Tras recibir el Premio Tomás Francisco Prieto correspondiente a 2018, José Manuel Broto presenta, en el Museo Casa de la Moneda de Madrid hasta el próximo 15 de marzo, la muestra “Algunos colores”, que quiere servir de homenaje tanto a su labor creativa como a su influencia intelectual en otros autores.
La exhibición repasa la trayectoria de Broto centrándose en su uso del color como elemento fundamental en su pintura, no como complemento o elemento ornamental; las tonalidades han sido para él un hilo narrativo y les ha concedido una intensidad y una brillantez individualizadas en cada caso, sirviendo a propósitos compositivos.
Y justamente los colores estructuran la exposición de la Casa de la Moneda, en la que además podemos leer textos del artista pertenecientes al ensayo que da nombre al proyecto. El recorrido comienza con el blanco y el negro, los “no colores”, para a continuación, bajo el epígrafe de El espectro visible, repasar sus obras en rojos, naranjas, amarillos, verdes, azules, añiles y violetas; es decir, en los colores del arcoíris en el espectro visible, los colores del espectro puro.
La siguiente sección es La Tierra, dedicada a trabajos en ocres, marrones y grises; dice Broto que “el marrón es como la tierra”. Y el recorrido termina con el Arco iris, entendido como la “culminación”: un diccionario de colores sugiere poesía, que para este autor es siempre es luz y revelación.
Comisaría la muestra Lola Durán Úcar, quien explica que en los cuadros de Broto no hay una transcripción visual del entorno, sino la voluntad de reconstruir, junto a los espectadores, otro mundo posible.
