Naia del Castillo

Su primer gran tema es el de los personajes “atrapados” a lo cotidiano”, una serie espléndida que mereció el honor de ser reproducida en Le Monde en el 2003. En ella una chica aparece atada a su silla (cuyo cojín está tapizado con la misma tela que su falda) o dos ejecutivos están atrapados por la espalda. Las fáciles lecturas (sumisión al hogar; sumisión al jefe) se ven desmentidas por la ambigüedad y sutileza de la obra de esta joven vasca que ya nos intrigó hace dos años y que consideramos uno de los nombres más interesantes del joven arte español. Otras obras abordan el tema de la seducción, y en él destacan sus ahora ya famosas, “Cortejo” -dos piernas femeninas, una frente a otra, cuyos botines están forrados de “Toile de Jouy”- o la que muestra, un cuerpo vestido masculinamente pero con una blusa que deja ver el pecho de la protagonista. Con esta confusión de géneros y mediante esta contradicción entre cuerpo y vestido, Naia incita al espectador a preguntarse sobre sus propias convicciones acerca de los arquetipos masculinos y femeninos.

Naia del Castillo
Tiro con Arco, 2003

Naia del Castillo
Diálogos II.jpg: Diálogo II, 2000