Johanna Calle, el orden quebrado del dibujo

Presenta nueva individual en Moisés Pérez de Albéniz

Madrid,

Nacida en Bogotá en 1965, Johanna Calle ha hecho de la realidad social de Colombia y de Latinoamérica el centro de su trabajo: movida por la curiosidad, y muy a menudo también por la compasión, define sus temas, los investiga a partir de diferentes fuentes, y finalmente vuelca sus impresiones en dibujos elaborados con materiales y técnicas poco habituales. Esos procesos de elaboración aportan a sus imágenes ritmos y un tono poético concreto, pero además conceden significados: su uso no responde únicamente a decisiones estéticas, sino que cuentan con poder evocador.

Sin caer en excesos, se vale Calle de alambres, hilos, fotografías y también de palabras para dar forma, desde un enfoque crítico, a su punto de vista sobre sucesos y modos de vida que en su producción se manifiestan en forma de órdenes quebrados, de territorios embrollados.

En los meses de febrero y marzo, la colombiana presenta su segunda muestra individual en la Galería Moisés Pérez de Albéniz: “Planta par”. Consta de nuevos dibujos en los que ha continuado utilizando malla de acero o alambre, y procedimientos como la escritura o el mecanografiado; se trata de piezas que conjugan una evidente delicadeza visual con el reflejo de esos asuntos que le preocupan: los márgenes de la sociedad; la historia, la economía y la vida cotidiana en su país; y también el peso de las convenciones del lenguaje.

Hay que subrayar que el único color que contemplaremos en las obras reunidas es el de los citados materiales empleados o el del papel que les sirve de base: la expresividad de estos dibujos, por tanto, reside completamente en las formas y más allá de ellas todo es austero; el rasgo fundamental de estas composiciones es su simplicidad, además del potencial simbólico asociado a cada uno de los elementos representados, a menudo en relación con las plantas, que esta autora trata como metáforas de la existencia humana y de nociones como los lazos familiares, la longevidad o la armonía espiritual. Cada una de las imágenes vegetales que aquí contemplaremos alberga sentidos que van, por tanto, más allá de la representación botánica: vienen a suponer un reconocimiento a los seres que quedan unidos por su naturaleza o por la historia.

Johanna Calle. Herbario, 2006
Johanna Calle. Herbario, 2006

En la serie Herbario veremos muestras de hojas carcomidas que la artista ha reunido cerca de su taller, en la propia ciudad de Bogotá: pertenecen a un árbol endémico de ese lugar, el Sangregado (Croton Magdalenensis), y ese aspecto carcomido se debe a las larvas de una mariposa, esta de especie foránea, capaces de devorar árboles de hasta quince metros de altura en solo veinte días. Calle siguió minuciosamente ese proceso de deterioro del follaje y, en una de las obras que forman parte de este conjunto, transcribió un poema de Sylvia Plath, Suicide Off Egg Rock; una de sus frases aparece, además, en cada página: The words in his book wormed off the pages (Las palabras de su libro fueron arrancadas de las páginas). Se hizo, además, con un ejemplar crecido de la mariposa Lepidóptero Sangalopsis, roja y negra, que recientemente ha atacado también dicho árbol.

Las transcripciones textuales son constantes en las propuestas reunidas en Moisés Pérez de Albéniz: en Ramas y Perímetros veremos, en letra de máquina de escribir y en papel notarial y papel de cuentas antiguo, textos de la Ley de Víctimas o Ley de Restitución de Tierras aprobada en Colombia en 2011, la primera norma en reconocer la existencia de un conflicto armado en este país. La autora se ha fijado en su lenguaje, prestando atención a las diferencias concedidas a expresiones como expropiado a la fuerza, desplazado o aquel que abandona sus tierras; decidió estudiar esta ley en correspondencia con su inquietud por temas sociales, ya que propone mecanismos para devolver tierras a los campesinos que habían sido despojados forzosamente de ellas o se vieron obligados a abandonarlas por razones consideradas de orden público. Dado que los registros antiguos de propiedad, que probaban las posesiones de esta población, estaban escritos a mano, a veces con trazos ilegibles, se prestaban a inexactitudes o a la manipulación de la información, así que una posible solución sería plantar especies vegetales útiles, como árboles frutales o madereros, en los terrenos dados, fueran los que fuesen. A veces, estos árboles se utilizaban también para delimitar las lindes.

Johanna Calle, Rama (díptico I y II), 2024
Johanna Calle. Rama (díptico I y II), 2024
Johanna Calle. Perímetros (Jacarandá), 2012
Johanna Calle. Perímetros (Jacarandá), 2012

En otra serie, Obandos, los textos transcritos tienen que ver con reformas agrarias que trataron de implementarse sin éxito en Colombia durante el pasado siglo XX. Se acompañan de fotografías panorámicas de diversos escenarios colombianos en las primeras décadas de 1900: las palabras discurren debajo de las fotografías, a veces de forma repetida, superpuesta, cortada o invadiendo las imágenes. Calle viene atesorando una importante colección de fotos vintage junto a su marido, Julio Pérez Navarrete, el llamado Archivo Pérez & Calle, que a veces nutre su producción; es el caso de la serie Horizonte, en la que sobre panorámicas antiguas y anónimas ha dispuesto textos mecanografiados delimitando sus líneas.

Narcisos, por su parte, ofrece siluetas masculinas formadas a partir de textos mecanografiados sobre hojas de cuentas. Las palabras corresponden a ensayos de William G. Doty sobre los mitos asociados a la masculinidad y la colombiana establece, así, paralelismos entre lo masculino y el manejo del dinero.

Johanna Calle. Obandos, 2021
Johanna Calle. Obandos, 2021

La economía también se hace presente en la serie Imponderables: reproduce en recortes de malla de alambre la estructura de los clásicos libros de contabilidad, trasladada después sobre cartón. Al romper y deformar las cuadrículas, la imagen resultante pierde su contexto, llegando a recordar el aspecto de las alambradas rotas tan frecuentes en las ciudades; hacen referencia estas piezas, en último término, a las crisis económicas cuyas consecuencias sociales no llegan después a ser reparadas.

Los tres últimos conjuntos en la galería son Resistencias, Anotaciones y Prosas. Las dos primeras suponen investigaciones en torno a modos de abordar la escritura (muelles, acero) que implican la idea de ilegibilidad, y por lo tanto distancian lenguaje de entendimiento, configurándose el primero ante todo como sensación; Prosas, entretanto, se compone de cartas anónimas y personales que Calle ha transformado en objetos, en tubos: cada uno contiene emociones que se nos escapan y cuyo contexto desconoceremos al sernos vedada su lectura. Albergaron deseos y hoy solo son enigmas.

Johanna Calle. Prosas, 2018
Johanna Calle. Prosas, 2018

 

 

Johanna Calle. “Planta par”

GALERÍA MOISÉS PÉREZ DE ALBÉNIZ

C/ Calle Doctor Fourquet, 20

Madrid

Del 3 de febrero al 27 de marzo de 2024

 

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