Francisco Iturrino, pintura para la emoción

El Museo Carmen Thyssen de Málaga le dedica una antología

Málaga,

 

Francisco Iturrino. El baño (Sevilla), c. 1908. Colección Carmen Thyssen-Bornemisza
Francisco Iturrino. El baño (Sevilla), hacia 1908. Colección Carmen Thyssen-Bornemisza

Fue uno de los más activos introductores de la vanguardia pictórica en nuestro país, sin embargo, es uno de los autores españoles decimonónicos menos conocidos por el gran público y tampoco son demasiadas las muestras individuales que se le han brindado, aunque sí ha formado parte de un mayor número de colectivas.

La obra de Francisco Iturrino forma parte de la colección permanente del Museo Carmen Thyssen de Málaga, uno de los que con mayor ahínco están explorando la pintura española de su tiempo, por eso hasta el 3 de marzo este centro le dedica la retrospectiva “La furia del color”, que nos permite situar su obra en el contexto de las vanguardias internacionales y que subraya la variedad de géneros y temáticas que cultivó durante medio siglo, pero sobre todo su conexión con la luz mediterránea.

Por su paleta colorista y vital y por su estrecha relación con Matisse, consideramos al santanderino introductor de los principios del fauvismo en España; Gómez de la Serna llegó a bautizarlo como el hombre del Norte que es el pintor más meridional. Precisamente su inmersión en el sur y sus paisajes le llevaron a dejar a un lado esa estética más sombría y bohemia, de cariz simbolista, que fue propia de su primera etapa en Bélgica y París (también en Bilbao) y a ligar su obra a nuestro folclore y a la luz mediterránea, manteniendo su querencia por el fauvismo y su uso expresivo y apabullante del color.

Esa potencia cromática, infrecuente entonces en el panorama español al margen de Sorolla, fue probablemente la mayor aportación de Iturrino y no la llevo solo al terreno fácil, a los paisajes exuberantes, sino también a desnudos que él hacía monumentales y a naturalezas muertas verdaderamente elegantes. Precisamente en Málaga, y dejándose llevar por su visión idealizada del sur, pintó diversas vistas del Jardín de la Concepción (finca en la que residió varias temporadas), centrándose en las pinceladas vibrantes, la captación del dinamismo y la atmósfera plácida y alegre de este lugar. Algunas de esas vistas se incluyen también en esta muestra, dentro de su sección El pintor en su paraíso, como las dedicadas a la fuente del Tritón, el estanque de la ninfa o la cascada.

En esta antología, por cierto, para que situemos al artista en su contexto y a su vez para que lo consideremos un creador original pero no marginal y a contracorriente, podremos ver trabajos de sus contemporáneos -y muy a menudo, conocidos- en diálogo con los suyos: de “La furia del color” forman parte pinturas de André Derain, Hermen Anglada-Camarasa, Darío de Regoyos, Juan de Echevarría, Isidre Nonell, IIgnacio Zuloaga, Manuel Ortiz de Zárate, Henri Matisse, Maurice de Vlaminck, Fernando de Amárica, Ismael Smith y Daniel Vázquez Díaz.

Francisco Iturrino. Dos gitanas (fragmento), hacia 1901-1903. © Colección Carmen Thyssen-Bornemisza
Francisco Iturrino. Dos gitanas (fragmento), hacia 1901-1903. © Colección Carmen Thyssen-Bornemisza

 

Francisco Iturrino. Feria de ganado en Salamanca, hacia 1898. © Colección Carmen Thyssen-Bornemisza
Francisco Iturrino. Feria de ganado en Salamanca, hacia 1898. © Colección Carmen Thyssen-Bornemisza

 

 

Francisco Iturrino. “La furia del color”

MUSEO CARMEN THYSSEN

Plaza Carmen Thyssen

c/ Compañía, 10

Málaga

Del 6 de octubre de 2018 al 13 de marzo de 2019

 

 

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