”Y”, una invitación a escapar de nuestra realidad cotidiana

Carsten Höller, protagonista en el Centro Botín junto a Goya y los artistas de la Colección

Santander,
Kanarienwaage (Balanza de canarias), 2010  12 Canarios machos: 6 Timbrado Español y 6 Harzer Roller; estructura y pajarera: metal con recubrimiento de polvo, alambre de metal, tornos para subir y bajar la escala, perchas de madera, arena, cuencos de arcilla con semillas, tubos de agua potable, casas de plástico con agua.  Pajarera: Ø 180 x 250 cm c/u; dimensiones totales: 372 x 180 x 980 cm.  Cortesía del artista y Galería Massimo di Carlo, Milán / Londres / Hong Kong.  ©Attilio Maranzano
Carsten Höller. Kanarienwaage (Balanza de canarias), 2010. 12 Canarios machos; pajarera: Ø 180 x 250 cm c/u; dimensiones totales: 372 x 180 x 980 cm. Cortesía del artista y Galería Massimo di Carlo, Milán / Londres / Hong Kong. ©Attilio Maranzano

Al hablar de la apertura del nuevo Centro Botín de Santander, hace unas semanas, ya os contamos que una de las exposiciones escogidas para su inauguración había sido “Y”, dedicada al trabajo de Carsten Höller. Hoy volvemos a ella con un poco más de detalle porque sabemos que sois muchos los que estos días acudís a Santander para ver el Centro, pero también atraidos por eventos como Artesantander y el V Encuentro de Coleccionismo, arte contemporáneo y sociedad de la UIMP.

Esta es la primera exposición que un museo español le dedica a Höller (Bruselas, 1961), conocido en todo el mundo por sus famosos y vertiginosos toboganes, y ha contado para su realización con prestamos excepcionales, además de presentar alguna pieza producida recientemente por la Fundación Botín.

Es una exposición en la que todos (o casi todos) podrán encontrar un motivo de disfrute. La idea de Carsten Höller de hacer algo parecido a un parque de atracciones para la mente tiene un claro componente intelectual pero al mismo tiempo supone una ocasión perfecta para iniciar a los más pequeños en el arte contemporáneo, pues las piezas expuestas, ya sea por su espectacularidad, extrañeza o efectos visuales, serán el aliado perfecto para llamar su atención sobre lo que puede ser la creación contemporánea. Pero que nadie se lleve a engaño, tras su apariencia lúdica hay todo un planteamiento conceptual que forma parte del empeño creativo de Höller: ofrecernos la posibilidad de escapar a la lógica de nuestro entorno cotidiano. Sus objetos escultóricos se conciben como dispositivos con los que acceder a otra dimensión de nuestra realidad. Cada una de sus obras podría plantearse como un experimento, solo que aquí el resultado es impredecible porque depende de la decisión subjetiva del visitante. El artista propone y el visitante decide qué tipo de experiencia quiere, que para algunos será solo la contemplación o la valoración técnica de la pieza.

Sus objetos escultóricos se conciben como dispositivos con los que acceder a otra dimensión de nuestra realidad.

Elevator Bed (Cama ascensor), 2010 Acero, elevador eléctrico de tijera, paneles de madera, paneles acrílicos, sistema de control, cables, colchones, sábanas, nevera, cafetera eléctrica, luces de LED y bombillas. Ø 543 cm ; altura entre 163-425 cm. Colección Thyssen-Bornemisza Art Contemporary, Viena. ©Attilio Maranzano y Light Corridor (Pasillo de luz), 2016 Luces de LED, bombillas de LED, acero, vidrio laminado, acero inoxidable, sistema de control digital. 307 x 255 x 453 cm. Colección Inelcom Arte Contemporáneo, España. ©Attilio Maranzano
A la izquierda: Elevator Bed (Cama ascensor), 2010. Colección Thyssen-Bornemisza Art Contemporary, Viena. A la derecha: Light Corridor (Pasillo de luz), 2016. Colección Inelcom Arte Contemporáneo, España. Fotos: Attilio Maranzano

La propuesta por parte del artista de escoger cómo queremos hacer el recorrido aparece nada más entrar en la sala, con la obra “Y”, que da también título a la muestra. Detengámonos un momento en esta cuestión del título, algo que tiene una significación especial en cada una de las exposiciones de Höller. Ya habíamos visto algunos como “Experience” (New Museum, Nueva York, 2011), “Decision” (Hayward Gallery, Londres, 2015) o “Doubt” (Pirelli HangarBicocca, Milán, 2016). Ahora en Santander nos encontramos con “Y”, escogida por el artista para sintetizar muchas de las cosas que han ido pasando por su mente en los últimos veinticinco años pero que también hace referencia a la decisión que tendrá que tomar el visitante nada más acceder a la sala, porque Y es también una bifurcación. A la Y (ípsilon) griega se la conoce como la letra de Pitágoras porque él fue el primero en utilizarla como símbolo de la encrucijada entre la virtud y el vicio, pero al mismo tiempo se da el hecho y la paradoja de que Y en inglés se lee “why”, ¿por qué? en español, con lo que se suma otro elemento de disquisición a la cuestión. La disposición del espacio del edificio intervino en cómo el artista tuvo que plantearse su intervención en una sala dominada por el impresionante muro acristalado hacia el mar y el flujo de luz adicional que llega desde el techo de cristal. Ambos eran factores a tener en cuenta, también el hecho de que al ser una de las exposiciones inaugurales Höller no quería intervenir el espacio ni levantar paredes adicionales. Pero el artista no es el único que se ve obligado a escoger a la hora de seleccionar las piezas y su presentación en el espacio, también el visitante  nada más entrar ya es llamado a hacer una primera elección, que como los brazos de esa Y le llevarán hacia la izquierda (al sur) o hacia la derecha (al norte), hacia el recuerdo de la madre o del padre. Dos posibles itinerarios, uno largo y uno corto… y todos esos dobles sentidos que tantas veces confluyen en la obra de Carsten Höller, esa que perdura en la memoria pero también en la experiencia.

LO QUE NOS ESPERA A  CADA LADO

Si optamos por el camino del sur, el largo, habremos sido atraídos, quizá, por Smell of my mother (2017), pieza a la que acompañan en este lado de la sala Twins (2005-en progreso), Pill clock (2011-2015), Yellow/Orange Double Sphere (2016), Elevator Bed (2010), en la que ya sabéis que podéis quedaros a dormir… y daros un baño en High Psycho Tank (2014) Seven Slidind Doors Corridor (2016), Light Corridor (2016) y Swinging Curve (2009-2017), producida por la Fundación Santander.

A la derecha, hacia el norte, desde “Y” (2003) está el itinerario más corto, donde encontramos Smell of my father (2017), Kanarienwaage (2010), Platform (2016), Swinging Spiral (2010), estas dos últimas también producidas por la Fundación Banco Santander, Octopus (2014) y 7,8H2 (2001-2014).

 

Carsten Höller. Y, 2003 960 bombillas incandescentes de 25 Watt c/u, sistema de control de iluminación DMX, aluminio, letreros luminosos en las dos salidas, cables, madera, acero y espejos. 300 x 600 x 1200 cm. Colección Thyssen-Bornemisza Art Contemporary, Viena. ©Attilio Maranzano
Y, 2003. 960 bombillas incandescentes de 25 Watt c/u, sistema de control de iluminación DMX, aluminio, letreros luminosos en las dos salidas, cables, madera, acero y espejos. 300 x 600 x 1200 cm. Colección Thyssen-Bornemisza Art Contemporary, Viena. ©Attilio Maranzano

MUCHO MÁS QUE VER: DE UN MAESTRO (TAMBIÉN DEL DIBUJO) A LO MEJOR DE LAS NUEVAS GENERACIONES

Mientras todo lo anterior sucede en la segunda planta del ala destinada a salas de exposición, en la primera planta encontramos las otras dos muestras que han puesto en marcha la actividad expositiva del Centro Botín: “Ligereza y atrevimiento. Dibujos de Goya” y “Arte para el cambio de siglo: Una selección de obras adquiridas en las dos últimas décadas”.

Aunque resulta un poco extraña y confusa la disposición de las obras de Goya en el centro de la sala, esta muestra ofrece una extraordinaria ocasión para conocer y admirar 80 dibujos de maestro aragonés, todos ellos procedentes del Museo del Prado y representativos de los distintos periodos de la actividad artística de Goya. Una selección de cada uno de los Álbumes que posee el museo y de los dibujos preparatorios de las series de estampas que el artista produjo: Sueños, Caprichos, Desastre de la guerra, Tauromaquia y Disparates. La producción de Goya como dibujante fue enorme y podemos situar su origen en 1796, cuando a partir de su estancia en Sanlúcar de Barrameda, junto a la duquesa de Alba, se convirtió en un dibujante infatigable, llegando a elaborar ocho álbumes hasta su muerte en Burdeos en 1828.

Goya. Cabeza de ángel. Dibujo preparatorio para el fresco de La Gloria o Adoración del Nombre de Dios, 1772.
Goya. Cabeza de ángel. Dibujo preparatorio para el fresco de La Gloria o Adoración del Nombre de Dios, 1772.

La importancia de los dibujos en el conjunto de la producción artística de Goya (1746-1828) es comparable a la de sus pinturas y estampas, tanto desde un punto de vista cuantitativo -los diseños conservados se aproximan al millar-, como por su relevancia en la renovación formal y técnica del arte del dibujo a fines del siglo XVIII.

Esta exposición es la primera visibilización del ambicioso proyecto de documentación y catalogación de los dibujos de Goya que se está llevando a cabo gracias a un convenio firmado entre la Fundación Botín y el Museo del Prado en 2014. Está previsto que antes de que acabe 2017 se publique el primero de los volúmenes del Catálogo razonado de los dibujos de Goya y que en 2019, coincidiendo con el bicentenario del Museo y con la gran exposición que allí se le dedicará al de Fuendetodos vean la luz el resto de volúmenes.

El interés de la Fundación Botín en el dibujo español se inicia en el año 2006 cuando la institución emprende una línea sistemática de investigación encaminada al conocimiento y difusión del dibujo en el arte español, considera una de las facetas más interesantes y fecundas de los grandes maestros de nuestro país desde el siglo XVI hasta nuestros días.

Alrededor de Goya, dispuestas por el resto de la sala, están las piezas que conforman “Arte para el cambio del siglo”, obras que han pasado a formar parte de los fondos de la Fundación Botín a través de diferentes vías o procesos. Uno de ellos es el taller de verano de Villa Iris, dirigido cada año por un artista invitado de renombre, que a su vez selecciona a un grupo de quince jóvenes creadores, quienes durante diez días se benefician de la experiencia de creadores reconocidos internacionalmente. Luego, la Fundación organiza una exposición con el artista invitado para que el público español se familiarice con su obra y adquiere una o más piezas para sus fondos. Otro, el programa de becas de producción y formación para apoyar a los artistas, que ha permitido incorporar piezas a la colección mediante la compra o la donación. Recientemente se adquirieron otras piezas de antiguos becarios para reforzar su presencia en la colección y reflejar la evolución de sus respectivas prácticas artísticas.

“Arte para el cambio del siglo” es una visión muy variada de la creación contemporánea de las últimas décadas y el reflejo de la labor de la Fundación Botín en el campo de las artes visuales.

Es una visión muy variada, tanto en forma como en contenido, de la creación contemporánea de los últimos años del siglo XX y primeros del XXI, en la que encontramos maestros consolidados junto a  jóvenes artistas que ya son o están en proceso de convertirse en figuras clave de su generación. Todas las piezas seleccionadas plantean reflexiones sobre la complejidad de un mundo caracterizado por grandes mutaciones, inestabilidad social y conflictos y tensiones de todo tipo, que sumados a la velocidad a la que se desarrolla nuestro día a día, llevan a una percepción cada vez más fragmentada de la realidad, donde lo real y lo ficticio tienen los límites cada vez más difusos.

Arte en el cambio de siglo: Una selección de obras adquiridas en las dos últimas décadas. A la izquierda, obras de Vista de la exposición con obras de Renata Lucas, Tacita Dean y Miroslav Balka. A la derecha, otra vista de la exposición con obras de Gabriel Orozco, Fernando Sanchez Castillo, Carlos Irijalba, Paul Graham y Juan Muñoz

Arte en el cambio de siglo: Una selección de obras adquiridas en las dos últimas décadas Vista de la exposición Arte en el cambio de siglo: Una selección de obras adquiridas en las dos últimas décadas con obras de Carlos Garaicoa a la izquierda y Nuria Fuster y Jannis Kounellis a la derecha
“Arte en el cambio de siglo: Una selección de obras adquiridas en las dos últimas décadas”. Arriba a la izquierda: vista de la exposición con obras deRenata Lucas, Tacita Dean y Miroslav Balka. A la derecha: Gabriel Orozco, Fernando Sanchez Castillo, Carlos Irijalba, Paul Graham y Juan Muñoz. Abajo a la izquierda: La palabra transformada (I, II, III, IV, V, VI, VII y VIII), 2009, de Carlos Garaicoa y a la derecha piezas de Nuria Fuster y Jannis Kounellis.

Los creadores presentes en esta selección de la Colección, realizada por Benjamin Weil (Director artístico del Centro Botín), son Miroslaw Balka, Lothar Baumgarten, Tacita Dean (cuya obra The wet prayer (2013) no podía haber encontrado una ubicación más idonea dentro de la sala, enfrentada al gran ventanal al mar), Carlos Garaicoa, Paul Graham, Mona Hatoum, Jannis Kounellis, Juan Muñoz, Wilfredo Prieto, Lara Almarcegui, Carlos Bunga, Carlos Irijalba, Asier Mendizabal, Fernado Sánchez Castillo, Julião Sarmento y Juan Uslé.

Las obras expuestas son también el reflejo de esa labor llevada a cabo por la Fundación Botín a lo largo de más de 20 años en el campo de las artes visuales. Una labor que será continuada ahora desde el Centro Botín para la difusión y promoción del arte joven, ayudando a los artistas a despegar y posicionarse en un mundo cada vez más complicado.

A lo largo de los meses la selección de las obras de la colección irá cambiando, conforme a qué zonas del espacio expositivo se destinen a albergar otras muestras y a las nuevas obras que se vayan incorporando.

 

“Carsten Höller: Y”
Del 24 Junio al 10 Septiembre

“Ligereza y atrevimiento. Dibujos de Goya”
Del 24 Junio al 24 Septiembre

“Arte en el cambio de siglo”
Del 24 Junio al 31 Enero

CENTRO BOTÍN

Muelle de Albareda, s/n. Jardines de Pereda
Santander

 

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