Monika Buch o el cosmopolitismo

Siboney muestra una selección de sus obras

Santander,
Monika Buch, 1994
Monika Buch, 1994

Hace algo más de tres años os hablábamos de la presencia en la Galería José de la Mano de Madrid de la obra de Monika Buch, artista valenciana residente en Utrecht, aún en activo a sus más de ochenta años, que en 1956 se convirtió en la primera estudiante española de la escuela HfG de Ulm, un centro heredero de los principios de la Bauhaus que en aquellos años representaba la vanguardia europea en la enseñanza de las artes plásticas. Acababa de echar a andar cuando Buch accedió a él (se inauguró en 1953) y entonces lo dirigía Max Bill, máximo exponente del arte concreto, que pedía como requisito a sus alumnos que contarán con alguna experiencia previa en el campo del diseño.

Entre los profesores de la HfG en aquellos primeros años figuraban Josef Albers, Johannes Iten, Walter Peterhans y el propio Bill. Los alumnos realizaban un curso común de iniciación visual y más adelante se sumergían en las relaciones entre matemáticas, creatividad y percepción.

Buch mantenía entonces en su trabajo la impronta de sus orígenes (son los colores, la luz y el mar, los azulejos, los mosaicos y las influencias árabes que se ven en tantas partes de Valencia los que han formado los fundamentos de mi educación estética) y allí profundizó, durante dos años, en las relaciones cromáticas y en los misterios de los modos de ver: Las clases que más han influenciado mi futuro como artista han sido las de la profesora Heléne Nonne Schmidt, que en la Bauhaus fue asistente de Paul Klee, sobre las teorías y la interacción de los colores. Las clases de Hermann von Baravalle, sobre la geometría como fundamento para el diseño, las recuerdo con gran admiración por el amable maestro y siguen siendo una fuente de inspiración. También los ejercicios del profesor Tomás Maldonado sobre la percepción de formas y colores, basados en la psicología de la Gestalt, han tenido gran influencia en mis trabajos.

Tras su paso por Ulm, Buch estudió en la Universidad de Utrecht, donde se formó en pedagogía y psicología infantil y diseñó juguetes y material didáctico para los niños de familias desfavorecidas.

El estudio de las relaciones entre colores y formas y sus efectos ha sido el eje de la producción de esta artista, dominada por la geometría, la serialidad, la búsqueda del movimiento a través de la forma y las gradaciones sutiles de color. Por herencia de Albers y de la HfG, ahondó en los estudios sobre percepción desde un enfoque abstracto y en las divergencias entre hecho físico y efecto psíquico, en las que su maestro encontraba el origen del arte mismo.

Prácticamente cada trabajo, de Buch y de cualquier alumno de la HfG en aquellos años, puede interpretarse como una impresión visual que les permitía llegar a imágenes o soluciones nuevas: la selección de un color, una escala cromática, o la introducción del movimiento en una recta eran sus caminos para alcanzar formas inéditas.

Monika Buch, 1986
Monika Buch, 1986

Concedía importancia a la estética, pero en un segundo plano respecto a su análisis del proceso perceptivo y de las posibilidades de interacción entre los elementos básicos de la pintura: Siempre parto de una idea o una pregunta que quiero resolver. Me interesa la percepción: que es lo que veo y por qué, por eso me gusta trabajar en un tema con variaciones. La estética es importante, pero muchas veces más en un segundo plano. Una obra puede ser bella o agradable de ver, pero para mí tiene que tener algo más, algo interesante que te llama la atención o que atrae tu mirada cada vez  y quieres  descubrir lo que te inquieta.

Recogiendo el testigo de muestras recientes de esta autora en la Fundación Chrivella Soriano o la Galería Punto, la Galería Siboney exhibe algunas de las obras que han convertido a Buch en un referente de la abstracción geométrica (de descubrimiento tardío, y uno de los escasos femeninos): trabajos fechados en las últimas cuatro décadas -acrílicos en su mayoría- en las que, como en el caso de Anni Albers pero desde un enfoque plenamente pictórico, arte y diseño diluyeron definitivamente sus fronteras.

Monika Buch, 1986
Monika Buch, 1986

 

“Monika Buch. Pensamiento matemático”

GALERÍA SIBONEY

c/ Santa Lucía, 49

Santander

Del 6 de julio al 12 de agosto de 2018

 

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