Las incógnitas de Tomi Ungerer

El Folkwang Museum dedica una retrospectiva al ilustrador

Essen,
Tomi Ungerer. Pride and Prejudice, 2012 Sammlung Philipp Keel © Tomi Ungerer
Tomi Ungerer. Pride and Prejudice, 2012. Sammlung Philipp Keel © Tomi Ungerer

Es posible saltar a la fama mundial como brillante ilustrador de libros infantiles, entrar en los museos como provocador artista gráfico y no estar loco. Lo ha logrado el francés Tomi Ungerer, autor (de lengua afilada) de más de 140 libros para niños al que el Museum Folkwang dedica una retrospectiva desde el 18 de marzo, una muestra destinada a paliar el escaso conocimiento general de su producción artística, más allá de sus libros e ilustraciones.

Desde los cincuenta hasta hoy (Ungerer sigue trabajando a sus 84 años), ha llevado a cabo collages muy imaginativos en los que, mediante toques de ingenio muy hábiles, ha conseguido aportar nuevos significados o enfoques a temas cotidianos. Es la primera vez que una exhibición repasa esta vertiente de su producción, y la del museo de Essen lo hará a partir de 160 obras fechadas a lo largo de seis décadas (aunque la mayoría datan de los últimos quince años) que han sido seleccionadas para la exposición con la colaboración del propio artista.

Entre la amplia variedad de asuntos que abordan estos trabajos encontramos las experiencias de Ungerer en la Guerra de Alsacia, las relaciones entre hombres y mujeres, los contrastes entre vida rural y vida urbana y, estos últimos de forma muy constante, los sueños y pesadillas del artista. El cuerpo, sobre todo el cuerpo fragmentado, tiene enorme presencia en estas obras: Ungerer lo muestra vulnerable, como fetiche y como objeto de deseo.

En realidad este artista se inició dibujando obras de tema bélico que reflejaban su rechazo a la guerra y al fascismo, y fue tras emigrar en 1956 a Nueva York cuando comenzó a escribir libros infantiles muy exitosos. Publicó en The New Yorker, Esquire, Life Show o Fortune.

En los años 60, en el apogeo de su trayectoria, Ungerer criticó con acidez la hipocresía y la superficialidad que atribuía a la sociedad estadounidense. Se mudó a una granja en Canadá y a finales de los 70 se trasladó a Irlanda con su familia.

Además de sus collages y obras en papel, el Folkwang Museum exhibirá también un conjunto de pequeñas esculturas que este creador de Estrasburgo ha llevado a cabo en los últimos años aplicando los mismos principios e intereses trabajados en sus collages a las tres dimensiones.

La mayor parte de las piezas que formarán parte de la exposición han sido cedidas por el propio Ungerer; otras proceden del Musée Tomi Ungerer – Centre international de l’Illustration de su ciudad natal, la Colección Würth y otros fondos privados. El Deutsches Plakat Museum ha colaborado cediendo carteles de Ungerer dedicados a temas políticos y culturales.

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