Chris Ofili: así canta el pájaro enjaulado

El Premio Turner presenta un tapiz en la National Gallery

Londres,
Chris Ofili, The Caged Bird’s Song, 2014–2017 (detalle). Cortesía del artista y la Victoria Miro, London,The Clothworkers’ Company and Dovecot Tapestry
Chris Ofili. The Caged Bird’s Song, 2014–2017 (detalle). Cortesía del artista y la Victoria Miro, London,The Clothworkers’ Company y Dovecot Tapestry

En 2012 la National Gallery de Londres pidió a tres artistas contemporáneos que reinventaran a Tiziano y Ovidio y mostraran su visión de tres de las más aplaudidas pinturas mitológicas del pintor de Pieve di Cadore: Diana y Acteón, La muerte de Acteón y Diana y Calisto. Uno de los tres elegidos fue Chris Ofili, que llevó a cabo sus pinturas inspiradas en el mundo clásico en Trinidad, la isla donde vive y trabaja, y que también diseñó en paralelo vestidos y escenografías para un ballet que el Royal Ballet inglés presentó en Covent Garden.

Ahora este artista de Manchester, cuyo arte gestual bebe de las fuentes más diversas, desde el jazz al William Blake pintor y poeta pasando por el hip-hop, regresa a la National Gallery, no para interpretar la obra de alguno de los grandes maestros de su colección, sino para presentar una creación de inspiración propia: su primer tapiz, con estructura de tríptico.

La pieza compone, junto a una serie de dibujos preparatorios de la misma, una instalación pensada específicamente para exhibirse en sala Sunley del museo londinense, lleva por título The Caged Bird’s Song, y Ofili ha trabajado en ella durante tres años, con la colaboración de The Clothworkers ‘Company y del Dovecot Tapestry Studio de Edimburgo a la hora de tejer lana, algodón y viscosa.

Mencionábamos aquella colaboración de Ofili de 2012 con la National Gallery porque, pese a haber trabajado en técnicas distintas, el británico ha regresado en este gran tapiz a la mitología, concediéndole esta vez un sentido distinto: habla de los semidioses contemporáneos y de las historias mágicas, dominadas por la magia y el color, que ocurren o podrían ocurrir en los paisajes tropicales y casi míticos de Trinidad que él conoce tan bien. Encontramos aquí una suerte de escenario onírico sensual y exuberante, carnal y ambiguo.

También podemos relacionar ambas propuestas porque el ganador del Turner (lo obtuvo en 1998) ha conseguido que no podamos evitar pensar en pinceladas al observar con detenimiento este tapiz: podríamos definir La Canción del Pájaro Enjaulado como un matrimonio de acuarela y tejido, un homenaje tanto al pincel como al proceso de tejer. Hay algo fluido y vaporoso, semejante a pigmento derramado, en las costuras.

Ofili se dio a conocer a principios de los noventa a partir de pinturas de composiciones complejas pero orquestadas de manera vibrante, con trazos de brillo, collages e incluso estiércol de elefante. Conecta referencias múltiples – literarias, musicales y bíblicas, además de artísticas – y desde que se trasladó a Trinidad ha acentuado el sentido romántico, dramático y expansivo de sus obras. Los grandes hitos de su carrera han sido su Turner y su representación de Gran Bretaña en la Bienal de Venecia de 2003, coincidiendo con el medio siglo de esta cita.

Chris Ofili. The Caged Bird’s Song, 2014–2017. Cortesía del artista y la Victoria Miro, London,The Clothworkers’ Company and Dovecot Tapestry
Chris Ofili. The Caged Bird’s Song, 2014–2017. Cortesía del artista y la Victoria Miro, Londres, The Clothworkers’ Company y Dovecot Tapestry

 

“Chris Ofili: Weaving Magic”

THE NATIONAL GALLERY

Trafalgar Square

Londres WC2N 5DN

Del 26 de abril al 28 de agosto de 2017

 

Guardar

Guardar

Guardar

Comentarios