreciaremos que desaparece parcialmente el idealismo y la búsqueda de atemporalidad que habían caracterizado hasta entonces el género, que se busca profundizar en el carácter de los modelos y también que su autor quiso conferir a estas imágenes un carácter diferenciado entre sí, en cuanto a composición y expresividad.

Sala 35. Foto © Museo Nacional del Prado
Sala 35. Fotografía: © Museo Nacional del Prado

Catalina Lozano, nueva comisaria jefe de Artium Museoa

Artium Museoa, el Museo de Arte Contemporáneo del País Vasco, ha anunciado hoy la incorporación de Catalina Lozano como su próxima comisaria jefe. Trabajará en colaboración estrecha con los departamentos de contenidos y la dirección de este centro de Vitoria.

De origen colombiano y nacida en 1979, Lozano ha desarrollado proyectos de arte contemporáneo como comisaria independiente y en distintas instituciones. En los últimos dos años, ha sido directora de Programas para Latinoamérica en KADIST (2020-2022) y antes ocupó el cargo de curadora asociada en el Museo Jumex de Ciudad de México (2017-2019). Asimismo, ha comisariado muestras monográficas dedicadas a artistas como Mariana Castillo Deball (objeto de reciente exposición en Artium), Santiago Borja, Beatriz Santiago Muñoz y Fernanda Gomes, entre otros, y sus proyectos se han presentado en espacios como Pivô São Paulo, el Museo Universitario de Arte Contemporáneo MUAC, el Museo Jumex y la Casa del Lago, en Ciudad de México; el Museo de Arte Moderno de Medellín; Gasworks y el Freud Museum (Londres); el CRAC Alsace y CAPC Bordeaux. Además, es co-comisaria del Pabellón de México en la próxima Bienal de Venecia.

En cuanto a su formación, Lozano es historiadora del arte por la Universidad de Bogotá, máster en Teorías y prácticas del lenguaje y de las artes por la EHESS de París y máster en Historia del Arte (Siglo XX) por el Goldsmiths College de la Universidad de Londres. Su incorporación a Artium llega tras un proceso de selección abierto con publicidad y libre concurrencia en el que han participado más de sesenta candidaturas, varias de ellas internacionales.

Catalina Lozano. Fotografía: Jorge Satorre

La brújula de Olafur Eliasson

Hasta el próximo 2 de abril, la Galería Elvira González presenta la cuarta muestra individual que dedica a Olafur Eliasson, “Navegación situada”. Consta de trabajos recientes en los que el danés profundiza en nuestros modos de navegar, u orientarnos, en el mundo actual, como Lava residue, pieza formada por láminas superpuestas de vidrio coloreado distribuidas a lo largo de una estantería de madera de derribo, material este recogido en las costas islandesas, adonde llegó mecido por las corrientes marinas y blanqueado por el sol. En el taller de Eliasson se han recortado círculos y elipses de las capas de vidrio para revelar los tonos y formas ocultas tras ellos.

Contemplaremos también siete grandes acuarelas correspondientes a la serie Situated absence navigator, que conectan con las transparencias y superposiciones anteriores porque la aplicación de capas sucesivas de pigmentos de acuarela da lugar a sensaciones de profundidad, duración y movimiento. Y penden del techo las brújulas que componen Compass travellers, reflejo del hondo interés de este autor por los instrumentos de navegación. Su aguja es una flecha de arco y hacen referencia a nuestros lazos con el conjunto de la humanidad a través de la comprensión universal del significado de aquella apuntando al norte.

Completa la exhibición una proyección, la de The missing left brain, en la que alineaciones aleatorias de dispositivos ópticos y lentes giratorias generan una melodía visual cambiante de reflejos y sombras.

Olafur Eliasson. "Navegación situada". Galería Elvira González

Hiperrealismo, Alex Katz, Picasso y Chanel, lo próximo en el Museo Thyssen

El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza ha avanzado las muestras que formarán parte de su temporada expositiva del 2022.

Su elenco de propuestas comenzará con la jovencísima artista malagueña Carla Hayes Mayoral, que en el marco del programa Kora, y en “Memorias mestizas”, llevará a cabo desde el 14 de febrero indagaciones identitarias en relación con el pasado colonial español y europeo. Basándose en la rafia, material muy propio de la cultura africana, y en referencias visuales del imaginario colectivo occidental, tratará de deconstruir relatos hegemónicos.

La segunda de ellas, organizada junto a TBA21 y a inaugurarse el 22 de febrero, será “Ragnar Kjartansson. Paisajes emocionales” y reunirá por primera vez cuatro de las más más celebradas videoinstalaciones del islandés (The Visitors, The Man, The End y God), junto a una serie de acuarelas; el autor ha plasmado en ellas su fascinación por la música y los paisajes de América del Norte. Estos trabajos podremos relacionarlos, además, con las obras de los siglos XIX y XX presentes en la exhibición “Arte americano en la colección Thyssen”.

Desde el 16 de marzo podremos visitar “Hiperreal. El arte del trampantojo”, gran muestra que este centro dedicará a la revisión de ese género entre los siglos XV y XXI. Contemplaremos una selección de obras concebidas para que no puedan diferenciarse de la realidad ordenadas por materias y escenarios, no cronológicamente, de modo que se subrayará la continuidad en el tiempo de esos propósitos. Las secciones que vertebrarán el recorrido serán Puestas en escena, Figuras, encuadres y límites; Huecos para curiosos, Muros fingidos: tablones y paredes, Desorden perfecto, Llamada a los sentidos y Juegos de apariencia.

De cara al verano, la gran apuesta del Thyssen será Alex Katz. De junio a septiembre, el Museo nos ofrecerá la primera retrospectiva española sobre este pintor estadounidense, para muchos precursor del Pop Art y aún en activo. Formarán parte de esa antología, comisariada por Guillermo Solana y preparada junto al artista, treinta óleos de gran formato y algunos dibujos dedicados a retratos en solitario, duplicados y de grupo; flores y paisajes de fondos planos y vivo cromatismo.

En octubre inaugurará este centro sus últimas muestras del año. Serán “Picasso y Chanel”, que explorará la relación entre ambos con el cubismo, Olga Khokhlova y los ballets como nexos de unión (hay que recordar que colaboraron profesionalmente en dos ocasiones en los años veinte, ambas con Jean Cocteau, en Antígona y en el ballet ruso de Serguéi Diághilev Le Train Bleu) y una exhibición dedicada a Himali Sighn Soin, organizada de nuevo junto a TBA21.

Christoffel Pierson Aparejos de cetrería en un nicho hacia 1660-1670. National Gallery of Art, Washington
Christoffel Pierson Aparejos de cetrería en un nicho (detalle), hacia 1660-1670. National Gallery of Art, Washington

Carla Cañellas: Goya vive, la lucha sigue

La madrileña Galería de Arte A Ciegas abrirá el próximo 3 de febrero la muestra de Carla Cañellas “Goya vive, la lucha sigue”, que propondrá una particular revisión de la obra de Francisco de Goya, en el 275º aniversario de su nacimiento, a través del anime japonés Bola de dragón. Constará la exposición de dibujos de tinta sobre diferentes soportes de papel en los que se mezclan estilos dispares, creando un diálogo entre la cultura occidental y la oriental y entre nuestras preocupaciones sociales y las propias del siglo XIX.

Los Caprichos o los cartones para las estancias reales son reinterpretadas por esta artista en clave de crítica sociopolítica contemporánea, sin dejar de recordar la composición y las características formales de la producción del genio.

Carla Cañellas. Muchachos trepando a un árbol
Carla Cañellas. Muchachos trepando a un árbol

Goya tras la cortinilla

Hasta el próximo 19 de febrero, la Galería Antonia Puyó zaragozana presenta “Goya tras la cortinilla”, una muestra colectiva que es fruto de la invitación de esta sala a seis artistas aragoneses (Jorge Isla, David Latorre, Cecilia de Val, Ignacio Guelbenzu, Víctor Solanas-Díaz y Olalla Gómez Valdericeda) de revisar los Caprichos del maestro coincidiendo con su 275º aniversario.

Guelbenzu exploró los ecos comerciales de su apellido y ha producido diversas obras a partir de una lata de frijoles de marca GOYA, de algún modo recuperando su honor; Isla, por su parte, atendiendo a su habitual estrategia de reciclado tecnológico, se ha hecho con tarjetas telefónicas de segunda mano para componer con ellas un mosaico que puede remitir a un Goya temprano y costumbrista.

Cecilia de Val exhibe selfies que se desgradan o diluyen, como aquellas imágenes del poder desenmascaradas en tiempos del de Fuendetodos y David Latorre escribe con ladrillos sus verdades, como Goya planteó las suyas en sus grabados. Víctor Solanas-Díaz ha recordado a sus brujas recuperando una obra temprana suya, de cuando colaboraba con su abuelo Manuel, taxidermista (una cabeza de macho) y Olalla Gómez materializa una interpretación feminista de esos grabados, a partir del capricho Ya tienen asiento, el número 26.

"Goya tras la cortinilla". Galería Antonia Puyó
“Goya tras la cortinilla”. Galería Antonia Puyó

VETA by Fer Francés se estrena con tres exposiciones

Está a punto de cumplir dos meses de funcionamiento la galería madrileña VETA, el nuevo proyecto de Fer Francés, que con su superficie cercana a 1.200 metros cuadrados es una de las salas de arte más amplias de la capital. Situada en el distrito de Carabanchel, presentará trabajos de artistas contemporáneos internacionales de trayectorias consolidadas y también de jóvenes autores.

Sus primeras muestras son “A La Calle”, de Abraham Lacalle; “Intermedio”, de Santiago Ydáñez y “Huesos de Santo”, de Matías Sánchez, a las que se suma una exhibición colectiva de obra sobre papel que reúne piezas de los tres artistas mencionados. Está previsto que en su programación cobre protagonismo la pintura, pero también tendrán cabida manifestaciones como la música, el cine o la fotografía.

El nombre de la galería, VETA, tiene que ver con las esencias. Según Fer Francés, si hay un origen en el engranaje artístico ese es el creador. De ellos surge todo. VETA es la franja que forma un dibujo en un material y que destaca por ser de diferente tono o de distinta materia. Es el comienzo de todo. De ahí el nombre de la galería.

Obras de Matías Sánchez que forman parte de la exposición "Huesos de santo" en espacio VETA
Obras de Matías Sánchez que forman parte de la exposición “Huesos de santo”, en espacio VETA

Cuatro grabados de Cassatt, para el Van Gogh Museum

El Van Gogh Museum de Ámsterdam enriquece sus fondos impresionistas: acaba de anunciar la adquisición de cuatro grabados apenas conocidos de Mary Cassatt, que fue contemporánea del holandés y miembro de la primera generación de pintores de aquel movimiento. Se trata de tres aguafuertes de gran formato en color y de una litografía; la decisión de aplicar tonos a esas piezas fue en aquel momento atrevida y sabemos que la autora se implicó por completo en su proceso, laborioso, de elaboración; de hecho, diseñó e imprimió ella misma la mayoría de sus trabajos gráficos.

La adquisición de las obras, largamente añorada en este centro, ha sido posible gracias a VriendenLoterij, la Mondriaan Fund, la Rembrandt Association y el círculo The Yellow House y formarán parte del recorrido expositivo de la colección permanente. Se encuentran en perfecto estado de conservación y pueden situarse entre los grabados más logrados de fines del siglo XIX.

Inicialmente escéptica al principio respecto a las posibilidades de la obra gráfica, sería hacia 1879 cuando reconoció Cassatt el atractivo de estas técnicas, como sus compañeros Edgar Degas y Camille Pissarro.

Su litografía adquirida por el museo holandés, In the Theatre (hacia 1880), es fruto de los primeros experimentos de la americana en ese medio: presenta a una mujer en un palco mirando el auditorio a través de unos prismáticos, mientras el resto del público la observa a ella misma. Se sabe que existe un número muy limitado de impresiones de esta imagen.

El resto de los grabados (The Fitting, The Letter y Woman Bathing) datan de 1890-1891 y forman parte de una serie llamada The Ten, un conjunto de diez trabajos con los que Cassatt afianzó su prestigio como grabadora. Se inspiró para su realización en una colorida serie de impresiones japonesas sobre madera que se mostraron en 1890 en París y de las que habló a Berthe Morisot: Podríamos ir a ver los grabados japoneses en el Beaux-Arts. En serio, no te lo puedes perder. Tú que quieres hacer impresiones en color, no podrías soñar con nada más hermoso. Lo sueño y no pienso en otra cosa que en color sobre cobre.

Exploró en estas piezas los rituales íntimos y cotidianos de una mujer de clase media-alta. En 1891, la decisión de producir grabados en color sería cuanto menos atrevida: era este un procedimiento complejo y laborioso que los artistas solían subcontratar. Sin embargo, Cassatt participó en todas sus fases: pasó meses trabajando en estrecha colaboración con el maestro Leroy en la impresión, el acabado, el entintado…

Los grabados en color finalizados de esta autora son extremadamente escasos y menos de una docena han salido a la venta en las últimas décadas, de ahí el valor de los cuatro ahora llegados a Holanda, que reúnen sutileza técnica, carácter experimental y atención a la intimidad de las modelos.

Marý Cassatt. Woman Seated in a Loge (Au Théâtre), hacia 1880. Van Gogh Museum
Marý Cassatt. Woman Seated in a Loge (Au Théâtre), hacia 1880. Van Gogh Museum
Mary Cassatt. Woman Bathing (La Toilette), 1890-1891. Van Gogh Museum
Mary Cassatt. Woman Bathing (La Toilette), 1890-1891. Van Gogh Museum

El Meadows Museum dedicará desde marzo una muestra a Ignasi Aballí

A partir del 6 de marzo, el Meadows Museum de Dallas presentará la muestra “Meadows/ARCO artista destacado: Ignasi Aballí”, siendo el barcelonés el primer autor español en exhibir su trabajo en ese centro en el marco del programa MAS: Meadows / ARCO Artist Spotlight. Creado en 2019, es un proyecto del Meadows y la Fundación ARCO, de seis años de duración, cuyo fin es conceder visibilidad a la obra artistas españoles en el museo americano.

Aballí, cuya producción fue elegida para representar a España en la 59ª Bienal de Venecia, visitará Texas desde finales de febrero a primeros de marzo para participar, además, en programaciones educativas en la Universidad Metodista del Sur (SMU).

El museo exhibirá su reciente serie Palabras Vacías (2020), en la que aparecen términos como “INVISIBLE” y “ABANDONADO” en casi una treintena de planchas individuales de hierro galvanizado, colgadas a la altura de los ojos. Aballí ha creado las palabras -la mayoría adjetivos que son sinónimos de ser invisible u olvidado- cortándolas del metal, generando así un significado desde el espacio negativo. El sentido de las palabras en sí, conjugado con la forma en que han sido escritas, da lugar a un diálogo entre el lenguaje y la imagen, y entre el significado y el significante. Enfrentado al espacio vacío, el espectador estará viendo el significado de las palabras en el lugar de solo las palabras en sí mismas.

Palabras vacías. Ignasi Aballí en la galería Elba Benítez, Madrid, hasta junio 2020
Ignasi Aballí. “Palabras vacías”. Galería Elba Benítez, 2020

En la muerte de Jonathan Brown

Ha muerto, a los 82 años, Jonathan Brown, el gran hispanista estadounidense que dedicó el conjunto de su trayectoria a estudiar la pintura del Siglo de Oro español y, especialmente, a Velázquez. Dirigió la tercera edición de la Cátedra del Museo del Prado y en el mismo centro comisarió exposiciones históricas como “Velázquez, Rubens y Van Dyck” (1999) o “La Almoneda del Siglo. Relaciones artísticas entre España y Gran Bretaña. 1604-1655” (2002).

Miguel Falomir, director de la pinacoteca, le ha dedicado hoy este obituario: El fallecimiento de Jonathan Brown es una gran pérdida para la historia del arte español y una tristísima noticia para el Museo del Prado. El mejor modo de resumir la larga y fecunda relación entre el hispanista estadounidense y la institución es afirmando que el Museo del Prado ha sido tan importante para Brown como Brown lo ha sido para el Museo del Prado. Brown visitó el Prado por primera vez en 1958 y ahí surgió su amor por el arte español, a cuyo conocimiento y difusión contribuyó de forma decisiva. Fue uno de los mayores especialistas en nuestro Siglo de Oro, autor de decisivos trabajos sobre Murillo o Ribera y máxima autoridad en Velázquez, pero su curiosidad le llevó igualmente al Renacimiento, Goya o Picasso. Dos ideas recorren estos escritos: salvar la separación entre arte y sociedad imperante en nuestra historiografía hasta entonces, y resituar el arte español en su contexto europeo y global, inquietudes plasmadas en publicaciones como Imágenes e ideas en la pintura española del si­glo XVII (1981) o El triunfo de la pintura: sobre el coleccionismo cortesano en el siglo XVII (1995), y en su interés último por una aproximación integral al arte hispánico que incluyera el realizado en los virreinatos americanos. De este magisterio intelectual se han beneficiado generaciones de historiadores y, muy particularmente, quienes disfrutaron de su generoso tutelaje en el Institute of Fine Arts de Nueva York, entre ellos varios profesionales del Museo del Prado.

La relación de Brown con el Museo del Prado se dilató durante 64 años y evolucionó a la par que lo hacía su trayectoria vital y profesional. Empezó visitándolo como turista y estudiante, después como estudioso de sus fondos, y mantuvo con él una relación aún más estrecha como miembro de su consejo científico y comisario de las exposiciones “Velázquez, Rubens y Van Dyck” (1999) y “La almoneda del siglo: relaciones artísticas entre España y Gran Bretaña, 1604-1655”, (2002), esta última realizada en colaboración con su íntimo amigo y recurrente colaborador sir John Elliott. Asiduo conferenciante en el museo, en 2012 fue titular de la Cátedra del Prado, dejándonos unas interesantísimas Reflexiones de un hispanista a la sombra de Velázquez, cuya lectura revela hasta qué punto el Prado fue fundamental en su vida.

Pero más allá de esta dilatada relación profesional e institucional, Brown sintió el Prado como algo propio. Sufrió con sus malos momentos y contribuyó decisivamente a superarlos a través de un decidido activismo en los medios y discretas pero eficaces gestiones personales. Ahora que parece inminente el inicio de las obras del Salón de Reinos, conviene recordar que sin Brown y Elliott, que dedicaron en 1980 a este espacio palaciego uno de los libros más bellos e influyentes sobre el siglo XVII español (Un palacio para el rey: el Buen Retiro y la corte de Felipe IV), probablemente nunca hubiera sido una realidad. Su inauguración será el mejor modo de recordar y agradecer su gran contribución al Museo del Prado y a nuestro país.

Jonathan Brown