Medardo Rosso y Mathieu Pernot nos esperan hasta enero en su sede en Recoletos (Madrid), y William Eggleston y los ganadores de KBr Flama en su espacio en Barcelona, pero la Fundación MAPFRE ha dado a conocer ya la docena de exposiciones que en 2024 nos ofrecerá en ambas ciudades, dedicadas, como es habitual en sus líneas de trabajo desde hace años, a la pintura de finales del siglo XIX y principios del XX y a los grandes fotógrafos del siglo pasado.
Las primeras en inaugurarse, en Madrid, serán “Chagall. Un grito de libertad”, centrada en la producción más comprometida del artista de Vitebsk, y una exhibición del fotógrafo sueco Christer Strömholm; las dos podrán verse desde el 2 de febrero.
La de Chagall, organizada en colaboración con La Piscine – Musée d’Art et d’Industrie André-Diligent de Roubaix y el Musée National Marc Chagall de Niza, incidirá en su constante humanismo y en su atención a los asuntos sociopolíticos de su tiempo: las dos guerras mundiales y su exilio en Estados Unidos, sus orígenes judíos y las diversas culturas que conoció desde que se marchó del Imperio ruso, marcaron una trayectoria ligada a la reivindicación de la tolerancia y la paz y no solo al cromatismo vivo. De Strömholm, fallecido hace algo más de dos décadas, podremos repasar la evolución de su carrera desde su participación en el colectivo germano Fotoform, a principios de los cincuenta, hasta la realización de ensamblajes de objetos encontrados en su etapa final, pasando por las instantáneas que realizó en sus múltiples viajes por el mundo y en las calles, y sus retratos de artistas.
El Centro de fotografía KBr de Barcelona, por su parte, abrirá la temporada el 15 de febrero con las exhibiciones “Consuelo Kanaga: Atrapar el espíritu” y “La cámara doméstica. La afición fotográfica en Cataluña (ca.1880-1936)”. Kanaga, fotógrafa estadounidense cuya obra recorrió buena parte del siglo XX, buscó documentar cuestiones sociales ligadas a la urgencia, desde la pobreza en las ciudades y los derechos laborales hasta la violencia racial y la desigualdad. Procuró, asimismo, defender las posibilidades formales y poéticas de la fotografía como disciplina artística y conoció a fondo las tendencias vanguardistas que se desarrollaban tanto en San Francisco como en Nueva York, abriendo camino a otras autoras. En esta antología ha colaborado el San Francisco Museum of Modern Art, y avanzando el año podremos visitarla también en Madrid.
En cuanto a “La cámara doméstica”, su recorrido analizará el fenómeno de la fotografía amateur y popular en Cataluña con carácter previo a la Guerra Civil, prestando atención a temas y motivos que fueron entonces recurrentes. Estudiará la muestra quiénes practicaron con la cámara como afición y cómo se consolidó el lenguaje de la fotografía amateur y popular en los inicios del siglo XX, atendiendo a las convenciones del mercado internacional, las aspiraciones técnicas y artísticas de los autores aficionados y el contexto cultural y social catalán.
De nuevo en Madrid, el 25 de mayo se abrirá allí el mencionado proyecto de Kanaga y la antología “David Goldblatt: sin segundas intenciones”. Este último autor abordó en sus composiciones asuntos relacionados con la historia y la política de Sudáfrica, y en buena medida supo desarrollar un registro visual del drama del apartheid. Facilitarán su llegada a Madrid el Art Institute de Chicago y la Yale University Art Gallery de New Haven.
Las exhibiciones que en verano podremos disfrutar en KBr estarán dedicadas a Louis Stettner y a la chilena Paz Errázuriz. El fotógrafo neoyorquino, cuya obra ya pasó por Madrid, dedicó casi setenta años de su vida a la fotografía, especialmente a la callejera cuando residía en Estados Unidos y a la humanista mientras permaneció en Francia. Formado en la Photo League, entabló relación con Sid Grossman, Weegee y Brassaï, que sería su mentor, y también desarrolló un elevado concepto del compromiso social.
Entretanto, la exposición de Paz Errázuriz albergará una selección de las 170 fotografías que la Fundación MAPFRE adquirió de la chilena en 2018; en ellas esta artista trató de visibilizar la vida de las víctimas de la dictadura de Pinochet alejándose del fotoperiodismo clásico y centrándose en la observación de la condición humana.
Culminarán 2024 en Madrid tres exposiciones: “Paul Durand-Ruel y los últimos destellos del impresionismo”, una muestra sobre Weegge y “31 mujeres”. La primera busca difundir entre el público la figura de este marchante y mecenas, que protegió el arte de su época desde su galería parisina y también desde las que abrió en Londres y Nueva York, pero además nos permitirá aproximarnos al trabajo de autores postimpresionistas no demasiado conocidos, siendo más o menos afines a esa corriente, como Henry Moret, Maxime Maufra, Gustave Loiseau, Georges D’Espagnat y Albert André. Con todos ellos firmó Durand-Ruel un contrato “moral” de exclusividad.
En colaboración con la Fondation Henri-Cartier Bresson, la Fundación MAPFRE nos invitará, asimismo, a profundizar en las imágenes de Arthur H. Fellig, Weegge, célebre por sus fotografías documentales de los treinta y los cuarenta y por las que brindó, desde 1945, al universo hollywoodiense.
En cuanto a “31 mujeres”, hará referencia a la exhibición con ese título que en 1943 Peggy Guggenheim organizó en su sala neoyorquina Art of This Century, con Max Ernst y Marcel Duchamp como asesores, contando únicamente con trabajos de artistas (mujeres), algunas célebres en el tiempo y otras olvidadas; la mecenas buscó subrayar sus roles artísticos más allá de la concepción de la musa.
Por último, en Barcelona, el año se cerrará con una retrospectiva de Henri Cartier-Bresson, que además de fotógrafo y fundador de Magnum fue pintor, dibujante, cineasta, antropólogo y humanista. Esta muestra, la primera suya en la capital catalana, hará igualmente hincapié en compromiso con los derechos sociales y la población desfavorecida, además de en su rol de cronista de grandes episodios del siglo pasado.
En la Avenida Litoral compartirá salas con los ganadores de KBr Flama’24, seleccionados entre los estudiantes de Idep Barcelona, IEFC, Elisava, la Facultad de Diseño e Ingeniería de Barcelona y la escuela Serra i Abella, que se suma a este proyecto.
