De Cranach a Bacon: 160 obras de la Colección Abelló se exponen en CentroCentro

Se trata de la primera presentación pública de un conjunto de los fondos de Juan Abelló y Anna Gamazo

COLECCIÓN ABELLÓ. Mecenazgo al servicio del arte

CENTROCENTRO. PALACIO DE CIBELES

Plaza de Cibeles, 1

Madrid

Madrid,

Dentro de la serie de exposiciones El Mecenazgo al Servicio del Arte, en la que CentroCentro ya ha mostrado parte de los fondos de coleccionistas como la Duquesa de Alba, Helga de Alvear y los Masaveu, el Palacio de Cibeles abrirá mañana al público una muestra representativa de las obras atesoradas desde las últimas décadas del siglo pasado por Juan Abelló y Anna Gamazo: podremos ver 160 piezas de la Colección Abelló  que nunca hasta ahora se habían expuesto al público unidas, entre ellas trabajos de autores muy poco representados en colecciones de nuestro país, como los vedutistas Guardi y Canaletto o Francis Bacon.

Los tres rasgos fundamentales que caracterizan la Colección Abelló son su apertura a todos los estilos, periodos históricos y géneros (aunque ofreciendo cierta primacía al arte español, entre estas piezas encontramos notables ejemplos de tablas flamencas, francesas, italianas o germánicas); la importancia dada al dibujo, un medio al que los coleccionistas de nuestro país no han dado sitio hasta época relativamente reciente y que en esta exhibición queda representado por obras en papel de Murillo, Francisco Pacheco, Pedro de Campaña, Picasso, Van Gogh, Bacon o Schiele y, por último, la presencia de obras singulares de arte español salidas de nuestro país por causas diversas, como el Salvator mundi entre san Pedro y san Juan de Fernando Yáñez de la Almedina o el Joven gallero de Murillo.

Cobran especial relevancia en esta exposición, por su riqueza, las secciones dedicadas a bodegones y floreros, las vistas italianas y de Madrid, Goya y la pintura europea de los siglos XIX y XX. Comisaría esta muestra, que engloba piezas fechadas entre los siglos XV y XX, Felipe Vicente Garín Llombart y el arranque del proyecto lo protagoniza El Greco en el año del cuarto centenario de su muerte: suya es la Estigmatización de San Francisco de la entrada.

DE JUAN DE FLANDES A ROTHKO

La primera sala de la exposición, titulada Madrid, Villa y Corte, cuenta con lienzos de gran tamaño que reflejan escenas de la capital desde el siglo XVII hasta el XIX. Incluye obras de escuela madrileña del siglo XVII y de Giuseppe Canella o David Roberts.

La siguiente sala, bajo el título Del gótico al humanismo, presenta piezas de los siglos XV y XVI de Bernardo Serra, Jaume Baço Jacomart, Juan de Flandes, el Maestro de Artés, Pedro Berruguete, y Lucas Cranach y Cuando el hombre convierte la naturaleza en arte nos ofrece óleos y dibujos del siglo XVII de José de Ribera, Murillo, Francisco Pacheco o Zurbarán y presenta una completa serie de bodegones y floreros de Miguel de Pret, Bernardo Polo, Juan de Arellano, Pedro Camprobín o Antonio Ponce.

Las vedute, Goya y su mundo, en la cuarta sala, nos adentra en las vistas geniales de Canaletto y Guardi y en lienzos de Antonio Joli. Esta sección incluye también dos retratos de Goya, los de Martín Miguel de Goicoechea y Juana Galarza, sus consuegros, y un dibujo de Josefa Bayeu.

La quinta sala se centra en el arte decimonónico a través de piezas de Mariano Fortuny, Ramón Casas, Hermen Anglada Camarasa, Aureliano de Beruete, Santiago Rusiñol, Joaquín Mir o Sorolla, Bonnard, Toulouse-Lautrec, Van Gogh y Modigliani.

Picasso y sus contemporáneos alberga catorce trabajos de Picasso entre óleos, aguadas, tintas y lápices, junto a obras de Braque, Léger, Gris, Matisse y Salvador Dalí, del que podremos contemplar Rostro invisible/Ruinas con cabeza de medusa y paisaje y el dibujo Retrato del padre del artista y su hermana.

Por último, en De Miró a Francis Bacon. Historia y modernidad, tienen cabida pinturas de Munch, Gustav Klimt, Vasily Kandinsky, Paul Klee, Kees van Dongen, Egon Schiele y Grosz y los españoles Miró, Antoni Tàpies, Pablo Palazuelo o Manolo Millares.

No faltan Negro, rojo, negro de Rothko y cuatro obras de Bacon llenas de precariedad y distorsión, entre ellos un espectacular tríptico fechado en 1983.

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