El Museo Lázaro Galdiano se suma a la celebración de la nueva edición de PHotoESPAÑA y lo hace con una propuesta que vincula fotografía y coleccionismo, invitándonos a redescubrir la figura de Luis Masson. Este autor de origen francés, que trabajó en España en el siglo XIX, ha sido uno de los grandes olvidados por los libros de historia de la fotografía, a quien ahora se quiere reivindicar, equiparándolo por su calidad y singularidad a sus coetáneos Clifford y Laurent.
La exposición llega a Madrid de la mano del CAF. Centro Andaluz de la fotografía, donde ya pudo verse el pasado mes de enero, y ha sido posible gracias a la labor de los coleccionistas Juan Antonio Fernández Rivero y María Teresa García Ballesteros. Grandes estudiosos de Masson, su primer contacto con su obra se produjo hace unos veinte años, cuando adquirieron un álbum perteneciente al Duque de Montpensier, que contenía principalmente fotografías suyas. Desde entonces han investigado acerca de su vida y de su trabajo, llegando a atesorar en su colección 270 fotografías. De ellas se exhiben aquí ochenta y ocho, veintidós de las cuales son estereoscópicas. Los comisarios sostienen que la fotografía comercial que realizaba Masson estaría dirigida a un público europeo que venía a conocer los monumentos de España y que compraba sus imágenes para completar sus álbumes de viaje. También apuntan la teoría de que pudiera haber trabajado en una de las muchas empresas de fotografía estereoscópica que había en Francia en aquel momento, estando motivada su llegada a España por un viaje de trabajo y que, quizás seducido por el ambiente y por la posibilidad de desarrollar aquí su carrera, hubiera decidido quedarse. Se sabe que en 1858 abrió su estudio en Sevilla, junto a su esposa y colaboradora Lorenza Simonin Beard, y que en la ciudad andaluza fue uno de los primeros en hacer reproducciones de las pinturas de Murillo, como la de la Santa Catalina o la Visión de San Antonio de Padua, que encontramos en la exposición. También está documentada su estancia en Madrid en 1866 y su viaje hacia el norte para pasar a Francia por la frontera con el País Vasco, así como su ausencia prolongada tras la caída de la monarquía, debido a sus buenas relaciones con el mencionado duque de Montpensier. Regresaría a Sevilla en 1879, perdiéndose las noticias sobre él a partir de 1881. Además de las imágenes dedicadas a la ciudad de Sevilla, la exposición recoge otras tomadas en Ávila, Burgos, Salamanca y Toledo y encontramos también en ella el retrato de una mujer con guitarra, de la que los comisarios confiesan que se trata de una de sus favoritas.
Tanto Rafael Doctor, director del CAF, como Claude Bussac, por parte de PHE, han destacado durante la presentación de la muestra la importancia de mirar al pasado, en concreto a la fotografía del XIX, para poder reflexionar sobre el devenir de la imagen y cuestionar sus posibilidades. En este sentido, la de Masson es la única exposición de carácter patrimonial dentro de la sección oficial de PHotoESPAÑA, que este año celebra su XX aniversario con la mirada puesta en el futuro.
“Descubriendo a Luis Masson. PHotoESPAÑA”
C/Serrano, 122
Madrid
Del 4 de junio al 26 de agosto de 2018
