El Centro Botín de Santander comenzó a exhibir, en el verano de 2018 y en una de las salas de su primera planta, una selección de retratos fechados en el siglo XX y procedentes de los fondos de Jaime Botín; entre ellos destacan obras de Sorolla, Juan Gris o Francis Bacon. El coleccionista los cedió a este espacio coincidiendo con el primer aniversario de su apertura y, desde el pasado 13 de noviembre, esa muestra se acompaña de otras tres, temáticas y simultáneas, en las que se nos propone profundizar en diversas vertientes del acervo artístico del centro: “Miradas al arte”.
Las ha comisariado Benjamin Weil, podrán contemplarse simultáneamente durante un año (no afectando al desarrollo del resto de exhibiciones programadas) y está previsto que tengan continuidad, con el fin de lograr la familiarización estrecha del público con estas colecciones. Se dedican a la pintura, invitándonos a un acercamiento a la disciplina desde perspectivas complementarias a las de los recorridos habituales; a las series como procedimiento de trabajo, haciéndose hincapié en las narrativas que pueden derivarse de la presentación de imágenes contiguas, y también a los vínculos entre los fondos Botín y la arquitectura, concibiéndose este capítulo como continuación de los propósitos de la muestra “Arte y arquitectura: un diálogo”, que también podemos visitar aún en Santander.
Precisamente con esta última muestra, según señaló Weil, el Centro comenzó a investigar en nuevos formatos expositivos (más íntimos) que desplegar basándose en sus fondos, procurando la contextualización de estos y, en sus palabras, generando nuevas narrativas a partir de unos diálogos originales entre las obras de los fondos de la Fundación Botín.
“Pintura” comienza recordando que, en 1968, hace cerca de medio siglo, Sol LeWitt fue uno de los creadores pioneros en el análisis de las relaciones entre el arte y sus espacios expositivos con sus dibujos murales: pintó directamente sobre la pared, dejando a un lado el lienzo y proponiendo así la desintermediación de la obra de arte asociada a un soporte autónomo, en una nueva dinámica perceptiva. Su obra de entonces se enmarcaba en un debate generalizado sobre la conveniencia o no de enmarcar la pintura sobre lienzo, entendiendo esta disciplina no solo como materia sino también como formato, como objeto bidimensional que se nos expone colgado en la pared.
Profundizando en esa estela y en las décadas siguientes, un buen número de autores concibieron la pintura como gesto que lleva implícita la huella de la mano del pintor, reivindicada en el fondo en una era casi devorada por la tecnología. Veremos en el Centro Botín trabajos sobre soportes diversos, en ejercicios de materialidad tanto figurativos como abstractos, a cargo de Jannis Kounellis, Rogelio López-Cuenca, Joan Hernández Pijuan, Julião Sarmento, Juan Ugalde y Juan Uslé, además de LeWitt.
La segunda de las exhibiciones que el Centro Botín dedica ahora a sus fondos es “Arte en Serie”, que examina las razones y derivas de la serialización como proceso de trabajo iterativo (en absoluto reciente). Los trabajos seleccionados para formar parte de este display lo han sido por las narrativas y las cualidades casi cinematográficas que ofrece su contemplación conjunta, susceptible de relacionarse a veces con la estructura de las tramas del cómic; se trata de obras de Basma Alsharif, Bleda & Rosa, André Guedes, Paul Graham, Asier Mendizabal, João Onofre, Mabel Palacín, Oriol Vilanova, Jorge Yeregui y David Zink-Yi.
Los espectadores podrán elegir entre apreciarlas individualmente o por sus aportaciones a los conjuntos en los que se integran y su elección podrá llevarlos a reflexionar sobre las dinámicas susceptibles de establecerse entre las piezas o sobre la posible consideración de muchas exposiciones como series en sí mismas.
Por último, “Arte y arquitectura” se ha planteado, como avanzábamos, como una sala más de la exposición del mismo título abierta en la segunda planta del Botín. La arquitectura es su tema, pero no solo: se estudian sobre todo los territorios que comparte con la creación plástica y los modos en que los artistas se acercan a ella, en lo formal y lo conceptual.
Algunas de las piezas que forman parte de esta muestra se involucran activamente en los espacios, generando dinamismo en torno a sí e invitándonos a reflexionar sobre las fronteras entre la obra y su entorno y sobre su mutua afectación. Otras indagan en la naturaleza esencial de la arquitectura y en cómo esta define tanto nuestra estructura social como muchos aspectos de nuestra vida cotidiana. Se han reunido trabajos de autores, en su mayoría, más jóvenes: Atsuko Arai, Nora Aurrekoetxea, David Bestué, Carlos Bunga, Nuno Cera, Eva Fàbregas, Juan López, Jorge Méndez Blake, Julia Montilla, Clara Montoya y Juan Luis Moraza.
“Miradas al arte”
Muelle de Albareda, s/n
Jardines de Pereda
Santander
Del 13 de noviembre de 2020 al 14 de marzo de 2021
