Germaine Krull, breve, caótica y brillante

El Jeu de Paume ofrece nuevas lecturas de sus fotografías

París,
Hans Basler. Retrato de Germaine Krull, Berlin 1922. Museum Folkwang, Essen. © Estate Germaine Krull, Museum Folkwang, Essen
Hans Basler. Retrato de Germaine Krull, Berlin 1922. Museum Folkwang, Essen. © Estate Germaine Krull, Museum Folkwang, Essen

¿Pondríais cara a Germaine Krull? Es una de las fotógrafas más célebres en Francia por su fecunda participación en movimientos de vanguardia entre 1920 y 1940 y la publicación de su portfolio Métal en 1928 y su participación, al año siguiente, en la exposición “Film und Foto” la situaron entre los grandes nombres de la fotografía moderna gala, pero, a diferencia de la obra de sus compañeros Man Ray, Moholy-Nagy y Kertész, la suya no ha sido aún estudiada en profundidad.

Su trayectoria fue corta y desordenada: en Francia permaneció veinte años activa, de los que podríamos decir que su mejor producción se resume en cinco, y los últimos cuarenta años de su vida los pasó en Asia, donde prácticamente rompió sus lazos con la fotografía. No existen de ella archivos completos ni correctamente catalogados y buena parte de sus trabajos se encuentran dispersos, así que el análisis de sus imágenes se ha presentado hasta ahora bastante complicado.

De hecho tampoco se le han brindado numerosas exposiciones: la primera, de pequeño formato, tuvo lugar en 1977 en el Rheinisches Landesmuseum de Bonn; la segunda, once años después, la presentó el Musée Réattu de Arlés por iniciativa de Christian Bouqueret, y la última, ya en 1999, fue, por fin, una retrospectiva: se configuró a partir de los archivos del Folkwang Museum de Essen, itineró por Munich, San Francisco, Rotterdam y París y su catálogo ya situaba a Krull como un nombre importante de la modernidad y la vanguardia fotográfica  en Francia.

Germaine Krull. Assia, de perfil, hacia 1930. Collection Bouqueret-Rémy. © Estate Germaine Krull, Museum Folkwang, Essen
Germaine Krull. Assia, de perfil, hacia 1930. Collection Bouqueret-Rémy. © Estate Germaine Krull, Museum Folkwang, Essen

Comprometida políticamente con la izquierda, viajera y enérgica, Germaine defendió una fotografía opuesta a las reivindicaciones estéticas e interpretativas de movimientos como el Surrealismo o la Bauhaus; su libro Études de nu (Estudios de desnudo), publicado en 1930, lo abrió afirmando que el verdadero fotógrafo es el que da testimonio cada día, el reportero.

Sus obras las encontramos en un buen número de revistas, como VU, fundada en 1928, en la que participó desde el principio; Jazz –en solo 17 de sus números publicó 76 imágenes-, Variétés, Paris-Magazine, Art et Médecine, Voilà, L’Art vivant, La France à table, etc, y sobre todo en un también amplio número de libros y portfolios donde Krull aparecía como única autora: Métal (1928) 100 x Paris (1929), Études de nu (1930), Le Valois (1930), La Route Paris-Biarritz (1931), Marseille (1935) o La Folle d’Itteville (1931), fotonovela que elaboró con Simenon.

Su trabajo está muy ligado al desarrollo de formas innovadoras de reportaje, aunque pese a sus ideas no dejó de participar en exposiciones que defendían la fotografía como actividad artística autónoma.

El Jeu de Paume de París nos presenta, hasta el 27 de septiembre, la muestra “Un destin de photographe”, que ofrece una nueva lectura de la producción de Germaine Krull marcada por el equilibrio entre su participación en las vanguardias y los medios de comunicación y su función puramente ilustrativa, de la que, aunque parezca paradójico, también se alimentaron movimientos modernos como el propio Surrealismo o el Constructivismo.

La mayor parte de las imágenes que podemos ver en París corresponden al periodo 1926-1933, aunque también las hay representativas de su trabajo al servicio de la Francia Libre, que se opuso al nazismo, hasta 1945, y de su estancia final en Asia, más escasas.

La muestra del Jeu de Paume consta de 130 fotografías de época y de numerosos extractos de libros y revistas que se exhiben conforma a un criterio tanto cronológico como temático, prestando atención a sus fotos de arquitecturas en metal, sus desnudos femeninos, sus vistas urbanas y del tráfico de automóviles en París y Marsella, los llamados “documentos de la vida social”, obras referidas a la mujer y la condición femenina, en su mayoría retratos de trabajadoras de París; y otras al asunto del camino, uno de los temas más recurrentes en su obra. Destacan las realizadas desde las ventanillas de los coches.

 

 

Germaine Krull. Rue Auber à Paris, hacia 1928. The Museum of Modern Art, New York. Thomas Walther Collection. Gift of David H. McAlpin, by exchange. © Estate Germaine Krull, Museum Folkwang, Essen
Germaine Krull. Rue Auber à Paris, hacia 1928. The Museum of Modern Art, New York. Thomas Walther Collection. Gift of David H. McAlpin, by exchange. © Estate Germaine Krull, Museum Folkwang, Essen

 

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