Elena Alonso, el espacio alrededor

El Museo ABC presenta la décima muestra de su ciclo Conexiones

Madrid,

A la hora de citar a los jóvenes artistas españoles que centran su producción en la práctica del dibujo es obligado mencionar a Elena Alonso, que lo aborda manejando sus intersecciones con otras disciplinas, como la arquitectura, el diseño o la artesanía y que, en las exposiciones que ha presentado hasta la fecha, ha prestado especial atención al modo en que sus trabajos podían relacionarse con el espacio en que se exhiben mejorándolo, potenciando su vertiente afectiva.

La mayor parte de sus obras son, hasta ahora, trabajos abstractos, depurados, piezas de acabados precisos en las que la geometría ha cobrado mucho protagonismo.

José Luis López Sánchez. La encerrada, 1933
José Luis López Sánchez. La encerrada, 1933

La artista madrileña expone, desde mañana y hasta el 28 de febrero en el Museo ABC de Madrid, “El espacio alrededor”, el décimo proyecto integrado en el ciclo Conexiones, organizado por el centro dirigido por Inmaculado Corcho y por la Fundación Banco Santander. Alonso es la creadora más joven en formar parte de él y con ella se cierra un ciclo en el marco de esta iniciativa que, bajo el comisariado de Óscar Alonso Molina, ha buscado ofrecer a artistas en su etapa de media carrera la oportunidad de presentar su primer gran proyecto fuera del circuito galerístico, en el ámbito institucional. Todos los participantes han tenido el nexo común de haber hecho del dibujo uno de sus principales medios de expresión.

Las obras de las colecciones del Museo ABC y la Fundación Banco Santander que Elena Alonso ha elegido como punto de partida para articular esta muestra han sido la ilustración La encerrada de José Luis López Sánchez, publicada en ABC en 1933 como ilustración de un poema de Rafael Alberti, y el grabado de Piranesi Parere su l´ Arquitectura, datado en 1765.

Ambas piezas condujeron a la artista a reflexionar sobre su obra anterior, sobre la idea de maquetación y sobre el collage y el solapamiento de estilos.

La ilustración de López Sánchez es una imagen geométricamente fragmentada y de aire decó (la obra de Alonso, si nos fijamos, también evoca ese estilo) y el grabado de Piranesi, como ocurre con tantas de sus cárceles, es una pieza ecléctica y casi delirante en la que se mezclan elementos del pasado y de distintas culturas en una suerte de arqueología fantástica.

Piranesi. Parere su l´ Arquitectura, 1765
Piranesi. Parere su l´ Arquitectura, 1765

 

A partir de las características de ambas obras, Alonso ha articulado un proyecto riguroso dominado por dibujos de gran formato (respondiendo a las características de la sala de exposiciones del Museo ABC) en el que también tienen cabida diversos objetos y la encantadora instalación formada por una lámpara de luz sutil. En la vitrina podemos rastrear la arqueología del conjunto, los elementos que han dado lugar a “El espacio alrededor”.

Podemos decir que el conjunto de la exposición atiende a tres formas de entender la arquitectura: como manera de construir (la más obvia), y como técnica de representación y manera de componer un texto.

Alonso se sirve del lenguaje arquitectónico a la hora de disponer líneas rectas y curvas sobre el papel y de articular los objetos que integran sus instalaciones; unos y otros, fragmentados y heterogéneos, encajan entre sí y podrían ser la punta del iceberg de un enigma subyacente, de un mensaje cifrado oculto tras el hermetismo aparente de la superficie.

Examinadas una a una, las piezas parecen plantear dónde termina el dibujo y dónde empieza la idea. También dan la sensación, en una contemplación rápida, de ser fruto de una concepción normativa del trabajo sobre papel, pero revisadas en su conjunto, con el “espacio alrededor” de la sala, se nos muestran en su auténtica variedad. Hay regularidad, pero no repetición.

 

 

Comentarios