Juan Asensio. Fragmentos de naturaleza suspendidos en el tiempo

La galería Elvira González acaba de inaugurar “Contra Natura”, una muestra de los trabajos más recientes del escultor Juan Asensio (Cuenca, 1959), en los que observamos una evolución significativa desde la abstracción geométrica, que no abandona por completo, hacia una mayor organicidad que ha terminando imponiéndose como su principal referencia y punto de partida. Inspirándose en formas de la naturaleza y en cómo la geometría está presente en muchas de sus estructuras, el artista reinterpreta el desarrollo y crecimiento de especies como el coral, o sintetiza, a través de un ejercicio de reduccionismo abstracto, formas de la naturaleza como hojas o espinas.

Asensio, que trabaja en series, parte de un patrón muy sencillo e imita el principio de la naturaleza basado en la máxima eficiencia y la mínima energía. En varias de las obras expuestas vemos, por ejemplo, el crecimiento de las estructuras desde el centro hacia los extremos. Otras presentan un patrón más aleatorio que no tiene que ver con el crecimiento y casi todas reflejan contraste entre una parte geométrica, generalmente en la base o en la parte posterior, y otra más orgánica. En estos casos, esa tensión, que también existe en la naturaleza, es la que el artista intenta disociar para hacerla más evidente, exagerándola, y volviéndola a fusionar.

El objetivo de estas esculturas es conseguir instantes, fragmentos de naturaleza suspendidos o paralizados en el tiempo y, como Asensio indica, “la idea es intentar comprender mejor el mundo que me rodea a través de la observación de la naturaleza y sus patrones. De manera más intuitiva que científica y después de un profundo análisis estético, mostrar mis conclusiones a través de mi obra.”

A la hora de trabajar, el artista desarrolla un proceso en el que siempre hay un primer análisis formal y una reflexión estética a través de pequeñas piezas en las que va introduciendo variaciones hasta dar con lo que quiere. En casi todos los casos, tras la realización de la escultura con materiales sencillos, como si de una maqueta a tamaño real se tratase, el patrón elegido es enviado digitalmente a un brazo robótico que fresa y da forma a la obra final, en la que se logran unas texturas muy especiales. Estas son, precisamente, las que marcan la diferencia, ofreciendo un acabado que, curiosamente, no nos permite distinguir si ha sido realizado por una máquina o por la mano del hombre.

Las cerca de veinte obras expuestas, varias de ellas fechadas en este 2020, son un pequeño catálogo de materiales, cada uno elegido específicamente por sus propiedades, entre los que encontramos alabastro, mármol blanco yugoslavo, mármol negro de Bélgica, mármol travertino rojo, granito negro de Zimbabue y aluminio fundido. Este último, menos frecuente en la producción de Asensio, le permite realizar piezas de gran tamaño para ser colgadas en la pared y además conseguir colores difíciles de lograr con la piedra u otros materiales naturales. Sin embargo, el acabado mate y la textura de cera que le da a estas obras sigue otorgándoles una apariencia muy orgánica, como vemos en la gran escultura roja que cuelga en la primera sala de la exposición, en claro contraste con los alabastros que tiene alrededor.

Asensio, que no suele poner nombre a las exposiciones ni a las piezas, introduce en esta ocasión una novedad en esa manera de hacer, motivado por las sensaciones y contradicciones que le provoca el trabajar en obras en las que  busca la máxima organicidad y al mismo tiempo sentir que, de alguna manera, lo que está haciendo es cosificar la propia naturaleza. De ahí surgió el “Contra Natura” que da título a la exposición y con el que puede liberarse de esa tensión.

Esta es la novena exposición de Asensio en Elvira González, que también mostrará su obra reciente en la próxima edición de ARCOmadrid.

 

“Contra Natura”

GALERÍA ELVIRA GONZÁLEZ

c/ Hermanos Álvarez Quintero, 1

Madrid

Del 15 de febrero a abril de 2020