Barzakh: fotografía en la frontera

Al comienzo de este año, la Casa Árabe y el Festival PHotoESPAÑA decidieron impulsar la colaboración que ya mantenían hace varios años y que se ha materializado en diversas exposiciones de fotografía organizadas en la sede de la primera institución en Madrid. Con este objetivo, presentaron conjuntamente NUR | نور (Luz), una convocatoria abierta para la selección de una propuesta expositiva de carácter fotográfico que sería presentada allí con motivo de esta cita con la imagen.

El proyecto escogido fue “Barzakh. Entre mundos”, que tiene como comisarios a Xavier de Luca y Houari Bouchenak y cuenta con trabajos de Zied Ben Romdhane, M’hammed Kilito, Sonia Merabet, Souad Mani, Hakim Rezaoui, Yasmine Hatimi / Toni Serra *) abu ali y Abdo Shanan, ocho autores procedentes de Marruecos, Túnez, Argelia y España y ligados a cinco colectivos o asociaciones independientes (KOZ Collective, Collective220, rhizome, Maison de l’Image y Jiser).

El eje temático de la muestra es la noción de barrera (en el idioma árabe, barzakh); en el Corán se define así a la zona entre los mares dulce y salado que impide que el alma de los difuntos regrese al mundo tras su muerte. Ese lugar intermedio se convierte en esta exhibición, abierta hasta el 17 de octubre, en punto de partida para reflexionar en torno al universo de la imagen y la imaginación y sobre dos realidades muy vigentes en el contexto árabe: una juventud rebelde y vibrante emergente y un mundo interior, no visible, asociado a la memoria y a territorios aún por explorar.

Es también una finalidad de esta exhibición, titulada “Barzakh. Entre mundos”, abordar la riqueza de usos de la fotografía en formatos diversos (obras en papel, diapositivas, imágenes en movimiento y otros soportes de carácter más experimental) y analizar las variadas formas de narración que posibilita la disciplina.

Yasmine Hatimi. Amarcord, 2017
Yasmine Hatimi. Amarcord, 2017

 

Eduardo Nave y la dignidad del rastro

En las playas de Normandía, el fotógrafo valenciano Eduardo Nave inició en 2003 un proyecto fotográfico en el que reivindicaba que los lugares guardan memoria y que la imagen, desde su estatismo, puede capturar tiempos. Esa memoria es la del Desembarco crucial de los aliados en la II Guerra Mundial; de hecho, varias de esas playas son conocidas hoy por los nombres en clave que recibieron durante el conflicto: Utah, Gold, Omaha, Juno…

Desde su pulcritud depurada, y precisamente por ella, las imágenes de Nave conmueven y escuecen: medio millón de soldados murieron en estas muy bellas playas, escenario a la vez de desgracia y del principio de la esperanza. Ocurrió, en el fondo, ayer, por eso uno de los propósitos del fotógrafo con este proyecto es llamar la atención sobre los peligros del coqueteo con la sinrazón y de la ignorancia o el olvido de la historia; ya muchos de sus trabajos anteriores los llevó a cabo en escenarios donde habían tenido lugar acontecimientos destacados, explorando los recuerdos que esos espacios guardan y el modo en que pueden apelarnos.

Lo hace fotografiando en días grises o claros, con el mar en calma o bravo, a veces fijándose en las gaviotas que se posan sobre los restos de esa arquitectura militar o deteniéndose en paseantes apacibles entre vestigios del pasado. La paz que unos y otros desprenden no disminuye nuestra vasta sensación de que nos encontramos casi ante un gran templo del recuerdo, apto para el recogimiento aunque no tenga paredes.

Aquellos trabajos se han articulado en dos series: Les rivages du débarquement (2003-2005) y Mulberry Harbour (2004), pero en 2019, coincidiendo con el 75º aniversario del Desembarco, el fotógrafo regresó a esa región para reencontrarse con el lugar y fotografiar de nuevo su mar a la luz de su bagaje personal y creativo. Captó elementos y ambientes, también restos en la costa, que escaparon a su mirada en aquellos primeros viajes. Sirviéndose de nuevas tecnologías, ha completado su visión de este lugar, cerrando el proyecto presentando unas “normandías” diferentes.

Según el escritor Rafael Argullol, Eduardo Nave da cuenta exacta de la turbulenta dignidad del rastro. Su paseo por la luz de Normandía es memorable. Para mí, como alguien nacido en la orilla del Mediterráneo, con sus colores sensorialmente tan contrastados, la luz del Norte siempre tiene algo mágico, la promesa de una abstracción espiritual. De ahí el valor, revolucionario en su momento, de la pintura de Caspar David Friedrich con el que Nave está exquisitamente emparentado. La luz del Norte es especialmente difícil para un cazador de imágenes porque exige temple, sutileza y un activismo desenfrenado del ojo interior, el que mira el mundo desde dentro y hacia dentro.

Imágenes inéditas de sus dos primeras series, junto a una selección de las tomadas en 2019 y vídeos, pueden verse en la Galería Daniel Cuevas hasta el 20 de julio. Forman parte de la muestra “Normandías: Lugar y luz de la memoria”.

Eduardo Nave. Serie Normandías: Lugar y luz de la memoria, 2019
Eduardo Nave. Serie Normandías: Lugar y luz de la memoria, 2019

Nicholas Nixon y el río de la vida

Uno de los emblemas de la colección fotográfica de la Fundación MAPFRE lo constituye la serie de Nicholas Nixon The Brown Sisters, a su vez el proyecto fundamental de la carrera de este autor de Detroit que, en sus inicios, siguió la estela de Cartier-Bresson trabajando con una Leica pero, tras asistir a un taller de fotografía en Aspen -donde conocería a la que sería su mujer, Beverly Brown-, comenzó a cultivar el gran formato.

En 1974, año en que se asentó en Boston, empezó a emplear una cámara de 8 x 10 pulgadas, la misma que sigue utilizando hoy y con la que realizó esa serie de imágenes dedicada a las Brown, que después imprimiría en gelatina de plata. Esta cámara le facilitaba una evidente nitidez en los detalles y una luminosidad sutil que lograba potenciar la sensación de realidad que transmiten sus obras. Participó en una exposición hoy mítica, “New Topographics”, en la George Eastman House de Rochester y su primera individual la albergaría el MoMA; presentó en ella paisajes urbanos.

El retrato se convertiría en el centro de su carrera desde 1977 y sus primeros modelos fueron personas en los porches de sus casas y en reuniones de amigos; más adelante se fijaría en ancianos en residencias (fue voluntario en hospitales y centros de mayores) y en enfermos de sida, a finales de los ochenta, en la etapa más cruda de la enfermedad en Estados Unidos. Estos últimos protagonizaron uno de sus libros, que recogía la vida de quince personas afectadas, junto a cartas y entrevistas a cargo de su esposa. Esas imágenes se encuentran entre las más emocionantes de su producción; según Carlos Gollonet, su sencillez y rotundidad las hace estremecedoras; lo que nos conmueve en ellas no depende de su belleza, o del dolor que contienen, sino de esos pensamientos que se hacen palpables, de la paradójica y perturbadora constatación de que vida y muerte se presentan de la mano.

Una de sus series más recientes, iniciada en 2000, se dedica a Parejas: antes de fotografiarlas, entabló con ellas un clima de confianza y a algunas volvió a retratarlas en el paso de los años, conforme al procedimiento de ese proyecto central en su trayectoria, The Brown Sisters.

Nicholas Nixon. Las hermanas Brown, 1975. Fundación MAPFRE Collection. © Nicholas Nixon
Nicholas Nixon. Las hermanas Brown, 1975. Fundación MAPFRE Collection. © Nicholas Nixon

Nixon protagoniza, junto a Garry Winogrand, nueva exposición en el centro KBr de la Fundación MAPFRE en Barcelona: si fotografió en numerosísimas ocasiones a Beverly Brown, creando a partir de esas imágenes un sentido diario de su vida en común, hizo lo mismo, año a año, con sus cuñadas. El origen de esta práctica se encontraba en una tradición familiar: los padres Brown tomaban, también cada año, una imagen de sus hijas que empleaban como felicitación navideña y Nixon dio continuidad, artística, a esa costumbre a partir de 1974. Beverly, Heather, Laurie y Mimi oscilaban entonces, aquella primera vez, entre los quince y los veinticinco.

Todas sus fotografías las tomó con una cámara de gran formato y preservando ciertas notas comunes: las hermanas aparecen siempre en el mismo orden (el que, por azar, mantuvieron en la primera fotografía), guardan poses naturales sin dejar de mirar a la cámara y se encuentran, normalmente, en exteriores, aprovechando la luz natural. Hoy consideramos estas imágenes una obra maestra de la fotografía de la segunda mitad del s XX por su claridad y su precisión formal, que pueden enlazarse con la tradición del formalismo de esta disciplina en su país.

Nicholas Nixon. Las hermanas Brown, 1980. Fundación MAPFRE Collection. © Nicholas Nixon
Nicholas Nixon. Las hermanas Brown, 1980. Fundación MAPFRE Collection. © Nicholas Nixon

Ocasionalmente, Nixon se inmiscuye sutilmente en las imágenes, como sombra o introduciendo sus dedos en alguna esquina; de algún modo, se sumaba al conjunto como miembro de la familia. Pero la nota más sobresaliente de estas fotos es la mirada de su esposa, siempre frontal, porque denota de forma clara su complicidad.

La serie, de un aire nostálgico que suele favorecer una luz crepuscular, nos habla del irremediable paso del tiempo (en forma de canas, arrugas, miradas más cercanas o más huidizas), de los lazos familiares y de una intimidad cedida a la mirada pública. El éxito del conjunto, y su carácter histórico, no depende solo de Nixon, también de las hermanas, que posan con evidente libertad (más allá de esa disposición constante) y, además, participan en la elección de las tomas que serán rescatadas.

La exhibición que la Fundación MAPFRE dedica al conjunto en Barcelona es la primera que presenta, internacionalmente, todos sus retratos; también el más reciente, tomado el último otoño de 2020 y desafiando las restricciones derivadas de la pandemia: la reunión familiar se trasladó entonces a una pantalla de ordenador.

Nicholas Nixon. Las hermanas Brown, 1995. Fundación MAPFRE Collection. © Nicholas Nixon
Nicholas Nixon. Las hermanas Brown, 1995. Fundación MAPFRE Collection. © Nicholas Nixon
Nicholas Nixon. Las hermanas Brown, 2020. Fundación MAPFRE Collection. © Nicholas Nixon
Nicholas Nixon. Las hermanas Brown, 2020. Fundación MAPFRE Collection. © Nicholas Nixon

 

 

Nicholas Nixon. “The Brown Sisters”

KBr. FUNDACIÓN MAPFRE

Avenida del Litoral, 30

Madrid

Del 11 de junio al 29 de agosto de 2021

 

Paisajes que respiran

La Gran se suma por primera vez a la programación del Festival OFF de PHotoESPAÑA con “Paisajes que respiran”, una colectiva que reúne trabajos de Verónica Vicente, Eva Díez y Moreno & Grau, artistas habituales de la galería.

La muestra consta de fotografías en las que la naturaleza se toma como punto de partida para la elaboración de paisajes íntimos abiertos al pensamiento y la introspección. Las artistas encuentran mensajes escondidos en los detalles y fragmentos de su identidad en lo orgánico.

Verónica Vicente. Escrito en las hojas 12, 2021
Verónica Vicente. Escrito en las hojas 12, 2021

El Museo del Prado adquiere La diosa Juno de Alonso Cano

Hasta ahora el Museo del Prado contaba en sus fondos con diecinueve pinturas y algo más de una treintena de dibujos de Alonso Cano, la mayoría de asunto religioso; a ese acervo se suma una nueva obra: La diosa Juno, excepcional por su calidad y también por su temática, dado que la mitología y el desnudo parcial femenino no eran frecuentes en las representaciones de los artistas españoles en el siglo XVII.

Se tiene constancia de esta pieza a partir de su presentación en un Congreso en 1997 y se ha identificado con una Pallas citada en 1657 en el inventario de bienes de Margarita Cajés, hija del pintor Eugenio Cajés. A su viudo se la compró, en una almoneda, Juan Antonio de Frías y Escalante, seguidor de Cano, que se inspiraría en ella para su San José con el Niño, en la colección del Museo de Bellas Artes de Asturias. En la pinacoteca madrileña, que ha adquirido el lienzo por 270.000 euros, se exhibirá junto a un dibujo de este autor que representa una mujer recostada y desnuda, otro ejemplo de hasta qué punto conoció la gran tradición de representaciones mitológicas y trabajó por ofrecer de ellas una interpretación personal.

Alonso Cano. Desnudo femenino, 1645-1650. Museo Nacional del Prado
Alonso Cano. Desnudo femenino, 1645-1650. Museo Nacional del Prado

La de La diosa Juno es la segunda pintura suya de este género que ha sido identificada y no es la primera vez que se muestra al público: tras ser incorporada por Pérez Sánchez a la publicación Figuras e imágenes del barroco. Estudios sobre el barroco español y sobre la obra de Alonso Cano, pudo verse en dos exhibiciones sobre el artista en Granada y Madrid.

Su atribución deriva de indicios documentales y de la comparación con otras obras de Cano: el rostro de Juno obedece a una tipología presente ya en la Visión de san Antonio de Padua de la pinacoteca de Múnich y el paisaje sugerido, el minucioso estudio de los pliegues con su sombra o la combinación de gamas frías con otras cálidas responden, asimismo, a los parámetros habituales en los que se mueve la pintura de Alonso Cano. Por otro lado, la evidente corrección formal y la forma en que la figura invade la superficie pictórica hacen patente que el pintor fue uno de los mejores compositores y dibujantes españoles de su época.

Por su tema y estilo, y por esa cita en un inventario de 1657, se estima que esta imagen se fecharía entre 1638 y 1652, cuando Cano se encontraba en Madrid colaborando en la decoración del Alcázar.

Alonso Cano. La diosa Juno, 1638-1651. Museo Nacional del Prado
Alonso Cano. La diosa Juno, 1638-1651. Museo Nacional del Prado

Margaret Watkins, luz negra

En el marco de la programación de PHotoESPAÑA y bajo el comisariado de Anne Morin, CentroCentro acoge, a partir del 9 de junio, la antología de Margaret Watkins “Black Light”. Pionera de la fotografía en Canadá, desafió los roles de género de su época para desarrollar, en los veinte, una carrera brillante y convertirse en una de las primeras autoras en cultivar la imagen publicitaria (trabajó para agencias como Condé Nast o Reimers y revistas como The New Yorker, Ladies’ Home Journal o Country).

En su producción destacan fotografías de objetos cotidianos bajo un estilo modernista, trabajos que favorecieron la consideración autónoma de esta disciplina respecto a la pintura. Moholy-Nagy vio en ellos un verdadero instrumento de expresión que permite ver el mundo de manera diferente.

En Cibeles podrán verse 150 obras fechadas entre 1914 y 1939, incluyendo retratos y paisajes, bodegones modernos, escenas callejeras, trabajos publicitarios y diseños comerciales.

Margaret Watkins. Untitled (Verna Skelton Posing for Cutex Advertisement), New York, 1924 © Margaret Watkins. Joseph Mulholland Collection, Glasgow
Margaret Watkins. Untitled (Verna Skelton Posing for Cutex Advertisement), New York, 1924 © Margaret Watkins. Joseph Mulholland Collection, Glasgow

Julia Llerena presenta su primera individual en Sabrina Amrani

A la artista sevillana Julia Llerena le interesa abordar el concepto de vacío como espacio donde puede nacer el pensamiento y donde se generan estrategias, como la nada donde surge la posibilidad de ser.

Hasta el próximo 24 de julio presenta su primera individual en la Galería Sabrina Amrani, en su sede de la calle Madera: “Caen sílabas negras”; se trata de un compendio de cerámicas, troncos quebrados y sábanas que aluden a las geografías íntimas de la autora.

Destacan tres grandes telas con versos bordados sobre lino pero tamizados por un espectrómetro, de modo que quedan convertidos en caligramas dedicados a la intensidad táctil de su poesía y de las emociones. Dado que un espectrograma es la representación gráfica de frecuencias sonoras, incluso las imperceptibles para el oído humano, incide Llerena en que la vida también discurre en el intersticio, en lo no conscientemente percibido.

Julia Llerena. "Caen sílabas negras". Sabrina Amrani Gallery
Julia Llerena. “Caen sílabas negras”. Sabrina Amrani Gallery

Cristino de Vera, Guillermo Pérez Villalta y Xavier Valls: dibujos contra los compartimentos estancos

En la autobiografía que Guillermo Pérez Villalta publicó el año pasado en Ediciones Mecánica Lunar, Espejo de la memoria, escribía el artista: El dibujo carece de los tonos de color que hacen más vívidas las bellezas de la luz y las atmósferas, esa sensación metafísica alejada del tiempo, de lo transitorio y de lo contemplativo. Algunos artistas, como Seurat y Bonnard, me indicaron el camino. También me transmitieron sensaciones varios artistas españoles del siglo XX, como Cristino de Vera o Xavier Valls, injustamente olvidados por la crítica.

Esas sensaciones, aquel párrafo de las memorias del artista, han sido el punto de partida de la exposición que, hasta el próximo 31 de julio, podemos visitar en la Galería Fernández-Braso: “Blanco, negro y, a veces, gris”, que aúna dibujos del mismo Pérez Villalta y de Cristino de Vera y Valls. A su vez, este título procede del texto de Enrique Andrés Ruiz para el catálogo de la muestra, en el que señala que, pese a lo inhabitual del planteamiento del proyecto, no hay razón que impida contemplar unidos los trabajos en papel de estos tres autores porque ya quedaron atrás los tiempos de las incompatibilidades, cuando todo era “o blanco, o negro. O tradición o vanguardia. O conceptual o, como se decía entonces, retiniano”.

Xavier Valls. Membrillo, granada y botella, 1983
Xavier Valls. Membrillo, granada y botella, 1983

De blanco, de negro y, a veces, de gris, también hablaba Robert Venturi en los sesenta, en el que se considera uno de los libros fundaciones del posmodernismo: Complexity and Contradiction in Architecture, y la mención no es casual porque Pérez Villalta lo leyó cuando estudiaba arquitectura. Defendía, ese texto, una noción ecléctica del estilo, proponiendo una interpretación inclusiva de la tradición y también abogando contra la idea de pureza.

En cualquier caso, la muestra que cierra la temporada en esta sala madrileña reivindica el dibujo como expresión artística contemporánea y también el papel como escenario adecuado para dilucidar las tensiones formales y estéticas desplegadas en las últimas décadas.

Villalta, De Vera y Valls tendrían, en ese sentido, más en común de lo que parece: son autores de obras singulares y reconocibles que se han mantenido fieles a sus propios principios intelectuales, que han convivido con las vanguardias y han tomado de ellas aquello que consideraban nutritivo, dejando a un lado los elementos que no aportaban sino divergencia a su producción. Aunque no por ello dejan de ser notorias, tampoco en estos dibujos, sus diferencias, relacionadas en parte con su pertenencia a generaciones diferentes.

A Pérez Villalta lo asociamos a una pintura ilusionista, enraizada en el manierismo y poblada de ornamentos, perspectivas especiales y laberintos; escorzos y narrativas. La producción de sus mayores, Xavier Valls y Cristino de Vera, es difícil, sin embargo, de explicar, sin hablar de sencillez, silencio y pureza, por eso a la hora de entender las razones de la admiración del gaditano por aquellos tendremos que pensar en la apelación de los tres a la sensibilidad, lo corporal y la carne. Probablemente supo distinguir en Vera “el tratamiento metafísico de la luz”, que él consideraba el elemento más importante de su pintura, y en Valls una “sensación metafísica alejada del tiempo”.

"Blanco, negro y, a veces, gris". Galería Fernández-Braso
“Blanco, negro y, a veces, gris”. Galería Fernández-Braso

Arquitectura atemporal, Margaret Watkins y cómic sueco, entre lo próximo en CentroCentro

CentroCentro ha anunciado los próximos proyectos expositivos que presentará en Cibeles en junio y julio.

Desde mañana podremos contemplar allí “Arquitectura Atemporal”, una muestra organizada por INTBAU, con el apoyo del Richard H. Driehaus Charitable Lead Trust, que cuenta con una selección de materiales y documentos relativos a las técnicas y oficios de la construcción y a las prácticas arquitectónicas y urbanísticas tradicionales que contribuyen a la sostenibilidad, tanto medioambiental como económica.

En el marco de PHotoEspaña 2021, y a partir del 9 de junio, podremos visitar allí “Black Light”, de Margaret Watkins; una retrospectiva de la fotógrafa canadiense que contribuyó a forjar la historia de esta disciplina a principios del siglo XX. Desafiando los roles asociados a las mujeres, fue una de las primeras autoras en dedicarse a la fotografía publicitaria y sus imágenes sobre objetos cotidianos se convirtieron en el paradigma sobre el que se desarrollarían los nuevos estándares de aceptabilidad. Además, con su estilo modernista anticipó las grandes revoluciones estéticas y conceptuales que llegarían después. Contemplaremos en Madrid 150 de sus imágenes, datadas entre 1914 y 1939, entre retratos y paisajes, bodegones modernos, escenas callejeras, trabajos publicitarios y diseños comerciales.

Desde el 24 de junio, nos esperan en la cuarta planta dos exhibiciones: “Cuestión de ambiente. Una cartografía de la diversidad en el Madrid literario y artístico de los años 20”, que recordará cómo la capital experimentó entonces un gran crecimiento demográfico y urbanístico que tendría su eco en una apertura cultural y de costumbres, e “Imágenes desde el retrovisor: distantes, aparentes, espejadas”. Se ha invitado al artista cubano Carlos Garaicoa a comisariar esta propuesta a partir de los fondos del Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, sobre todo de su colección fotográfica.

Por último, durante julio y agosto, dentro de la programación de los Veranos de la Villa y en colaboración con la Embajada de Suecia en Madrid, el Patio de operaciones de CentroCentro acogerá la exposición “¿Aquí llegan!…con nuevos cómics. El matriarcado del cómic sueco”, que reunirá una selección de trabajos de diez artistas de la Escuela de Cómic de Malmö.

Gregorio Prieto / Eduardo Chicharro Briones. Herido por la belleza clásica (1929-1932 ca.) Museo Fundación Gregorio Prieto
Gregorio Prieto / Eduardo Chicharro Briones. Herido por la belleza clásica, 1929-1932. Museo Fundación Gregorio Prieto

Marco Godoy, al servicio de la visión

Hasta el próximo 17 de julio, la Galería madrileña Max Estrella presenta la obra más reciente de Marco Godoy, centrada en investigaciones en torno a las protestas públicas que inició en 2010. La muestra lleva por nombre “Al servicio de la visión” y supone una reflexión sobre la responsabilidad individual a la hora de evitar la violencia y sobre la mirada como atributo intelectual que puede evitar que quien contempla se convierta en agresor.

El eje de la exhibición lo constituye su intervención en las manifestaciones de Santiago de Chile en octubre de 2019: repartió medio centenar de escudos antidisturbios espejados cuyos portadores podían defenderse simplemente por la vía del deslumbramiento. Se trataba de una acción simbólica en la que la luz y el reflejo protegían la integridad física.

Marco Godoy. "Al servicio de la visión". Galería Max Estrella
Marco Godoy. “Al servicio de la visión”. Galería Max Estrella

El MoMA reivindica el Fotoclubismo brasileño

Hasta el 26 de septiembre, el MoMA de Nueva York acoge “Fotoclubismo. Brazilian Modernist Photography, 1946–1964”, una muestra que explora los logros creativos del Foto-Cine Clube Bandeirante (FCCB) de São Paulo, un colectivo de fotógrafos aficionados cuyos trabajos encarnan la originalidad de la cultura en aquel país tras la II Guerra Mundial. Su producción se divulgó internacionalmente durante los cincuenta, pero después cayeron en el olvido y esta exhibición es la primera que se les dedica en un museo fuera de Brasil.

Para la mayoría de los miembros de FCCB, la fotografía era una suerte de pasatiempo: trabajaban como empresarios, contables, periodistas, ingenieros, biólogos y banqueros entre semana y, sábados y domingos, emprendían salidas en grupo con la cámara. No obstante, se tomaron muy en serio su ambición artística, abriéndose a la experimentación a la hora de destilar en sus imágenes la vida cotidiana, en diálogo con figuras del diseño, el cine o la pintura.

La exposición cuenta con más de sesenta fotografías, procedentes en su mayoría de los propios fondos del MoMA, que subrayan la variedad estilística del colectivo.

Julio Agostinelli. Circus (Circense). 1951. Gelatin silver print, 11 7/16 × 15" (29 × 38.1 cm). The Museum of Modern Art, New York. Acquired through the generosity of Richard O. Rieger. © 2020 Estate of Julio Agostinelli
Julio Agostinelli. Circus (Circense).,1951. The Museum of Modern Art, New York.

María Lara, líneas y emociones

La artista granadina María Lara viene trabajando desde principios de los sesenta en la traducción de emociones e impresiones sensoriales a pinturas compuestas por bandas y líneas que, por un lado, sintetizan esos efectos perceptivos y, por otro, inciden en las posibilidades de su traslación plástica.

Reúne sus composiciones la Galería Adora Calvo, que presenta, hasta el 15 de julio en Las Rozas, “Percepciones de interior”, lienzos y trabajos en papel de estética austera que logran resultar evocadores pese al rigor de la autora en los procesos y esa economía de medios.

En palabras de Manuel Olveira, aparentemente silenciosas, sus piezas reclaman una interioridad y una intimidad muy alejadas de lo espectacular o lo anecdótico, y se concentran en una intensidad abstracta y depurada que, lejos de restarle emoción, transmite impresiones tan vívidas como perspicaces y sensaciones cotidianas relacionadas con asuntos inefables como la luz, el aire, la reverberación espacial, la cotidianeidad o la espiritualidad, entre otros.

María Lara. "Percepciones de interior". Galería Adora Calvo
María Lara. “Percepciones de interior”. Galería Adora Calvo

El Museo del Prado reabre nuevas salas, un año después de “Reencuentro”

Más de 250.000 visitantes han recorrido el Museo del Prado en lo que llevamos de año y la media mensual es superior a los 60.000 desde marzo, así que la pinacoteca recupera progresivamente sus ritmos de recepción de público y a ellos acompaña la reapertura, también paulatina, de las salas del edificio Villanueva.

Desde hoy, 2 de junio, podemos contemplar El Descendimiento de Van der Weyden en su sala habitual, la 58, junto a Calvario con santos y donantes (obra del círculo de Hugo van der Goes que se exhibe por primera vez tras su adquisición en marzo de 2020) y otras de sus coetáneos: Robert Campin, Dirk Bouts y el Maestro de la Leyenda de Santa Catalina.

Ese Calvario, pieza de extraordinaria calidad, se data según su estudio dendrocronológico probablemente en la década de 1470 y revela, por parte de Van der Goes y sus seguidores, un hondo conocimiento del arte desarrollado entonces en el contexto de Gante. La tabla presenta un Calvario, o representación de Cristo en la cruz, con la Virgen María y san Juan. A los lados aparecen los santos Jerónimo, Santiago Apóstol, María Magdalena y Catalina, junto a una amplia familia de donantes, y el paisaje del fondo incluye una vista de Jerusalén, captada como una ciudad flamenca de aquella época.

Además de la sala 58, hoy se han reabierto otras: 57 A, 58 A, 56 y 57. Próximamente se podrán visitar las salas 55 B, 56 B, 57 B y 58 B, que guardan obras del Renacimiento europeo, como Adán y Eva de Durero o La Anunciación de Fra Angelico. Así se pondrá fin a la distribución expositiva de “Reencuentro”, la exhibición que, tras el confinamiento, reunió obras emblemáticas de los fondos del Prado en un número limitado de espacios.

Sala 58 del edificio Villanueva. Museo Nacional del Prado ©Museo Nacional del Prado
Sala 58 del edificio Villanueva. Museo Nacional del Prado ©Museo Nacional del Prado

DosCAras: miradas al daño cerebral adquirido, en la Torre MAPFRE

El edificio Torre MAPFRE de Barcelona presenta, hasta el 17 de septiembre, la muestra fotográfica “DosCAras, Miradas Desde Dentro y Hacia Afuera del Daño Cerebral Adquirido“, una selección de imágenes y vídeos que exploran la vida cotidiana de quienes conviven con esta patología en nuestro país. El proyecto, puesto en marcha por la Plataforma Española por el Daño Cerebral Adquirido con la colaboración de MIARCO, Cuco Cuervo, la Fundación MAPFRE y la Fundación Gmp, pretende ofrecer un enfoque distinto sobre este colectivo y visibilizarlo.

Son más de 650.000 las personas que conviven en España con el Daño Cerebral Adquirido (llamado DCA), primera causa de discapacidad en nuestro país. Se trata de pacientes de todas las edades a los que genera problemas físicos, comunicativos, cognitivos o de conducta.

Componen la exhibición una veintena de imágenes que reflejan otras tantas historias de lucha con la enfermedad y superación. Las primeras se centran en las afecciones más comunes del DCA, como tumores, ictus, traumatismos, etc; a continuación se exponen sugerentes trabajos de Cuco Cuervo en los que el paciente afectado por DCA aparece junto a alguien importante en su vida. Cada retrato va acompañado de un vídeo con un testimonio de los protagonistas.

A día de hoy no existe un Plan Nacional sobre Daño Cerebral Adquirido, lo que provoca que las personas con estas dolencias tengan serias dificultades para encontrar información sobre recursos asistenciales que cubran sus necesidades y las de sus familias. En ese sentido, la Plataforma Española por el Daño Cerebral Adquirido trabaja desde 2007 por la mejora de sus condiciones de vida, poniendo en común los conocimientos y aptitudes de las entidades que la componen para realizar acciones encaminadas a concienciar a la sociedad civil de la situación en la que vive este colectivo. Todos los proyectos que realizan pueden consultarse en su página web (www.plataformadca.org) y en sus perfiles en redes sociales.

Cuco Cuervo. Valeria y Virginia
Cuco Cuervo. Valeria y Virginia

Isabelle Le Galo, Juan-Miguel Hernández, Rafael Mateu de Ros y Ute Meta Bauer se incorporan al Patronato del Reina Sofía

Hoy ha tenido lugar la sesión anual del Pleno del Real Patronato del Museo Reina Sofía, bajo la presidencia del ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes. En ella se ha anunciado la incorporación al órgano rector del Museo de cuatro nuevos miembros: Isabelle Le Galo Flores, matemática, filósofa y directora para España de la Fundación Daniel y Nina Carasso; Juan-Miguel Hernández León, presidente del Círculo de Bellas Artes madrileño; Rafael Mateu de Ros, socio fundador de Ramón y Cajal Abogados y consejero independiente de Bankinter y, por último, Ute Meta Bauer, comisaria de exposiciones y especialista en arte contemporáneo.

Sustituyen, como vocales del organismo, a Montserrat Aguer Teixidor, Miguel Ángel Cortés Martín, Marcelo Mattos Araujo y Santiago de Torres Sanahuja, que han finalizado su último mandato, de los tres que establece como límite máximo el Estatuto del MNCARS.

Además, a propuesta de la presidenta y de la vicepresidenta del Real Patronato, Ángeles González-Sinde y Beatriz Corredor respectivamente, Rafael Mateu de Ros también ha sido elegido como vocal para la Comisión Permanente del órgano, cubriendo la vacante que ocupó hasta noviembre del año pasado Alberto Cortina Koplowitz.

La reunión del Pleno hoy ha sido semipresencial, dada la situación sanitaria, y también ha aprobado la renovación, por un periodo adicional de tres años, de los mandatos como vocales de Ignacio Garralda Ruiz de Velasco, Antonio Huertas Mejías, Pablo Isla, Ana Patricia Botín y Pedro Argüelles Salaverría.

Asimismo, el Patronato ha sido informado sobre el proceso de reordenación completa de la colección que se está llevando a cabo y que culminará en noviembre y ha aprobado la Memoria Anual de Actividades del Museo 2020 y el Informe Anual de Seguimiento y Evaluación del Plan Operativo Anual 2020, además de presentar el Plan Operativo Anual 2021.

Reunión hoy del Pleno del Real Patronato del Museo Reina Sofía
Reunión hoy del Pleno del Real Patronato del Museo Reina Sofía

Reiners Contemporary Art participa en Urvanity con una doble propuesta

Hoy ha dado comienzo una nueva edición de la feria de arte actual Urvanity, donde hemos podido ver la propuesta de la galería Reiners Contemporary Art. Fundada en 2019 por Flor Reiners en Marbella, este espacio cuenta con fuertes vínculos con el panorama artístico emergente de países como Alemania y Brasil. De este último procede precisamente una de sus apuestas en esta edición de la feria: Flávia Junqueira (Sao Paulo, 1985), artista que trabaja lo ilusorio y lo efectista desde una perspectiva neobarroca y lúdica. De ella exhibe tres fotografías que son el resultado de una investigación previa en archivos de Brasil. La artista gestiona así una apropiación y un rescate de la arquitectura de la Belle Époque Tropical, desarrollada en Brasil entre los siglos XIX y XX, en concreto del Teatro Amazonas, el Palacio dos Cedros y el Parque Lage.

El otro artista que Reiners Contemporary Art exhibe en la feria, localizada en la sede del COAM, es Juan Miguel Quiñones (Vejer de la Frontera, Cádiz, 1979), un joven escultor que trabaja el mármol con la antigua técnica renacentista de la piedra dura. Esta complicada y exigente forma de trabajar contrasta con la sencillez y cercanía de los objetos representados: helados y juguetes de contorno tallado, simplificando formas y volúmenes para centrarse en la esencia misma de lo representado.

 

Flavia Junqueira_Parque Lage, 1957
Flavia Junqueira. Parque Lage, 1957

 

Juan Miguel Quiñones. Twister Choc
Juan Miguel Quiñones. Twister Choc, 2021

 

 

Escultura (española) infinita

Hasta el próximo octubre, el IVAM valenciano acoge la muestra “Escultura infinita”, que reúne trabajos de cuarenta artistas españoles procedentes de los fondos de ese mismo centro, del Museo Reina Sofía, el Patio Herreriano y la Fundació Antoni Tàpies.

Propone la exhibición, comisariada por Teresa Millet, un relato sobre la escultura en nuestro país en el siglo pasado, desde los treinta hasta los noventa: una narración de la irrupción de lo moderno, del tránsito de la peana al suelo y de la ocupación y apropiación de los espacios. Encontraremos trabajos de Alberto Sánchez, Ángel Ferrant, Pablo Palazuelo o Sergi Aguilar, Cristina Iglesias y Fernando Sinaga.

Juan Muñoz. Al norte de la tormenta, 1986. IVAM
Juan Muñoz. Al norte de la tormenta, 1986. IVAM

 

TEFAF Maastricht no tendrá en 2021 edición presencial, pero sí online

Considerando el desarrollo de la situación sanitaria, no solo en el contexto holandés sino también en el internacional, TEFAF Maastricht ha anunciado la cancelación de su edición presencial, prevista originalmente entre los días 9 y 11 de septiembre de este año. Sí tendrá lugar la feria en su vertiente online, en fechas parecidas (del 10 al 13 de ese mes) y su lema continuará siendo el anunciado: El arte de coleccionar; según sus organizadores, impregnará desde la navegación en su site hasta las narrativas presentes en las propuestas de cada uno de los expositores.

Las galerías que se sumen a TEFAF online presentarán cada una hasta tres obras de arte, destacadas por razones de significación histórica, artística o personal y en la selección TEFAF Collection Pages podremos encontrarlas en un buscador que las clasificará atendiendo a su técnica, periodo histórico y sección, no a sus expositores. El objetivo último de esta edición digital de la feria será fomentar una experiencia íntima y educativa de la misma, válida tanto para coleccionistas experimentados como para nuevos compradores.

En cualquier caso, TEFAF regresará físicamente a Maastricht con motivo de su 35º aniversario: será en marzo de 2022 y la cita tendrá entonces carácter híbrido, presencial y online.

TEFAF 2018. Novedades, obras, expositores y el Simposio sobre el mercado del arte
Vista de TEFAF 2018

Lo último de Pedro Neves Marques, en Móstoles y Barcelona

En 2017 el artista portugués Pedro Neves Marques ideó un personaje, una androide indígena llamada YWY, término que significa tierra o territorio en el idioma indígena tupí-guaraní.

Interpretado por la actriz y activista brasileña Zahy Guajajara, ese personaje devino para este autor en una forma de pensar posibles imaginarios sobre el futuro indígena, el género, la tecnología y la ciencia ficción. Diseñando múltiples escenarios e historias, en películas e instalaciones, nos invita a adentrarnos en un clima futurista, aunque familiar, inspirado en Brasil.

YWY no puede reproducirse y se alimenta de energía o directamente de luz solar; de su mano, Neves Marques ha podido proyectar diversos horizontes para la emergencia climática o la ética de la ciencia. Sus tesis nos esperan ya en el Centro de Arte Dos de Mayo (hasta julio) y en CaixaForum Barcelona (hasta septiembre).

Deana Lawson, Hugo Boss Prize en 2020, expone en el Guggenheim de Nueva York

Sus imágenes están arraigadas en nuestro mundo sensible, pero también evocan el resplandeciente espacio intermedio de los sueños, los recuerdos y la espiritualidad, donde, entiende, lo cotidiano se transforma en asombroso y magnífico.

Deana Lawson obtuvo el año pasado el prestigioso Hugo Boss Prize por sus fotografías y vídeos nacidos, a menudo, de la colaboración con extraños a los que se encuentra por casualidad o a quienes busca deliberadamente. A menudo nos los presenta en entornos domésticos en los que, sin embargo, decoración, iluminación y poses se diseñan con precisión, apelando a las tradiciones del retrato histórico, la fotografía documental y el álbum familiar pero trascendiéndolas para acercarlos a la imaginación.

Parte de esos trabajos podemos verlos, hasta el 11 de octubre, en la muestra “Centropy”, en el Guggenheim de Nueva York.

Deana Lawson. Barrington and Father, 2021
Deana Lawson. Barrington and Father, 2021