El Museo del Prado ha presentado esta mañana su Catálogo General de Pintura del s XIX, fruto del trabajo desarrollado durante más de quince años por el Área de Conservación de Pintura de ese siglo de este centro.
La obra condensa por vez primera la colección completa de pintura del siglo XIX de la pinacoteca, compuesta por un total de 2690 obras, algunas integradas en su colección permanente y otras depositadas en otros espacios. Se han consignado, además, los detalles del historial de cada pintura y su paso por todas aquellas instituciones a las que pertenecieron y añadido datos de carácter documental, técnico, iconográfico y expositivo, además de reproducciones fotográficas o grabadas de las obras, acompañadas, en ciertos casos, de descripciones históricas, de especial valor cuando aquellas se encuentran sin localizar.
Se ha incluido, por otro lado, una relación pormenorizada de las exposiciones en las que las obras han participado y apéndices y tablas de concordancias con el objetivo de clarificar la correspondencia entre los distintos inventarios y reseñas documentales de las instituciones donde han sido registradas.
Completan la publicación dos textos introductorios: uno de José Luis Díez, director científico del proyecto, sobre los límites cronológicos y las características del catálogo, y otro de Ana Gutiérrez, conservadora y autora de la catalogación, que analiza con exhaustividad las fuentes documentales empleadas en la elaboración del catálogo.
Coincidiendo con su presentación, podremos visitar en la Sala 60 del Prado, desde mañana 22 de septiembre y hasta el 10 de enero de 2016, “Effigies Amicorum”, una exhibición que cuenta con una selección de retratos de artistas realizados por Federico de Madrazo, de gran busto o de media figura.
En algunos casos se trata de óleos que Madrazo regaló a los retratados, como Carlos Luis de Ribera, Benito Soriano Murillo, Perugino Sensi, Carlos de Haes, Cosme Algarra, Eduardo Rosales y su hijo Raimundo; en otras ocasiones se trata de dibujos de medidas, técnica y estilos similares que Madrazo llevó a cabo en Madrid, Roma y París y que, finalmente, acabó legando al Prado.
Un último grupo corresponde a litografías que prueban su dominio de esta técnica, por influencia de su padre, José de Madrazo. Precisamente él fue retratado por Federico para la revista romántica El Artista, publicación para la que también retrataría, en otra litografía, al pintor Vicente López.
OTRAS NOTICIAS EN MASDEARTE: