2024 en el Museo Reina Sofía: el año de Tàpies, Lootz, Soledad Sevilla y el esperpento

El director del Museo Reina Sofía, Manuel Segade, presentó esta semana la programación de este centro de cara a 2024, en un acto en el que también se dio a conocer a la que será subdirectora artística de esa institución, la mexicana Amanda de la Garza.

La próxima muestra que veremos en el MNCARS, tras su paso por el Bozar belga y antes de que recale en la Fundació Antoni Tàpies de Barcelona, será una gran retrospectiva del artista catalán que ha sido comisariada por Manuel Borja-Villel, exdirector tanto del museo madrileño como de la institución catalana. Reunirá piezas significativas de su experimentación con la materia y el lenguaje, y de su profundización en la representación pictórica; concibió sus lienzos como muros en los que podían fundirse el material y la forma, el lenguaje y la idea. La antología llevará por nombre “La práctica del arte” y se inaugurará el 20 de febrero.

De mayo a septiembre, y en el Palacio de Velázquez, el Reina Sofía brindará al estadounidense James Lee Byars una exhibición comisariada por Vicente Todolí y producida junto al espacio milanés Pirelli HangarBicocca, que actualmente la acoge. Interesó a este autor, que vivió entre su país natal y Japón y se dejó influir por la cultura nipona, todo aquello que desafiaba a la lógica, lo místico y espiritual. Concebía sus exposiciones como instalaciones, y fue autor de instalaciones, performances, dibujos y piezas textuales. En las mismas fechas, nos esperará en el edificio Sabatini la exhibición “Hacer como quien dice: ¿y esto qué es?”, dedicada al conjunto de obras que Eva Lootz donó recientemente al Museo, aunque también recogerá trabajos que no pertenecen a esa donación. Veremos dibujos, pinturas, esculturas, instalaciones, vídeos, fotografías y piezas sonoras ligados a su estudio de los lazos entre lenguaje y materia, entre lo que se puede decir y lo que se puede ver.

Ya tras el verano, en septiembre de 2024, el Museo Reina Sofía abrirá una exhibición que repasará, de forma exhaustiva y a través de un centenar de obras, la carrera de Soledad Sevilla. Contará con algunos trabajos realizados específicamente para este montaje e incidirá en la afirmación siempre mantenida por esta autora de que ha pintado un mismo cuadro durante toda su vida, desde sus series ligadas a la abstracción geométrica de los setenta hasta sus recientes tramas vegetales. Isabel Tejeda será su comisaria.

Y cinco curadores (Pablo Allepuz García, Rafael García Horrillo, Germán Labrador Méndez, José Antonio Sánchez Martínez y Teresa Velázquez) tendrá la exhibición “Esperpento”, que abordará ese concepto -formulado por primera vez por Valle-Inclán en relación con la situación social y política española en la primera mitad del siglo XX- como centro de una corriente de pensamiento estético distante de la noción de lo grotesco, pues aparejaba un compromiso con la solución de los atrasos.

Antes de que termine el año, el Reina Sofía abrirá dos muestras más: “En el aire conmovido…”, con el sello del filósofo Georges Didi-Huberman, sobre las emociones y afectos que se han constituido como vías de resistencia frente al poder cuando es opresivo (veremos obras de Rodin, Picasso, Giacometti, Artaud, Dalí o Michaux); y otra retrospectiva comisariada por Borja-Villel, “Opera to a Black Venus”, dedicada al trabajo de la artista portuguesa Grada Kilomba en torno a cuestiones coloniales o vinculadas a la memoria y el género. Kilomba es autora de la publicación Plantation Memories. Episodes of Everyday Racism, sobre los sistemas dominantes de producción de conocimiento y la posibilidad de escapar a ellos.

Por último, y en el marco del programa Fisuras, que cerrará etapa con ella, la coreógrafa y bailarina Olga de Soto llevará al Espacio 1 de Sabatini su Reconstrucción de una danza macabra, pieza generada a partir del estudio de la antibelicista La mesa verde (1932) de Kurt Jooss, considerada una obra fundacional de la danza contemporánea.