Tras trece meses en los que se han sucedido exposiciones y actividades destinadas a conmemorar los 200 años del Museo del Prado, la celebración del Bicentenario llega a su fin. También habrá actos en esta ocasión y todos estamos invitados a disfrutarlos, incidiendo en esa idea de que el Museo del Prado es de todos y para todos, como ha señalado esta mañana Marina Chinchilla, Directora Adjunta de Administración del Museo del Prado.
Así, desde el viernes hasta el domingo se celebrarán jornadas de puertas abiertas, con acceso libre tanto a las colecciones como a las exposiciones temporales (solo la muestra de Goya requerirá de un pase horario, que se podrá solicitar en taquilla, para garantizar una visita de calidad a la misma).
También, durante los días 13, 14 y 15, se ha programado una proyección continua en la sala de Conferencias, junto al Auditorio, de todos los vídeos generados a lo largo del Bicentenario, entre ellos los que forman parte del proyecto “Voces del Prado. Una historia oral”, que recoge el relato intrahistórico de trabajadores y colaboradores que han dedicado su día a día a la institución.
Una de las iniciativas que más sorprenderá a los visitantes que tengan la suerte de coincidir con ella será el concierto y las performances que el sábado 14 se desarrollarán en el edificio Villanueva. La Orquesta Sinfónica de Castilla y León interpretará distintas piezas musicales, acompañada por bailarines que actuarán en las salas del museo. Solo dos pistas: de 11:00 a 12:30 horas habrá ensayos abiertos y entre las 16:30 y las 17:45 se llevarán a cabo las performances “sorpresa” en las salas. Sin duda, otro de los momentos históricos que dejará del Bicentenario.
Como broche final, se ofrecerá un espectáculo público en el que la imagen y el sonido se unirán, convirtiendo la fachada de Goya en una enorme pantalla de proyección. Este evento, que cuenta con el patrocinio de Acciona —siguiendo su línea de desarrollo de proyectos de ingeniería cultural— constará de dos partes. En la primera, que lleva por título “Amalgama Prado”, veremos un trabajo de Daniel Canogar en el que las obras de la pinacoteca se licuan, mezclándose unas con otras a modo de grandes gotas de pintura, pasadas por un algoritmo creado en el estudio del artista. Canogar se ha referido a esta intervención como una alusión a la modernidad líquida de Zygmunt Bauman y un intento “con gran osadía y enorme respeto” de conectar la Historia del Arte y la creación contemporánea, en un momento en el que Internet y lo digital han cambiado nuestra manera de ver arte.
La segunda acción será “Refracción: del caos a la quietud”. A través de vídeo mapping, láser y efectos especiales podremos sumergirnos en una proyección tridimensional inmersiva, sincronizada con una banda sonora original concebida por Olivier Arson (ganador de un Goya a Mejor Música Original por El reino), que será interpretada en directo por un músico electrónico, un cuarteto de cuerdas y tres flautistas. Setenta obras del Prado pasarán ante nuestra mirada agrupadas en varios ejes temáticos y estilísticos, que buscarán causar en el espectador una emoción estética.
Las proyecciones tendrán lugar los días 12, 13, 14 y 15 de diciembre en dos pases de 30 minutos, a las 20:30 y a las 22:00 horas.
El 15 de diciembre se cerrará, así, más de un año de celebraciones, en el que además de revisar el pasado y vivir el presente de esta institución se mira al fututo y a las generaciones venideras y se lanza un mensaje a aquellos que estarán llamados a celebrar el 300 aniversario. Para ellos se va a crear una “Cápsula del tiempo” que contendrá numeroso material documental generado a lo largo del Bicentenario, así como los mensajes de todos los visitantes que quieran dejar constancia de lo que significa para ellos el Museo del Prado. A tal efecto, desde el jueves 12 permanecerá instalado el dispositivo “Un Bicentenario para la historia; un mensaje para el futuro” en el espacio colindante a la Sala de las Musas, en la conexión entre los dos edificios del museo.
