Es especialmente célebre por sus carteles, pero Alphonse Mucha fue, además de dibujante, pintor, escultor, grabador, diseñador y artesano y su vocación artística fue temprana: comenzó a interesarse por el dibujo ya en la adolescencia y supo sobreponerse a los primeros rechazos: su petición de ingresar en la Academia de Artes Plásticas de Praga en 1877, cuando tenía diecisiete años, fue rechazada.
Comenzó a trabajar como decorador para una compañía teatral y como retratista hasta poder ingresar en la Academia de Múnich, pero el auténtico reconocimiento del público le llegó tras establecerse en 1887 en París, donde pudo formarse, gracias a la ayuda del conde Khuen-Belassi, en la Academia Julian.
Varios periódicos franceses publicaron sus ilustraciones y también recibió el apoyo, que sería decisivo en su trayectoria, de la actriz Sarah Bernhardt; para ella y para su Théatre de la Renaissance elaboró varios carteles que hoy forman parte de su producción más difundida, el primero en 1894.
Después decoraría el pabellón bosnio para la Exposición universal de 1900 y, progresivamente, con el original tratamiento de la fotografía que daba a sus carteles publicitarios y la estética delicada y elegante que concedía a sus estampas, paneles decorativos y dibujos fue consolidándose como figura fundamental del Art Nouveau.
Entre 1904 y 1910 residió en Estados Unidos y a partir de ese año regresó a su país natal, donde comenzó a desarrollar una temática radicalmente distinta a la que hasta entonces había cultivado, optando por la pintura de historia y los formatos monumentales. Fue entonces cuando llevó a cabo el ciclo formado por una veintena de grandes cuadros dedicados a la mitología eslava y la historia de su país. Entre ellos destaca Epopeya Eslava, que el público pudo apreciar por primera vez en 1928 coincidiendo con la conmemoración del décimo aniversario de la creación de Checoslovaquia.
Pese al cambio de temática, en estas obras mantuvo lo esencial de su estilo esencialmente modernista: gusto por curvas y contracurvas, preciosos arabescos, paisajes y figuras femeninas de rasgos exóticos, suntuosidad y exaltación de los sentidos.
Desde el próximo 15 de abril y hasta el 11 de septiembre, podemos conocer a fondo la obra de Mucha en Roma, en el Complesso del Vittoriano. Allí se exhibirán doscintos trabajos, entre pinturas, como su Autorretrato de 1899 o Francia abraza a Bohemia (1918); carteles, incluyendo algunos de los que realizó para Sarah Bernhardt; dibujos y preciosas joyas, algunas expuestas en la mencionada Exposición Universal de 1900, como una cadena con colgantes o el anillo Pavo real.
La muestra se dividirá en seis secciones: Un bohemio en París, El creador de estilo Mucha, Un cosmopolita, La mística, El Patriota y El artista-filósofo.
