Tras su paso por Arlés, Zúrich y Berlín y antes de viajar a Japón, la Fundación Foto Colectania de Barcelona acoge, hasta el 11 de marzo, la muestra “TOTAL RECORDS. Vinilos y fotografía”, un proyecto nacido en la ciudad francesa, al calor de sus Rencontres de la Photographie, y comisariado por su director, Sam Stourdzé, el coleccionista Antoine de Beaupré y Serge Vincendet. Para su presentación en nuestro país, se han sumado al recorrido expositivo una serie de vinilos españoles creada específicamente para la ocasión y una selección de la Colección Gladys Palmera, un catálogo fundamental de la música cubana creada a mediados del siglo XX, desde la llamada época dorada a la posterior a la Revolución.
Nadie duda de la importancia de la fotografía en la historia del vinilo ni de que la imagen ha tenido mucho que ver en que recordemos muchos de ellos como emblemáticos, sin embargo no son demasiado conocidos los fotógrafos que han desarrollado un rol fundamental en el asentamiento de esta iconografía visual que muchos tienen a mano en sus estanterías. Cabría preguntarnos por qué tratamos de averiguar los autores de una fotografía autónoma pero no de la que es portada musical.
La exposición nos descubre que muchos grandes fotógrafos que hoy no asociamos al vinilo trabajaron fecundamente en este medio, y también que otros se especializaron en este campo hasta convertirlo en su imagen de marca.
Entre las rarezas, portadas bien conocidas y asociaciones inesperadas que nos desvela “TOTAL RECORDS” encontraremos a Madonna fotografiada por Herb Ritts, a Cindy Lauper vista por Annie Leibovitz, a Miles Davis visto por el gran Irving Penn, a Iggy Pop por Jeff Wall o a Serge Gainsbourg tras la cámara del renovador William Klein. También veremos trabajos de Richard Avedon o Jean-Paul Goude.
Las imágenes de estos artistas han condicionado hasta un punto insospechado nuestra consideración de hitos musicales: no podemos imaginar a Bowie o a Grace Jones en una portada que no los definiera en todo su esplendor.
No falta tampoco, por si os lo preguntáis, la portada –esta sí puede llamarse mítica– de los Beatles cruzando Abbey Road, a cargo de Iain MacMillan. La ocasión merecía una fotografía especial, porque era su último disco. Tampoco la que, cinco años después, en 1971, Andy Warhol diseñó para Sticky Fingers, el álbum de los Rolling Stones.
En esta muestra de vinilos reivindicados como obra de arte y colgados en la pared encontraremos obras que fueron originalmente concebidas para ilustrar discos y otras con referencias más o menos claras, reapropiaciones subliminales de fotografías pasadas con las que los músicos buscaron identificarse. Es el caso de la imagen de Petersen de la serie Café Lehmitz (hace poquito se expuso esta serie en CentroCentro) que utilizó Tom Waits para una de sus portadas más conocidas.
En cuanto al apartado dedicado a vinilos españoles, en él nos esperan fotografías coloristas de Javier Vallhonrat, retratos de Tony Catany, obras en blanco y negro de García-Alix, poemas visuales de Madoz e imágenes callejeras de Miguel Trillo, además de vinilos de Oriol Maspons, Ouka Lele, Leopoldo Pomés, el propio Javier Vallhonrat o Alberto Schommer.
“Total Records. Vinilos y fotografía”
c/ Passeig Picasso, 14
Barcelona
Del 22 de noviembre de 2017 al 11 de marzo de 2018
Una respuesta a “Vinilos y fotografía, qué sería un álbum sin su portada”
Manuel Leigh
Excelentes fotografías, ojalá pudiera observar alguna de estas piezas en la subasta que habrá en el Museo del Prado, porque en Madrid no he tenido la oportunidad de ver nada sobre fotografía y justo un arte que me interesa desarrollar, aunque ahora estudio artes visuales.