Luis González Palma, constelaciones de lo intangible

El fotógrafo enseña sus fantasmas en el Espacio Fundación Telefónica

Luis González Palma. Constelaciones de lo intangible

ESPACIO FUNDACIÓN TELEFÓNICA

c/ Fuencarral, 3

28004 Madrid

Del 11 de junio al 18 de octubre de 2015

Madrid,

Dice Alejandro Castellote que el universo de Luis González Palma está formado por constelaciones temáticas en un ciclo de permanente ida y retorno, constelaciones como la identidad y la memoria, abordadas desde el retrato con ecos de la pintura religiosa y el Barroco, o como la introspección, la intimidad, la reflexión sobre el poder y la representación de lo no visible, nuestra mirada sobre la condición humana y sobre la historia.

Esas constelaciones estructuran la retrospectiva que el Espacio Fundación Telefónica, desde el 11 de junio y dentro de la programación de PHotoEspaña, brinda a este fotógrafo guatemalteco que vive y trabaja en la ciudad argentina de Córdoba desde 2001. La muestra, comisariada por el propio Castellote, incidirá también en sus experimentaciones formales, en su paulatino abandono de la tradición bidimensional en favor de una fotografía en la que pretende introducir un cariz escultórico.

Luis González Palma. Constelaciones de lo intangible
Luis González Palma. Constelaciones de lo intangible

 

González Palma, licenciado en Arquitectura, define el conjunto de su trabajo como “un intento de darle cuerpo a los fantasmas que gobiernan las relaciones personales, las jerarquías religiosas, la política y la vida”, y a ese fin se destinan todas sus soluciones formales; de hecho en sus proyectos más recientes podemos ver cómo los retratos se nos presentan a modo de sudarios reconstruidos a partir de distintos fragmentos cosidos, y esas costuras se convierten en metáforas de las heridas que la vida inflige. Se acompañan de objetos etnográficos y se envuelven en una atmósfera de silencio. Varios de estos últimos trabajos han sido realizados específicamente para esta exposición de Telefónica, que lleva por título “Constelaciones de lo intangible”, y destacan por tratar de superar la bidimensionalidad inherente a la fotografía tal como tradicionalmente la concebimos al incorporar a ella texturas, materiales que invitan al disfrute, o al menos al desafío, sensorial en un sentido amplio.

Palma define el conjunto de su trabajo como un intento de darle cuerpo a los fantasmas que gobiernan las relaciones personales

Luis González Palma. La lotería, la luna, el rey la muerte, la máscara, la rosa la dama, el diablo, el pájaro, la sirena. (1988-1991). Cortesía del artista.
Luis González Palma. La lotería, la luna, el rey la muerte, la máscara, la rosa la dama, el diablo, el pájaro, la sirena. (1988-1991). Cortesía del artista.

Representante de Guatemala en la 51ª edición de la Bienal de Venecia, González Palma fundó en 1987, junto a Moisés Barrios, la Galería Imaginaria, que expuso las propuestas de un elenco interesante de artistas disidentes de su país, y ya en los últimos años noventa formó parte del colectivo que puso en marcha Colloquia, una iniciativa destinada al debate, la promoción y la difusión del arte contemporáneo en Guatemala. Desde que se trasladó a Argentina, ha realizado numerosos proyectos en colaboración con Graciela De Oliveira.

Se considera que su producción podría dividirse en tres etapas: la primera, que se desarrolla a finales de los ochenta, en la que el artista utiliza la fotografía para mostrar una imagen alternativa de su país, profunda, crítica y personal. La mayoría de las obras de este periodo son retratos frontales de mirada fija y directa de individuos de aspecto maya, con símbolos del imaginario popular y religioso que desafían la posibilidad de una mirada única y dominante a través de rostros que nos transmiten traumas, sentimientos de pérdida, dolor.

Estas imágenes parecen más antiguas de lo que son porque están impresas en superficies no convencionales y tratadas en procesos de recubrimiento y descubrimiento de la imagen, utilizando betún, petróleo y polvo dorado para lograr tonos sepia.

Ya a partir de los noventa, en una segunda fase, González Palma comenzó a prestar más atención a la exploración de la memoria y las obsesiones personales, pasando de su anterior análisis de lo popular al estudio de lo más íntimo, de ahí el título de Jerarquías de intimidad dado a las series Conjugación de intimidad (2003) con poemas escritos de Graciela De Oliveira; El Encuentro (2004); El Duelo (2005); La luz de la mente (2005); La Anunciación (2006-2007) y La Separación (2008), en las que angustias o frustraciones sentimentales tenían cabida en espacios de aire surrealista.

Los retratos pierden presencia en favor de instalaciones, objetos y espacios con carácter metafórico.

Para terminar, lo último del guatemalteco es Möbius, un proyecto que inició en 2013 y que aún se encuentra en proceso. Interviene aquí González Palma fotos nuevas y antiguas a través del color y la geometría, la abstracción, en referencia a nuestra imposibilidad de percibir la realidad objetiva, la realidad al completo.

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