La plegaria muda de Doris Salcedo

El MCA de Chicago presenta la primera retrospectiva de la colombiana

Chicago,
Doris Salcedo. Untitled, 1998
Doris Salcedo. Untitled, 1998

Si, aprovechando que Colombia es país invitado en ARCO 2015, os habéis propuesto conocer a fondo el arte actual de ese país, no podéis pasar por alto el nombre de la escultora Doris Salcedo, que vive y trabaja en Bogotá y que comenzó a ser reconocida internacionalmente en la década de los noventa por fusionar en sus obras formas minimalistas y contenido sociopolítico. En 2010 recibió nuestro Premio Velázquez.

El Museum of Contemporary Art de Chicago presenta, hasta el 24 de mayo, su primera retrospectiva, que cuenta con los principales trabajos realizados por Salcedo en los últimos treinta años-muchos de ellos no se habían mostrado juntos hasta ahora-y con una pieza reciente que se exhibe por primera vez en Estados Unidos con ocasión de esta antología: Plegaria Muda (2008-2010).

La producción de esta artista se encuentra profundamente enraizada en el panorama político y social de Colombia, y en sus esculturas e instalaciones ha abordado sutilmente, con elegancia y una sensibilidad próxima a la poesía, su historia de conflictos civiles. Podemos decir que sus proyectos parten de un previo trabajo de campo serio y riguroso: ha entrevistado en numerosas ocasiones a personas que en su vida diaria han experimentado traumas y pérdidas derivadas de la violencia política.

Sus últimas obras son instalaciones a gran escala, diseñadas específicamente para presentarse en espacios de Turquía, Italia, Gran Bretaña o su Colombia natal, en las que en lugar de optar por representar desde la literalidad los dramas causados por la violencia, ha tratado de transmitir al espectador el sentimiento de ausencia, de evocar un sentido colectivo de pérdida presente en en la sociedad colombiana.

Su sentido de la dualidad es otro aspecto fundamental de sus trabajos, en los que se dan cita lo frágil y lo duro, lo efímero y lo duradero, el daño y la curación.

La exhibición se inicia con una selección de sus trabajos más tempranos, elaborados con material hospitalario o con pilas de camisas blancas empaladas en barras de hierro. Para esta retrospectiva, Salcedo ha recreado la instalación original de estas obras que pudo verse en 1990 en Bogotá.

Junto a ellos veremos una amplia selección de obras que se muestran por vez primera unidas desde 1998: esculturas realizadas con puertas, mesas, armarios, sillas y otros muebles inutilizables alusivos a una cotidianidad doméstica interrumpida. Destacan en este sentido las instalaciones La Casa Viuda (1993-1995), Unland (1995-1998), Atrabiliarios (1992-2004) y la ya mencionada Plegaria muda, compuesta por mesas situadas unas encima de otras, con hierba creciendo en las superiores.

En Chicago también podemos disfrutar del proyecto más reciente de Salcedo, Disremembered (2014), compuesto por túnicas semejantes a esculturas cosidas en hilo de seda por 12000 agujas.

La exposición viaja a la Solomon R. Guggenheim Museum este verano, pero tenemos también a Salcedo algo más cerca: el Museo Thyssen-Bornemisza exhibe, hasta el 24 de mayo, Sin título, una obra suya de su primer periodo elaborada con camisas blancas delicadamente dobladas y almidonadas con yeso, apiladas y ensartadas en las varas metálicas que se alzan a diferentes alturas de las que hablábamos antes. Salcedo propuso aquí una escultura simbólica capaz de establecer una comunicación con el espectador tanto a nivel físico como espiritual.

 

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