Fichados

Sandra Paula Fernández

Sandra Paula FernándezNOMBRE: Sandra Paula

APELLIDOS: Fernández

LUGAR DE NACIMIENTO: Oviedo

FECHA DE NACIMIENTO: 1972

PROFESIÓN: Artista

 

En el trabajo de Sandra Paula Fernández nos fijamos en 2012, más o menos por estas fechas porque la conocimos en la feria ESTAMPA, cuya última edición ha tenido lugar este pasado fin de semana. Entonces ella participó en una sección llamada ESTAMPA se mueve, comisariada por Cordero de Ciria, de la mano de la Galería Liebre, tristemente ya cerrada. Esa sala tuvo mucho que ver en sus inicios como artista, como nos contará ella.

La obra de esta autora, entonces y ahora, tiene mucho que ver con lo que la vida moderna tiene de ansia y de consumo, en múltiples frentes: nuestro afán por devorar el planeta y sus recursos, los animales, todos los bienes puestos a nuestra disposición, la misma información… y a la mujer cosificada y sexualmente explotada. Estos asuntos los aborda haciendo más hincapié en la crítica o en el humor en función de los proyectos concretos, sirviéndose también de medios muy diversos, desde los que remiten a tradiciones manuales, como el bordado, a la tecnología, pero en cualquier caso desde el compromiso, el suficiente para situar al espectador frente a su propia desorientación en un entorno que le invita constantemente al hedonismo.

Sandra Paula Fernández. Arte público: la vida no es solo coser y bordar
Sandra Paula Fernández. Arte público: la vida no es solo coser y cantar, 2015

Como siempre, antes de hablaros de su obra, hacemos las presentaciones: Sandra Paula, que actualmente vive y trabaja en Madrid y se licenció en Bellas Artes en la Universidad de Salamanca, en la especialidad de pintura, cuenta también con un máster en edición de vídeo y motion graphics en el CEI y ha presentado muestras individuales en la Sala Borrón de su ciudad, la Galería Liebre y el Museo Arqueológico ovetense, esta última en 2016, en el marco de Al Norte. En exhibiciones colectivas viene participando desde mediados de los noventa, y habéis podido conocer su trabajo en diversos espacios salmantinos, el claustro benedictino de San Casiano, la Sala LAi y Espacio Líquido, en Gijón; la Sala del Banco Herrero de Oviedo, la Galería Gema Llamazares (que actualmente la representa), el MUVIM valenciano, el Museo de la Universidad de Alicante, la Galería Punto, el MAC coruñés, la Galería Fernando Pradilla o La Casa Encendida, y en ferias como JustMAD o la citada ESTAMPA.

En dos ocasiones ha sido seleccionada en la Muestra de Artes Plásticas del Principado de Asturias (2003 y 2007), en 2012 participó en el Festival valenciano INCUBARTE, tres años después fue finalista de la 1º Convocatoria de Arte Electrónico de la Outsiders Arts Foundation y más tarde ha obtenido una Beca Generación AlNorte (2016) y el Premio de adquisición de la Bienal Miquel Navarro de Mislata (2017). Su obra forma parte de colecciones como la Colección Liberbank de Asturias, la Fundación Canaria para el Desarrollo de la Pintura y la Nueva Colección Pilar Citoler.

Hemos preguntado a Fernández por sus comienzos y nos cuenta que, a la hora de dedicarse en firme a la creación, tuvo mucho que ver la confianza que depositó en ella la Galería Liebre. Es una de las primeras artistas en mencionar la importancia del apoyo de una galería en esos inicios tan difíciles de encauzar sin respaldos: Ha sido un proceso largo y duro. No empecé a trabajar profesionalmente como artista hasta que, hace seis años, la Galería Liebre de Madrid me dio una oportunidad. Desde entonces, no he parado de soñar y de hacer cosas. Ahora ya me atrevo a decir de mi misma que soy artista y me reconozco como tal, me siento cómoda llevando ese traje y reinventándolo para la ocasión.

En lo que no es la primera Paula es en reconocer la dificultad de acostumbrarse al término. Antes hemos adelantado algunos de sus intereses: casi nada humano le es ajeno, desde nuestra ruptura de puentes con las tradiciones y las normas morales del pasado hasta ese reino del exceso y el consumo que ni la poderosa crisis ha podido desprestigiar. Prácticamente cada una de sus obras nos deja ver el vacío subyacente tras ese horror vacui de errores y placeres de usar y tirar en el que vivimos inmersos y la desinformación que provoca, o al menos esconde, el exceso de información no digerida. Detecta lo que tiene de adormecedora la abundancia de lo innecesario.

Sus obras nos invitan a romper con la inercia de la rapidez al mirar y al pensar, a detenernos y sentirnos apelados. En su trabajo la naturaleza y la mujer –culturalmente enlazadas desde siempre– son las grandes damnificadas por esa devoción a la satisfacción sin consecuencias de los instintos –y deberían ser las primeras beneficiarías de cualquier modelo de crecimiento sostenible–, pero son posibles muchas capas de lectura: Me interesa un arte que vaya más allá de lo puramente estético, no forzosamente político, pero que dialogue con el entorno y que de alguna manera cuestione la realidad y plantee interrogantes.

El ecofeminismo condensa dos de mis preocupaciones principales, como son el conseguir una igualdad real entre hombres y mujeres y la construcción de un modelo de desarrollo sostenible y responsable, en la idea de que todos los animales, humanos y no humanos, somos ecodependientes e interdependientes.

Como artista entiendo que es necesario revisar y reflexionar sobre determinadas prácticas y relaciones asentadas por la tradición patriarcal que han derivado en este nocivo modelo neoliberal para hacer una reflexión desde una perspectiva medioambiental y de género. Como recuerda Alicia Puleo, “es hora de dar un salto cualitativo para dejar atrás una sociedad androcéntrica ecológicamente devastadora”.

Sandra Paula Fernández. La guerra, 2012
Sandra Paula Fernández. La guerra, 2012

En esa línea, a la hora de citar sus referentes, Sandra Paula menciona a artistas que comparten con ella temáticas de trabajo y también a las mujeres que han vertebrado el camino del feminismo: Mis referentes son múltiples y forman una amalgama heterogénea. Van desde lecturas que me han marcado, al cine, a artistas de mi generación que me inspiran por cómo entienden su trabajo y lo llevan a cabo, o a personas anónimas y generosas que luchan por un cambio real en los derechos de los animales, la ecología, el feminismo…

Por ejemplo, Jane Goodall, mi amiga y gran artista Chechu Álava, Blancanieves, Nancy Spero, Judith Butler, María Moldes, Ruth Toledano, Rafa Doctor, Agnes Varda, Alicia Puleo, Vandana Shiva, El Caballo de Nietzsche, Federico Granell, Jane Campion, mi compañero de taller Esteban Barba, Clara Campoamor, Ana Mendieta, Silvia Plath, Sofonisba Anguissola, Virginia Woolf, Hanna Arendt, María Blanchard, Violeta Parra, Wislawa Szymborska, Joyce Carol Oates, Niño de Elche, Louise Bourgeois, los manuscritos iluminados en la Edad Media, Coetzee y su Elizabeth Costello…

Sandra Paula Fernández. Rabbit XXL, 2012
Sandra Paula Fernández. Rabbit XXL, 2012

Como adelantábamos, su producción es multidisciplinar: Los formatos y las técnicas varían y se acomodan a las obras. Empleo el vídeo para narrar pequeñas historias y gags, el ordenador y la tableta gráfica para dibujar series que después imprimo sobre dibones de diversos tamaños, paneles iluminados por leds, que reproducen secuencias animadas con mensajes directos, o técnicas más tradicionales, como el punto de cruz, que empleo para trasladar textos reales de anuncios de contactos extraídos de periódicos o de internet, frases de manifestaciones…

Los asuntos que esta artista aborda y borda, a la vista está, son serios, pero no renuncia Sandra Paula a conjugar la evidente crítica social con un componente lúdico que contribuya a atrapar al espectador, a llamar su atención. Descontextualizando, por ejemplo, personajes de Disney para presentárnoslos al modo de figuras emblemáticas de la Historia del Arte, a veces adoptando técnicas y formatos que también remiten a los clásicos, permite atraer la mirada de públicos muy diversos, y es una jugada sabia: sus mensajes conciernen a todos y no pueden destinarse solo a colectivos cerrados capaces de manejar otros lenguajes y herramientas.

Nos cuenta que su producción la ha desarrollado, hasta ahora, en tres vertientes: paneles de leds, impresión digital y vídeo y bordados.

Con los primeros llevó a cabo Rabbit XXL, un proyecto que, en palabras de Pérez Pont, reproduce secuencias animadas con mensajes directos, cargados de ironía, con personajes y elementos que forman parte de esa cultura de masas infantilizada que tan fácilmente recala en lo primario. Sabe Fernández cómo hacer que no desviemos la mirada y se sirve de nuestra curiosidad para sus fines: Estas pequeñas narraciones las construyo como si fueran fotogramas muy simples y que son capaces de captar nuestra atención de forma inmediata. Como ávidos consumidores de imágenes siempre queremos ver más, saber cómo termina la historia.

Entre sus impresiones digitales destaca La guerra, donde aunó feminismo y pacifismo, recordando las motivaciones de ciertos conflictos: Blancanieves lucha contra el ejército americano y la imagen está tomada del cartel que anuncia la película “El ataque de la mujer de 50 pies”. En la parte inferior se puede ver una manifestación a favor de la paz y la denuncia de las guerras por el petróleo o el entierro de un soldado americano en varias secuencias ordenadas por números.

Otro de sus proyectos más sólidos hasta ahora, en el mismo ámbito de la impresión digital, es Ronald & Friends, en el que uno de los tres elementos eternos acude a salvarnos de nuestro mal consumista en el templo mismo de nuestros pecados: Aparecen todos los tópicos de las películas de zombies en los centros comerciales, aunque en este caso se dirigen sospechosamente hacia al McDonalds defendido por un grupo de soldados americanos. Una escena que siempre se repite en estas películas y que quise resaltar es la del coche perseguido que termina estrellándose contra el luminoso de esa cadena y sus héroes muertos. Hago un homenaje a este género en las carteleras diseminadas por todo el dibujo anunciando películas famosas. Del ataque zombie nos salvaba un fuego purificador.

En la vertiente ecológica de su obra se sitúa su proyecto del año pasado Saving the Amazon!, heredero del anterior Save the Artic!: Saving the Amazon! incide en la destrucción de la Amazonía por el hombre, continuando el camino abierto por Save the Arctic!, donde resaltaba las disparatadas faenas efectuadas por el hombre en el Ártico y su impacto en el medio ambiente. Supone una crítica cargada de ironía acerca de la antropización radical del territorio y de cómo el ser humano es capaz de arrasar con la naturaleza si el beneficio económico que pueda obtener de ello se cruza en su camino.

Mi intención es crear un entorno audiovisual mediante un panel que contiene seis videos integrados donde se recrean situaciones límite y absurdas que ponen en peligro este ecosistema tan frágil y vital para el planeta. Algunos temas sobre los que incido son la deforestación del Amazonas y el impacto ecológico, la caza furtiva, las especies en peligro de extinción, los activistas desarrollando algunas acciones de defensa, el comercio ilegal de la madera, la expansión de la frontera agrícola para cultivo de soja, la expansión ganadera para obtención de carne, la violación de derechos humanos y el trabajo esclavo…

Sandra Paula Fernández. La guerra, 2012
Sandra Paula Fernández. La guerra, 2012
Sandra Paula Fernández. Ronald & Friends, 2012
Sandra Paula Fernández. Ronald & Friends, 2012
Sandra Paula Fernández. Saving the Amazon!, 2017
Sandra Paula Fernández. Saving the Amazon!, 2017
Sandra Paula Fernández. Hombrecitos, 2017-2018
Sandra Paula Fernández. Hombrecitos, 2017-2018

En cuanto a sus bordados, mientras continúa trabajando en su serie Hombrecitos (ya ha realizado una decena), nos habla Sandra Paula de Arte Público: La vida no es solo coser y cantar, una propuesta nacida de los anuncios de prostitución en prensa (que, sí, aún no han desaparecido). Apunta a hipocresías: La pieza consta de 12 textos bordados con hilo negro sobre panamá, cada uno de ellos con un tamaño de 52 X 41 cm y enmarcados con un marco de madera negro.

Escogí este título porque antiguamente una “mujer pública” era un eufemismo con el que se designaba a las prostitutas. Los textos están extraídos de la sección de contactos de varios periódicos nacionales.

Estos textos, que pasan generalmente desapercibidos entre las páginas de los periódicos, ponen de relieve toda su dureza cuando se muestran a gran tamaño en una sala de exposición.

Empecé a bordarlos porque creo que son importantes y dan pistas acerca de nuestra sociedad actual y de la doble moral que exhibe en torno a estos temas. Y elegí el punto de cruz porque tiene, además, una carga sexista asociada a algo ñoño y bonito propio de amas de casa desocupadas.

Llamatívamente, si los textos tomados de la prensa se nos hacen más crudos al aumentar su tamaño de fuente (respetando ortografía y formato en lo posible), los que ha seleccionado de páginas webs no necesitan zoom para destacar por su sordidez y por un humor mucho más negro que verde.

También con panamá bordado, y en el marco de la serie Las mujeres malas lo hacen todo por las buenas, realizó Enfermera, en la línea del proyecto anterior y con una subrayada ironía: Tiene, además, la carga añadida de ser un trabajo muy crítico con el momento de crisis reciente que se vivió en España y del que aún estamos saliendo. Por eso también me pareció interesante.

Entre sus proyectos bordados más recientes se encuentra #Tod@saun@, que se presentó el pasado septiembre en la muestra “FOV Tod@s a una”, comisariada por Luis Feás, en la Plaza Trascorrales de Oviedo. La unión popular narrada por Lope en Fuenteovejuna, eje de la muestra, recordó a la artista lo vivido en la última gran manifestación feminista en Madrid: Este proyecto, #Tod@saun@, es un gran tapiz bordado con frases que pude recoger de la última manifestación del 8M a la que asistí en Madrid y que sobrepasó todas las expectativas puestas en ella.

Con esta obra lo que pretendo es aunar dos voces, una más tímida y privada pero también colorista y vibrante, representada por las cintas de colores y las cenefas, las tiras de lentejuelas y de madroños, las puntillas y los volantes tantas veces usados en la confección de vestidos y ajuares de novia y que permanecen encerrados en el ámbito de lo doméstico, y por otro lado, una voz liberada de su mordaza, reivindicativa, que sale a la calle y la conquista, condensada en cerca de trescientas frases que dan voz a distintos colectivos y etnias.

Conoced mejor a Sandra Paula en su web: sandrapaula.es/

Sandra Paula Fernández. #Tod@saun@, 2018
Sandra Paula Fernández. #Tod@saun@, 2018

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