Lucio Fontana, corte sensual y extremo

París acoge su mayor retrospectiva hasta la fecha

Lucio Fontana. Rétrospective

MUSÉE D´ART MODERNE DE LA VILLE DE PARIS

11, avenue du President Wilson

París

Artista: Fontana, Lucio
París,
Lucio Fontana, Concetto spaziale, Attese, 1966
Lucio Fontana, Concetto spaziale, Attese, 1966

Dos centenares de trabajos de Lucio Fontana se presentan hasta agosto en el Musée d´ Art Moderne de la Ville de París en la más amplia retrospectiva hasta ahora que se brinda al italiano desde su fallecimiento en 1968.

La muestra recorre, cronológicamente, la trayectoria del escultor desde finales de los años veinte, cuando sus creaciones tendían hacia el primitivismo y la abstracción, hasta su muerte, recogiendo los célebres “Tagli” de su fase final: lienzos acuchillados que se han convertido en el emblema de su producción, oscureciendo en parte el resto de su obra de cara al público.

El recorrido de la exposición hace hincapié en el destacado papel que sus piezas desempeñaron en las vanguardias de mediados del s XX y en su influencia en varias generaciones de artistas (desde Yves Klein hasta hoy). También se pone de relieve el amor del creador de origen argentino por la experimentación y su búsqueda incesante de nuevas técnicas, que le llevaron a acuñar en 1946 el término de Espacialismo como corriente artística que propone la simplificación de las formas con el fin de mostrar el verdadero espacio del mundo sin artificios.

Fontana, y quienes asumieron esta tendencia, partían “del espacio y la luz” para concebir obras relacionadas con la conquista del primero, un tema que llegó a obsesionar al escultor, quien intentaba alcanzar un equilibrio formal entre el espacio real y el espacio ilusorio, incorporando a la tela piedras, vidrios y lentejuelas. En 1949 inició la serie Buchi (lienzos agujereados) y Concetii Spaziali y durante los años cincuenta y sesenta, este tipo de series se fueron sucediendo, desde las Galassie hasta los Teatrini- guiñoles de papeles-, o los Fine di Dio, en forma de elipses.

Había nacido en 1899 en la ciudad argentina de Rosario, pero casi toda su vida residió en Milán, donde articuló una carrera “atípica” y determinada por continuos cambios de estilo: trabajó con cemento, cerámica, neón, cristal, metal, madera o arcilla y viró entre la abstracción y la figuración, la metafísica y la encarnación, lo utópico, lo “kitsch” y la fascinación por la tecnología. El resultado de ese eclecticismo fueron piezas muy sensuales y de vivo cromatismo.

Fontana era un artista-investigador, y trató de acercarse a la ciencia, uniendo el trabajo manual con el intelectual. Según él, el artista, como hombre de su tiempo y de su medio social, debe enfrentarse a estos interrogantes con los recursos y medios técnicos a su alcance.

El nexo común de esas piezas tan diversas es la luz, empleada como medio de revelación del espacio y de las formas. Al contemplar la exposición, percibiremos que este elemento es el hilo invisible que conecta todas las obras del artista: esculturas primitivas y abstractas, dibujos, cerámicas policromadas, piezas espacialistas, telas perforadas, etc. La mayoría se presentan en Francia por vez primera.

 

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