Du Cubisme

La Fundación March dedica una muestra a la reedición del primer manifiesto estético del Cubismo

Madrid,
Jean Metzinger. Sin título, 1946. Albert Gleizes y Jean Metzinger, Du cubisme. París: Compagnie Française des Arts Graphiques, 1947 © Vegap, Madrid, 2015
Jean Metzinger. Sin título, 1946. Albert Gleizes y Jean Metzinger, Du cubisme. París: Compagnie Française des Arts Graphiques, 1947 © Vegap, Madrid, 2015

Supuso una revolución en todos los ámbitos del arte: perspectiva, polimetría, geometría, composición, color… El Cubismo trajo la destrucción del ilusionismo tradicional para presentar la realidad como el artista la veía (la ve), desde todos los puntos de vista posibles. Tomando a Cézanne y a sus pinturas planas basadas en formas geométricas como punto de partida, los cubistas se empaparon también de las investigaciones científicasen materia de óptica, química y física que se desarrollaban en los inicios del s XX: fue en 1905 cuando Einstein formuló su teoría de la relatividad, transformando nuestra visión del espacio y el tiempo.

En los talleres de Paris se conocía también el arte primitivo y negro y se ponía en valor la esencialidad del objeto alejado de su entorno.

Nacido en la capital francesa hacia 1906 de la mano de Picasso y Braque, se extendió después por Europa y América y mantuvo conexiones con otras tendencias coetáneas.

Se considera que el primero en referirse al Cubismo como movimiento fue Apollinaire, aunque no todos lo calificarían así: en el primer Coloquio sobre Arte Contemporáneo que tuvo lugar en 1971 en el Museo de Arte e Industria de Ste Étienne se concluyó que fue un fenómeno artístico pleno de práctica plural y diversa en el tiempo que creó numerosas poéticas (orfismo, sincronismo) y que se desarrolló en numerosos puntos de expansión geográfica.

Louis Chassevant también se refirió al Cubismo hacia 1905 y 1906, cuando aludió a “cubos” presentes en obras fauvistas que también bebían de Cézanne, y el primer testimonio recogido en prensa escrita sobre el movimiento que tuvo a Picasso como gran figura nos lo ofreció Vauxcelles, pero si queremos realmente aprender a fondo los recovecos del Cubismo de una fuente primaria tenemos que recurrir a Du Cubisme, el ensayo de Albert Gleizes y Jean Metzinger, que además de pintores fueron teóricos y que en 1912 publicaron esta obra con la colaboración de un editor parisino que era también poeta, Eugène Figuière.

Albert Gleizes. Sin título, 1946. Albert Gleizes y Jean Metzinger, Du cubisme. París: Compagnie Française des Arts Graphiques, 1947 © Vegap, Madrid, 2015
Albert Gleizes. Sin título, 1946. Albert Gleizes y Jean Metzinger, Du cubisme. París: Compagnie Française des Arts Graphiques, 1947 © Vegap, Madrid, 2015

Considerada primer manifiesto estético del Cubismo, esta obra se presentó coincidiendo con la Section d´ Or de aquel año y tenía como objetivos, según el propio Gleizes, sintetizar y clarificar las meditaciones que dieron origen al Cubismo (pues entendían que toda pintura nace de una reflexión) y despejar equívocos y malentendidos. Era importante que fueran los propios pintores artífices de los cambios que se proponían quienes diesen sus explicaciones, y no teóricos que rara vez pisaban los estudios.

Aquel ensayo alcanzó entonces una repercusión importante –se tradujo a varias lenguas- y contó con ilustraciones de Cézanne, Picasso, Derain, Braque, Metzinger, Marie Laurencin, Gleizes, Léger, Duchamp, Picabia y Juan Gris.

Tal fue su éxito que pasados treinta y cinco años, en 1947, Du Cubisme se reeditó, contando entonces con una introducción de Gleizes, un epílogo de Metzinger y de once estampas de algunos de los artistas que cedieron sus ilustraciones para el ensayo de 1912 a los que se sumó Jacques Villon.

Eran seis aguafuertes, dos aguatintas y tres puntas secas, que aunque se elaboraron durante la década de los veinte, no se estamparon y publicaron hasta el 47.

A lo largo de este verano (desde hoy y hasta el 29 de agosto) y como muestra de transición entre la de Art Decó recientemente finalizada y la retrospectiva de Max Bill que llegará a Madrid en octubre, la Fundación Juan March exhibe un ejemplar de esta reedición de Du Cubisme y todas sus estampas, pertenecientes a los fondos de esta institución, así como tres óleos de los autores del libro: Nature morte, fruits, verre et noix, de Metzinger, y Les Musiciens y Composition de Gleizes. Estas obras proceden de colecciones particulares. A ellas se suma el grabado Homme au chapeau (1914-1915) de Picasso, que ha cedido para la ocasión la Fundación malagueña del artista.

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