Marta Minujín, Premio Velázquez 2016

El lema de la creadora argentina es “Todo es arte”

Madrid,
Marta Minujín. Pago de la deuda externa a Andy Warhol, 1985
Marta Minujín. Pago de la deuda externa a Andy Warhol, 1985

La artista argentina Marta Minujín fue ayer galardonada con el Premio Velázquez de Artes Plásticas 2016 porque, en palabras del jurado, “con su máxima creativa ‘todo es arte’ ha sido pionera en nuevos comportamientos artísticos y en el desbordamiento de los marcos institucionales del arte y de los medios. Su posición contracultural y el compromiso político en un momento particularmente difícil se mantienen en la coyuntura internacional actual. Su desacralización de los mitos populares y la activación de los lazos sociales le han convertido en una precursora de las prácticas efímeras y relacionales”.

El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte viene concediendo este premio desde 2002 para otorgar reconocimiento institucional a creadores españoles e hispanoamericanos de producción sobresaliente en el ámbito de las artes plásticas. Está dotado con 100.000 euros y en sus anteriores ediciones lo recibieron Ramón Gaya, Tàpies, Palazuelo, Juan Soriano, Antonio López, Gordillo, Cildo Meireles, Antoni Muntadas, Doris Salcedo, Artur Barrio, Jaume Plensa, Esther Ferrer e Isidoro Valcárcel (en 2012 el premio no se falló).

Minujín se formó en las escuelas nacionales de Bellas Artes de Buenos Aires, su ciudad natal, y presentó su primera individual en 1959 en el Teatro Agón. Un año después obtuvo una beca del Fondo Nacional de las Artes que le permitió instalarse en París y en  1964 fue invitada al Premio Nacional Di Tella, centro de referencia de los artistas de la época, donde expuso Eróticos en technicolor y Revuélquese y viva. En 1966 obtuvo la beca Guggenheim y se fue a vivir a Nueva York.

En el contexto de las movilizaciones cívicas de principios de los setenta en Estados Unidos, la artista presentó en Nueva York dos performances que resultarían claves en su trayectoria: Kidnappening, en la que combinaba la ficción de secuestro y el happening, e Imago Flowing, también nacida de la fusión, esta vez entre ópera y happening.

En 1978 Minujín participó en la I Bienal Latinoamericana de Arte en el Parque Ibirapuera de Sao Paulo, donde mostró un proyecto en el que contó con la colaboración de Andy Warhol: El pago de la deuda externa con mazorcas de maíz. Durante esta acción, que Minujín llevó a cabo en The Factory, la artista pagaba simbólicamente al creador pop la deuda externa argentina con mazorcas de maíz.

Marta Minujín. Carlos Gardel de fuego, 1981
Marta Minujín. Carlos Gardel de fuego, 1981

Una de sus obras más recordadas, sobre todo para los bonaerenses, es su colosal obelisco de pan dulce instalado en la Avenida 9 de julio de la capital argentina; para muchos se ha convertido en uno de sus emblemas. El hoy visible es una réplica del original de 1978, que se repartió, para ser comido, entre el público que se acercó a la pieza.

No con pan sino con algodón llevó a cabo además otra de sus propuestas más celebradas y polémicas: un gigantesco retrato de Carlos Gardel dispuesto sobre una estructura de hierro. Una vez acabado, lo quemó.

Minujín continúa trabajando como artista en su taller, en el barrio porteño de San Cristóbal, en proyectos de arte efímero y performance y sus trabajos forman parte de las colecciones del Salomon R. Guggenheim Museum, el Walker Art Center, el Museo de Arte Moderno de Medellín, el Museo de Arte de las Américas, en Washington o el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires.

El jurado que ha concedido a la argentina el Premio Velázquez ha estado compuesto por Miguel Ángel Recio, director general de Bellas Artes y Patrimonio Cultural; Isidoro Valcárcel Medina, Premio Velázquez de las Artes Plásticas 2015; Leopoldo Emperador Alzola, escultor y presidente de AICAV (Asociación Islas Canarias de Artistas Visuales); Katya García-Antón, directora de OCA (Office for Contemporary Art Norway); Karin Ohlenschläger, directora de actividades de LABoral Centro de Arte y Creación Industrial; Francisco Javier Panera, director del Máster en Estudios Avanzados en Historia del Arte de la Universidad de Salamanca; Ángela María Pérez Mejía, subgerente cultural del Banco de la República de Colombia y Manuel Segade Lodeiro, director del Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M).

El reconocimiento del Ministerio a Minujín coincide con la presencia destacada de Argentina en la próxima edición de ARCO: será el país invitado.

 

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