El próximo 3 de mayo dará comienzo la vigésima edición de Documenta Madrid, Festival Internacional de Cine organizado por el Ayuntamiento de la capital que tiene a Luis E. Parés como director artístico y que se desarrollará, como es habitual, en la Cineteca de la capital como sede principal, aunque el Museo Reina Sofía, Filmoteca Española y ECAM serán sedes colaboradoras y alojarán también parte de la programación.
En esas dos décadas de historia, como recordó Parés en la presentación, por Documenta han pasado figuras fundamentales de este género, pasadas o por llegar, grandes nombres de la tradición del cine, jóvenes promesas que no tardaron en consagrarse y autores de un cine pequeño pero insaciable que ha puesto en jaque nuestras certezas y ha alimentado nuestras esperanzas.
De la Sección Oficial formarán parte 25 títulos y cuatro proyectos en proceso en Corte Final; se tratará de tramas autobiográficas o de historias con un trasfondo político y social y, entre las películas a concurso, habrá un estreno mundial y diez españoles.
Los trece títulos en Competición Internacional son 45th parallel, de Lawrence Abu Hamdan, monólogo en un edificio en la frontera boscosa entre Estados Unidos y Canadá; Against time, de Ben Russell, un poema inmersivo a favor del carpe diem; And the king said… what a fantastic machine, de Axel Danielson, sobre el predominio de la cultura de la imagen; Chiennne de rouge, de Yamina Zoutat, el relato de un juicio por contaminación sanguínea que convulsionó Francia en 1999; De songes au songe d´un autre miroir (Of dreams in the dream of another mirror), de Yunyi Zhu, un ensayo lírico sobre la ceguera y la percepción; É noite na América (It is night in America), de Ana Vaz, en torno a la huida de animales en peligro de extinción; El polvo ya no nubla nuestros ojos, de Colectivo Silencio, sobre la violencia en Perú a lo largo de la historia; How to save a dead friend, de Marusya Syroechkovskaya, relato de amor autobiográfico sobre los jóvenes que luchan por sobrevivir en la Rusia de Putin; Incident, de Bill Morrison, reflexión sobre la verdad y los puntos de vista; Knit’s Island, de Ekiem Barbier, distopía en la que tres directores participan en videojuegos online; Nuestra película, de Diana Bustamante Escobar, una respuesta a la violencia de los telediarios de su infancia; The newest olds, de Pablo Mazzolo, que transforma los vaciados paisajes urbanos de Detroit mediante técnicas alquímicas de impresión; y The secret garden, de Nour Ouayda, una utopía sobre los oasis urbanos de ciudades como Beirut.
La Competición nacional, entretanto, presentará una docena de películas: A los libros y a las mujeres canto, de María Elorza, el retrato de una genealogía de mujeres por descubrir y su relación con la literatura; Amarillo atlántico, de Carla Andrade, que propone un recorrido por la Serra da Groba, en la costa meridional de Galicia; Aqueronte, de Manuel Muñoz Rivas, una reflexión sobre lo efímero de la vida humana y un canto a los sentidos; Bloom, de Helena Girón, en torno a la mítica isla de San Borondón (curiosamente, a ella también se dedica la actual muestra de Christian García Bello en The Goma); Como ardilla en el agua, de Mayte Gómez-Molina, un documental sobre las distancias familiares; Karpeta urdinaki (Carpetas azules), de Ander Iriarte, investigación sobre el uso de la fuerza por quien más debe medirla; Laberint sequences, de Blake Williams, que nos lleva al Laberint d’Horta, en Barcelona; Las órdenes, de Elisa Celda, filme que hace del movimiento, la respiración y los rostros de los personajes el eje de su desarrollo; Los saldos, de Raúl Capdevila Murillo, un western crepuscular sobre la caída de un mundo ante una incipiente industria; Oído odio, de Diego del Pozo Barriuso, que propone lenguajes alternativos para representar las texturas del odio y las emociones que produce; Statistical hallucination (Alucinaciones estadísticas), de Colectivo Estocástica, alucinación articulada con sistemas de inteligencia artificial que elucubra sobre las imágenes del futuro; y Una zona ajardinada demasiado tranquila para mí, de Alejandro Vázquez San Miguel, sobre los abuelos del director, cuya memoria está ligada a la historia del siglo XX.
En cuanto a Corte Final, sección que agrupa películas en su fase última de producción o coproducción española, dará cabida a cuatro proyectos: Adolescencia infinita, de Vítor Soho; Natsu no uta (Canciones de verano), de Jorge Suárez-Quiñones; Distopías alcanzadas, de Nayra Sanz Fuentes; y Turismo de guerra, de Kikol Grau.
Y entre las retrospectivas que, una vez más, nos ofrecerá Documenta podemos destacar el ciclo Mejor ser que obedecer. El cine de Narimane Mari, que tendrá sede tanto en la Cineteca como en el Reina Sofía y que proyectará El fuerte de los locos, Alubias Rojas, Tuvimos el día, buenas noches, Si alguna vez y Holy Days; y en el cine Doré podremos asistir a una antología del Grupo Zanzíbar, grupo de jóvenes autores que rodó una quincena de películas en solo dos años (1968-1970), dejando su huella en el cine colectivo más lejano a toda norma.
Además, se proyectará en Cineteca el ciclo Kill the Spiders: John Smith Retrospective, en el que el propio Smith impartirá la masterclass Las barreras entre la ficción y la no ficción; y Por un cine colectivo, Cámara, Ácción ¡Despierta!, selección ecléctica de películas presentada por la Muestra Internacional de Cine Educativo MICE.
También acogerá el Festival la proyección especial de Crossroads. El viaje circular de Boa Mistura, de Dan Barreri, un recorrido por el trabajo de este grupo dedicado al arte urbano que irá acompañado de un coloquio con Pablo Purón y Javier Serrano (BoaMistura), Dan Barreni (director) y José Robles (Galería Ponce + Robles); será moderado por Raúl Torquemada (Madrid Film Office).
Otra de las novedades de este año en Documenta es el encargo hecho a la Escuela Dentro Cine para llevar a cabo una película en el marco del Festival, cuyo estreno se celebrará el 7 de mayo. Esta Escuela es un proyecto experimental de educación artística a través del séptimo arte que se dirige a jóvenes de 16 a 23 años en situación de vulnerabilidad: el objetivo es formarles en la práctica y el lenguaje cinematográfico y dotarles de herramientas de diálogo, autoexploración, expresión y conocimiento. Colabora en la propuesta la escritora Elvira Navarro.
Deberemos prestar atención, asimismo, al ciclo Cámaras Lúcidas, que se nutrirá de películas que propondrán reflexiones sobre el pasado reciente y que pondrán de relieve cómo el cine es una herramienta fundamental para comprender nuestra historia y nuestro futuro. Estará dividida en dos ejes temáticos: Pensar la historia, un tributo a películas olvidadas, y Por un cine colectivo, con filmes en los que la idea de autoría se diluye en favor de lo comunitario, como Yugantar (India), Chaski o Cine Polans.
Asimismo, y por segunda vez, Documenta Madrid, junto a Madrid Film Office y DOCMA (Asociación de Cine Documental), programa Documenta Pro, el segundo Foro Diálogo Industria, que analizará el momento actual de la producción, la distribución y la exhibición de cine documental en nuestro país, sugiriendo además medidas para su mayor difusión. Se organizarán tres mesas temáticas a las que se invitará a participar a distintos agentes del sector: llevarán por nombre Con el Foco en Europa, Visiones y Autonomías para la Creación.
Pronto más información y horarios en www.documentamadrid.com
