Juan Mieg, entre susurros

Hasta el 24 de septiembre, podemos disfrutar en ARTIUM de “Xuxurlaka”, exposición compuesta por una treintena de piezas recientes de Juan Mieg, todas ellas de gran formato y representativas de la producción de esta figura destacada de la pintura vasca actual, con medio siglo de carrera artística a sus espaldas.

La de Mieg es una pintura intuitiva, concebida en ocasiones como un autorretrato de su psicología y fruto de un largo y constante proceso de exploración. Este artista de Vitoria concibe este medio como una herramienta de conocimiento y autoconocimiento, siendo las técnicas su código de comunicación.

Sus procesos de trabajo son sobrios y austeros y ha tratado de segregar su lenguaje en susurros que se equiparan a imágenes del inconsciente sin perder la coherencia. No trata de comunicarnos lecturas definidas sino sugeridas y cuida con mimo el tratamiento de texturas, los juegos de color, las texturas y las tensiones entre masas cromáticas y espacios abiertos.

Sus procesos de trabajo son sobrios y austeros y ha tratado de segregar su lenguaje en susurros que se equiparan a imágenes del inconsciente

Mieg no es amigo de bocetos ni ensayos y suele dejar fluir con libertad sus imágenes atendiendo a sus ritmos naturales de trabajo y evitando esquemas preestablecidos o estrategias previas.

Como es habitual en el resto de sus obras, los trabajos expuestos en Artium carecen de título y aparecen sin fecha, aunque sepamos que son recientes: es el mecanismo del artista para desvincular su producción de tramas narrativas o de tiempos concretos que condicionen nuestra interpretación.

Mieg, nacido en 1938, estudió arquitectura en Barcelona pero se ha dedicado por completo a la pintura desde comienzos de la década de los sesenta. En la capital catalana conoció de primera mano el Informalismo, que influiría en su obra, y en 1966 se integró en el colectivo Orain, formado también por Joaquín Fraile, Carmelo Ortíz de Elgea, Alberto Schommer y el escultor Jesús Echeverría.

Este grupo nació en paralelo a otros como Gaur, Hemen y Danok, con los que compartió sus líneas fundacionales y su compromiso con la implicación de cultura y sociedad y la conexión de la Escuela Vasca con la vanguardia internacional.