A Cristina De Middel, Premio Nacional de Fotografía 2017, le gusta contar historias increíbles y sumergirnos en narraciones en las que realidad y ficción se mezclan hasta diluirse, haciéndonos dudar sobre qué hay de verdad en aquello que nos muestra. La artista acaba de inaugurar en Tabacalera Promoción del arte “Preparados, listos, archivo”, una exposición en la que presenta tres proyectos que parten de tres propuestas muy diferentes y con resoluciones también distintas pero que tienen en común el archivo como punto de partida de la historia. El primero de ellos, y el que más espacio ocupa en la exposición, es el titulado Jan Mayen. Se trata de un proyecto realizado entre 2014 y 2015 a partir de la invitación que el Archive of Modern Conflict (institución privada con base entre Londres y Canadá que lleva más de 20 años coleccionando fotografía vernacular) hace a De Middel para trabajar sobre alguna cuestión relacionada con su gran fondo documental. En este caso, resultó ser un montón de material sobre la expedición fallida realizada en 1911 al Ártico para redescubrir, para su estudio científico, la isla de Jan Mayen, en la costa de Groenlandia. Ni los participantes –un grupo de pseudocientíficos adinerados– ni la embarcación resultaron ser los adecuados para llevar a cabo tal empresa, por lo que, aunque llegaron a la isla, no consiguieron poner un pie allí debido a que el barco era demasiado grande como para acercarse lo suficiente, así que con las mismas emprendieron el viaje de vuelta a casa. Sin embargo, entre los integrantes de la expedición viajaba el dueño de un cinematógrafo que consiguió convencer a todos para parar en una playa islandesa y realizar una película falsa de la conquista. Entre el material del archivo, De Middel encontró fotografías, diarios, e incluso el guion de la película, pero no había ni rastro de la cinta, así que lo que la artista se propuso fue realizar un “fake del fake“ y reconstruir ese momento. En la muestra encontramos fotografías que se superponen en distintas capas de creación, haciendo difícil identificar qué es material original de archivo y cuál de nueva creación. En una de las salas podemos ver también la película realizada por De Middel, cuyo final inventado no os desvelaremos aquí…
“[…] cuando el archivo se abre al relato, es como si trasladásemos nuestra inteligencia a una cueva de Alí Babá” (Joan Fontcuberta. Extracto del catálogo de la exposición).
El segundo de los proyectos que forman parte de la exposición tiene también una base de realidad, bastante cruda por cierto, sobre la que la artista ha elaborado otra realidad paralela con la que nos aproxima a la tradición de la cultura popular mexicana, que ella conoce bien como residente en aquel país. La historia de Cucurrucucú comienza tras la adquisición del archivo fotográfico del periódico Alerta!, en 2014. A partir de fotografías que ilustraban casos de violencia, De Middel realizó 200 dibujos a los que añadió, casi como si de una tira cómica se tratara, frases extraídas de las letras de conocidas rancheras, género músical que confunde en ocasiones amor y pasión con otro tipo de acciones mucho menos amables. Con todo ello, la idea era reflexionar en torno al valor documental real de una imagen, para lo cual la artista nos va llevando –apoyándose en la compleja estructura espacial de Tabacalera– desde la parte más lírica y diluida de las canciones y los dibujos hacia la más dura y explícita, la de las fotografías, mostrándonos cómo la violencia se percibe de distintas maneras según la plataforma o el medio desde el que se recibe. De Middel lanza así una llamada de atención para que se puedan replantear los contenidos que nos llegan y medir la violencia escondida detrás de códigos socialmente asumidos.
Finalmente, la serie Aleatoris Vulgaris nos presenta el trabajo más conceptual que podemos encontrar en toda su trayectoria. De nuevo el origen está en un archivo, pero en este caso sin la posibilidad de contar una historia. Lo que encontramos, en cambio, es una reflexión sobre el registro, sobre el significado de archivo, cómo se construye, para qué y qué es lo que lo define. Para dar forma a este proyecto, realizado dentro del programa “Tender puentes” del Museo de la Universidad de Navarra, consistente en la invitación a artistas contemporáneos para trabajar sobre el gran archivo fotográfico de esta institución, la artista comienza por destruirlo en su base y generar una serie de diez minicomisariados de imágenes surgidas de la aleatoriedad.
Para ello piensa en diez posibles generadores de números que le proporcionen cinco registros cada uno, que a su vez se corresponderán con los números de catalogación de las fotografías en el archivo, sobre las que luego trabajará. Además de esos generadores, bastante originales y de los que encontraréis en la sala una breve explicación, el proyecto incluye algunos vídeos y fotografías del proceso y los collages y dibujos realizados a partir de ese material fotográfico seleccionado aleatoriamente. Toda la reflexion es cómo generar la base sobre la que poder trabajar y su proceso. Las nuevas composiciones eliminan la naturaleza fotográfica primigenia y replantean su valor documental en torno a su contenido estético o meramente informativo.
La muestra, que cuenta con un texto introductorio de Joan Fontcuberta, incluye un apartado al inicio del recorrido, pensado como introducción pero que también puede ser disfrutado como recapitulación, en el que De Middel ha querido mostrar algunos de sus libros realizados desde 2012 en los que hay una relación previa con un archivo. Los libros son esenciales en la producción de la artista, es la forma en la que ella cataloga sus trabajos y por tanto una pieza clave del archivo de su propia creación. Los que aquí vemos han sido encapsulados en pdfs fácilmente clasificables y almacenables y están encuadernados todos de la misma forma y desprovistos de cualquier identidad. El archivo como inicio y fin de un proyecto.
“Cristina De Middel. Preparados, listos, archivo”
C/ Embajadores, 51
Madrid
Del 12 de abril al 9 de junio de 2019
