Los tiempos convulsos condensados en la colección del IVAM

El centro celebra su 30º aniversario con una puesta de largo de sus fondos

Valencia,

Tres décadas han pasado desde que el IVAM abriera por primera vez sus puertas, según su director, José Miguel G. Cortés, como el primer museo de arte moderno nacido con un proyecto sólido. Fue el 18 de febrero de 1989 y son varias las muestras y actividades que este año recordarán esa fecha en el centro valenciano y pondrán de relieve los vínculos entre su colección y la evolución histórica, social y cultural del último siglo.

El pasado 14 de febrero se inauguró “Tiempos convulsos. Historias y microhistorias en la colección del IVAM”, exhibición formada por una selección de casi 400 obras de entre las cerca de 12.000 que componen los fondos de este espacio valenciano. La comisarían María Jesús Folch, Sergio Rubira y el propio Cortés y, a lo largo de una decensa de salas, despliega piezas ligadas, en buena medida, a dos núcleos temáticos fundamentales: el Pop Art y sus repercusiones, con especial atención a Gran Bretaña, y los realismos españoles.

Los trabajos elegidos, fechados a partir de los años treinta del siglo pasado, lo han sido por representar el rol crítico adoptado por un buen número de artistas del siglo XX en relación con episodios sociales y políticos y tendencias económicas: buena parte de ellos contienen reflexiones, desde muy diferentes postulados estéticos, sobre la Guerra Civil, las dos Guerras Mundiales, los efectos de la industrialización y el imperio de los medios de comunicación de masas, los feminismos y las migraciones.

Martha Rosler. Invasión, 2008. Colección del IVAM
Martha Rosler. Invasión, 2008. Colección del IVAM

El gran Prometheus de Jacques Lipchitz, metáfora del poder creador del artista, no solo de lenguajes, también de discursos, y de la libertad espiritual ante imposiciones externas, da la bienvenida al visitante a un periplo que le sugerirá nuevos modos de aproximación a la historia del último siglo a la luz de piezas de autores internacionales de muy diversas generaciones, como Arroyo, Robert Rauschenberg, Bruce Nauman, Martha Rosler, Equipo Crónica, Darío Villalba, Luis Gordillo, Benjamín Palencia, André Masson, Rosenquist, Dora García, Carmen Calvo, Jasper Johns, Khatarina Fritsch, Claes Oldenburg, Richard Prince, Victoria Civera, John Baldessari, Muntadas, Gillian Wearing, Cindy Sherman, Annette Messager (protagonista de otra exposición reciente en el IVAM), Esther Ferrer, Pepe Espaliú, Claude Cahun, Kuitka, Rogelio López Cuenca, Francesc Ruiz, Mona Hatoum o Yto Barrada, entre otros.

Ese Prometheus, de unos dos metros de altura, anunciaba, sin embargo, algo más que la posibilidad de escapatoria en la creación: se expuso en 1937, en la misma Exposición Universal de París de la que formó parte El Guernica de Picasso, y fue destruido y retirado del lugar, suceso interpretado por muchos como la premonición del nazismo en ascenso y de los horrores de la II Guerra Mundial (un águila, como la que devoraba cada noche el hígado de Prometeo encadenado hasta que la flecha de Hércules acabó con ella, era símbolo de la Alemania nacionalsocialista).

Seis temas articulan la muestra, la cuarta que desde 2014 relee los fondos del IVAM, en otras tantas secciones a partir de este Lipchitz: Violencia y poder, Mundos ocultos, Duchamp y el mundo de los objetos, El cuestionamiento de las imágenes, Cuerpos disidentes y Periferias urbanas. Unos proyectos hacen referencia a sucesos conocidos por todos, otros a microhistorias que no pueden disociarse de su contexto y buena parte de ellos, casi la mitad, no se habían mostrado antes al público, a los que se suma un depósito del Museo Reina Sofía por cinco años: una de las obras que realizaron juntos Warhol y Basquiat en la etapa de la Guerra Fría.

“Tiempos convulsos” quiere incidir en la contemporánea relación entre creación contemporánea, historia y vida; en la capacidad del arte para transformar nuestros modos de entender política y entorno y en los estrechos vínculos que, desde el siglo XIX, ha mantenido con la rebelión y con el lado oscuro del hombre.

Guerrilla Girls / Do women have to be naked to get into the Met. Museum? 1989 Copyright © Guerrilla Girls, courtesy guerrillagirls.com
Guerrilla Girls. Do women have to be naked to get into the Met. Museum?, 1989 Copyright © Guerrilla Girls. Cortesía de guerrillagirls.com

La otra gran exposición que en el IVAM conmemorará, en los próximos meses, su 30º aniversario es “1989. El fin del siglo XX”, que reúne dos centenares de trabajos fechados en el año en que cayó el muro de Berlín y se abrió el museo y que no se organiza ya en apartados temáticos, sino atendiendo a analogías y relaciones entre las piezas, de autores europeos y estadounidenses fundamentalmente. La han comisariado Sergio Rubira y Sandra Moros y es esencial en ella la idea del tiempo, el análisis de su transcurso y del peso de sus efectos: podremos contemplar los relojes de Artschwager y Allighiero Boetti, naturalezas muertas que apelan a lo perenne de James Lee Byars o IRWIN e imágenes y esculturas referidas a la muerte a cargo de Sophie Calle, Pepe Espaliú o Martin Kippenberger.

Otras obras se refieren a identidades contemporáneas y a su ocultación, como las de Tseng Kwo Chi y Tracey Moffat, o a las caras diversas de las vidas de todos, como el amor o la enfermedad: veremos los dibujos que Vittorio Scarpati dedicó a su experiencia como enfermo de sida o las imágenes que de él, y de su pareja, la actriz Cookie Mueller, realizó Nan Goldin.

Algunas de las piezas tienen también relación con otros sucesos y conmemoraciones que aparejó 1989: no soló se fracturaron los bloques de la Guerra Fría, también se recordó el bicentenario del inicio de la Revolución Francesa, Mapplethorpe y Andrés Serrano fueron censurados en Estados Unidos, murió el ayatolá Jomeini, en China se produjo la masacre de Tiananmen y se fundó ACT UP, organización francesa destinada a concienciar a la población sobre la pandemia del VIH, reivindicada recientemente también en el cine.

La exposición no ha querido solo recoger el aire de los tiempos, el espíritu de una época: también dibuja un escenario fragmentado que hizo posible que tendencias artísticas muy diversas convergieran en un único escenario geográfico o que se produjeran inesperadas conexiones entre artistas muy distantes, lazos que el espectador tendrá que encontrar e interpretar asumiendo las dificultades y recordando quizá sus modos de mirar hace treinta años. También tendrá que observar atentamente las zonas de paso: como es habitual en las propuestas del museo valenciano, se han dispuesto obras en ellas, entre ellas una recopilación de efemérides de González-Torres.

Y un tercer episodio de este trigésimo cumpleaños del IVAM tiene lugar en Alcobendas: su Centro de Arte acoge, hasta el próximo 4 de mayo, la exposición “Escribir con luz. Fotografía de entreguerras en la Colección del IVAM”, donde nos esperan imágenes, fotomontajes y publicaciones de los años veinte y treinta, etapa fundamental en el desarrollo de una nueva fotografía, abierta y vanguardista, y también del género documental. Se exhiben trabajos, entre otros, de Moholy-Nagy, Edward Weston, John Heartfield, Dorothea Lange, Capa, Walker Evans, Sander o Paul Strand.

Harun Farocki, Andrei Ujica / Videograms of a Revolution, © Harun Farocki/Andrei Ujica 1992
Harun Farocki. Andrei Ujica / Videograms of a Revolution © Harun Farocki/Andrei Ujica, 1992

 

 

 

“TIEMPOS CONVULSOS. Historias y microhistorias en la colección del IVAM”

Del 13 de febrero al 19 de abril de 2019

“1989. El fin del siglo XX”

Del 24 de enero al 19 de mayo de 2019

IVAM. INSTITUTO VALENCIANO DE ARTE MODERNO

c/ Guillem de Castro, 118

Valencia

 

 

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