Teresa Moro y el poder de una reliquia

El Museo MARCO de Vigo bucea en su atención a los objetos de artistas

Vigo,

Cuando un objeto que podría haber sido utilizado por un artista a quien admira, reciente o pasado, le produce una especial emoción, Teresa Moro dice experimentar el efecto reliquia. No tiene por qué tratarse de piezas de carácter especial, se siente a menudo atraída por taburetes, camas, ropas, paletas… cuya relación con sus dueños explica, según la madrileña, su carácter único. Su sensación tiene, como podemos adivinar, raíces hondas: en los santuarios de la antigüedad clásica eran venerados muebles e indumentarias asociados a los héroes, pues se les concedía una misión protectora.

La cuestión es que, dada la baja perdurabilidad de casi todo lo material (e inmaterial) en nuestros días y la tendencia a la uniformización en los entornos, esta artista inició hace unos años una campaña personal de rescate de algunas de esas reliquias y su botín, fruto de investigaciones tanto físicas como virtuales, lo presenta ahora en el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo. La muestra, comisariada por Miguel Fernández-Cid y Pilar Souto, nace de procesos de trabajo situados a medio camino entre el acto creativo y el coleccionismo: a partir de esos objetos ha elaborado un archivo gráfico que ha venido trasladando a las paredes de su taller y que, con el tiempo, ha devenido incluso altar votivo.

Las reliquias que lo componían, expuestas ahora en Vigo, constituyen en el fondo recuerdos evocados que, gracias a la tarea de preservación de Moro, se proyectan también hacia el tiempo futuro: los enseres reproducidos conservan las huellas de sus dueños y esta autora se ocupa de invocarlas. El recorrido en las salas del Museo nos aporta pistas múltiples sobre los lazos entre esta suerte de bodegones y sus poseedores y traza una línea narrativa sutil en paralelo a los hallazgos que con nosotros se comparten: contemplaremos Mirillas de puertas que nos dejan asomarnos a algunos interiores, Postales con vistas exteriores de casas-estudio, vistas de, en ocasiones reveladoras, mesas de trabajo; las reliquias propiamente dichas, entre las que no faltan herramientas y ropa de faena y, recogiendo en el fondo el mismo espíritu de estas, camas.

Teresa Moro. Martin Kippemberger, cama, (serie Camas), 2021
Teresa Moro. Martin Kippemberger, cama, (serie Camas), 2021

Las pinturas reunidas son en su mayoría frontales y de pequeño formato, de fondos neutros, recientes y pasadas, pero responden, unas y otras, a inquietudes comunes: al transitar del taller a la sala expositiva, proponen al espectador adentrarse en los misterios del culto a la pintura, facilitándole esa senda mediante la exhibición de fotografías de archivo. Enseñándonos algunos escenarios donde el arte nace, las liturgias e instrumentos implicados en su creación, busca que penetremos en los lugares y tiempos en los que brota su misterio y en la esfera íntima de sus artífices. Concluiremos así que el acercamiento a los espacios de trabajo de los artistas puede tener mucho de revelador: podrá aprenderse mucho de sus intereses y de su trabajo atendiendo a los materiales, las maneras, los muebles donde apoyarse o reposar, los ritos y costumbres; el orden riguroso tiene mucho que comunicar, como el desorden su sentido y no es casual que haya quien clasifique brochas y lápices, quien amontone lienzos en pasillos o habitaciones, quien se empeñe en varias obras a la vez o prefiera centrarse solo en una.

Teresa Moro. Georgia O’Keeffe, bodegón, 2021
Teresa Moro. Georgia O’Keeffe, bodegón, 2021

En el compendio de pipas, gafas, pinceles, paletas, sillas, libros, objetos, puertas o camas de Moro encontraremos, por tanto, homenajes a la pintura, actos de fe hacia ella y hacia todo lo que apareja desde su germen. Cuenta esta artista que alimenta su labor una pasión urgente por rastrear, recolectar y archivar, una vocación inacabable, como tampoco se termina nunca de coleccionar y justamente saberlo es uno de los placeres inherentes a esa actividad; decía Walter Benjamin, como recuerda la propia Moro en los textos que acompañan a la exhibición, que los coleccionistas son fisonomistas del mundo de los objetos, conscientes de que son estos la propiedad más íntima que podemos tener… porque en ellos vivimos, no porque estas piezas habiten en nosotros.

Sus pinturas son, por tanto, fruto de una obstinación en varias direcciones: hacia lo material, hacia lo pictórico y hacia la recolección y para esta autora representan actos de resistencia frente a la estandarización.

Teresa Moro. Puerta del estudio de Barbara Hepworth, 2021
Teresa Moro. Puerta del estudio de Barbara Hepworth, 2021

 

Teresa Moro. “El Efecto Reliquia”

MARCO. MUSEO DE ARTE CONTEMPORÁNEO DE VIGO

c/ Príncipe, 54

Vigo

Del 14 de enero al 1 de mayo de 2022

 

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