Sobre objetos, catalogaciones y algunas objeciones

Los ganadores de Generación 2016 exponen en La Casa Encendida

Madrid,

Ignacio Bautista, Eva Fàbregas, Enric Farrés Duran, Jaume Ferrete Vázquez, Nuria Güell, Tamara Kuselman, Daniel Martín Corona, David Mutiloa, Julia Varela y Juan Zamora han sido los diez artistas elegidos entre medio millar de candidatos como ganadores de Generación 2016. Hasta el 10 de abril podemos ver en La Casa Encendida los trabajos que les han valido este premio.

Sus proyectos, dotados con 10.000 euros cada uno, han sido escogidos por un jurado integrado por Ellen Blumenstein, Conservadora Jefe del KW Institute for Contemporary Art de Berlín; el crítico y comisario Óscar Alonso Molina y Manuel Segade, recientemente nombrado director del Centro de Arte Dos de Mayo de Móstoles, y todos ellos prestan atención a los objetos y a las distintas vías empleadas en su representación, ya que el lema de esta edición de Generaciones es “Sobre objetos, catalogaciones y algunas objeciones”.

Hay que recordar que fue en el pasado s XX cuando, fundamentalmente a partir de Duchamp, muchos artistas convirtieron a los objetos mismos en obras de arte, fuese a través de ligeras intervenciones o de claras manipulaciones; el camino se inició con los ready-made de la gran figura del Dadá y tuvo su continuación en el trash art y el junk art y, sobre todo, en el Pop.

Los diez seleccionados en Generación 2016 presentan en la muestra de La Casa Encendida, comisariada por Ignacio Cabrero, propuestas muy variadas (esculturas, performances, piezas conceptuales) con y sin objetos pero siempre partiendo de ellos e incorporando, en muchas ocasiones, referencias al archivo, la catalogación, la documentación, la biografía o el dieño industrial.

Ignacio Bautista. Idolatría, 2016
Ignacio Bautista. Idolatría, 2016

ASÍ SON LOS PROYECTOS GANADORES

Ignacio Bautista, que en sus obras ya solía trastocar la apariencia visual de los objetos para modificar también su percepción, ha partido para su instalación Idolatría de imágenes que ha encontrado en Internet de objetos que no llegaron a ser fundidos por los colonizadores españoles de América del Sur para realizar con esas fotografías un fundido visual cuyo resultado es un envoltorio dorado. Al disponer este envoltorio sobre objetos anodinos les hace perder su función propia y los convierte en símbolo de identidades colectivas perdidas.

Fàbregas, exploradora de la que podríamos llamar “vida social” de los objetos como mediadores entre las personas, se ha basado en un corto comercial de los Eames sobre el primer sofá ready-to-assemble para explorar hasta qué punto ese primer sofá desmontable puede considerarse germen de la globalización objetual de hoy.

Eva Fàbregas. The Role of Unintended Consequences (Sofa  Compact), 2016
Eva Fàbregas. The Role of Unintended Consequences (Sofa Compact), 2016

En Establecer un principio de procedencia, Enric Farrés reflexiona sobre la presentación e objetos cotidianos en contextos artísticos, sobre la noción de autoría de las obras de arte y la autenticidad de los originales. Presenta más de 2000 papeles que parecen componer un archivo y que no sabemos si han sido creados por él o son encontrados, si son falsos o reales, ya que su principio de procedencia es subjetivo: se trata de cartas, recetas, cheques, dibujos o incluso documentos judiciales.

Enric Farrés. Establecer un principio de procedencia, 2016
Enric Farrés. Establecer un principio de procedencia, 2016
Jaume Ferrete Vázquez. Voder, 2016
Jaume Ferrete Vázquez. Voder, 2016

Jaume Ferrete trabaja con la voz y no desarrolla sus proyectos en espacios expositivos convencionales, sino en conciertos, actos docentes, performances o en la red. Voder, su obra ganadora, es una pieza online nacida de su encuentro con diversos objetos: la máquina parlante Euphoria, el primer sintetizador electrónico de voz y documentos vinculados precisamente a la historia de la síntesis de la voz.

En cuanto a Nuria Güell, muchos la conoceréis por sus trabajos en torno a la ética del poder los abusos que entran dentro de la legalidad y la moralidad dominante. Reflexionando sobre el controvertido asunto de las nacionalidades, en La Casa Encendida nos muestra Apátrida por voluntad propia. Sobre el desafío de lo posible, un proyecto en el que rechaza la nacionalidad como construcción identitaria impuesta desde fuera.

Tamara Kuselman ideó durante una residencia en Banff (Canadá) una performance para la que invitó a Evelyn Donnelly a articular una coreografía en una sala de conferencias mientras oía una voz que parecía dirigirla.  Del resultado fueron protagonistas las sillas. En la exposición podremos ver Cerrar bien la puerta y tirar las llaves a la alcantarilla, que intercala una filmación de esa performance y escenas en 3D de interiores en los que se sucede otra coreografía en torno al mobiliario con la lectura de textos de Julio Cortázar.

El proyecto de Daniel Martín se llama You are the one y consta de una serie de dibujos que no pueden reproducirse fielmente: son obras únicas porque están formados por dispositivos de seguridad presentes en pasaportes, diplomas o billetes y, por tanto, no pueden falsificarse ni necesitan certificado de autenticidad. La obra pone de relieve cómo la técnica que permite un mundo hiperreproducible puede contener también esa reproducibilidad.

David Mutiloa ha tomado el título de un proyecto de Ettore Sottsass, Formal Exercise Nr 2, para presentar, en una estructura metálica a modo de display, fotografías que remiten al lenguaje publicitario y que revalorizan, a la vez que cuestionan, las ideas del italiano sobre nuestro sistema económico y de consumo; Julia Varela ha diseñado para Generación 2016 X/5.000, una instalación compuesta por televisores de plasma doblados que han perdido su función para convertirse en piezas artísticas y, por último, nuestro fichado Juan Zamora exhibe en La Casa Encendida Cuerpos de agua, un proyecto basado en su estudio de hojas, piedras, fósiles, maderas, restos óseos, maderas…recordando que para algunas comunidades indígenas de Sudamérica las masas de agua de la Tierra eran lugares sagrados a los que se lanzaban objetos de oro creyendo que cobrarían vida.

Zamora ha creado una decena de cuerpos de agua empleando materiales humildes y contrastando el cariz espiritual del agua y el oro en las culturas prehispánicas con el valor económico que tendrían después.

Por cierto, si queréis aprender más sobre Generaciones y sobre la actualidad del arte español, os anticipamos que el 2 de abril tendrá lugar en La Casa la jornada Cuando la emergencia se convierte en urgencia, en la que participarán artistas, comisarios, críticos, galeristas y coleccionistas.

 

Julia Varela. X/5.000, 2016
Julia Varela. X/5.000, 2016

 

Juan Zamora. Cuerpos de agua, 2016
Juan Zamora. Cuerpos de agua, 2016

 

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