Intermedia: la poesía como la foto

Alumnos del Máster en Estudios de Comisariado del Museo Universidad de Navarra presentan allí una colectiva entre el texto y la imagen

Pamplona,
Laura Arnedo. Bosque, 2021. Museo Universidad de Navarra
Laura Arnedo. Bosque, 2021. Museo Universidad de Navarra

Decía Walker Evans que la fotografía podría ser la más literaria de las artes plásticas y Cartier-Bresson, que cualquier relato visual se construye bajo principios similares a los narrativos. A esos lazos, históricamente profundos aunque no siempre subrayados, entre la imagen y la palabra, han dedicado Laura Aizcorbe, Maite Fraile, Víctor Acebrón y Dayneris Brito, alumnos de la tercera edición del Máster en Estudios de Comisariado del Museo Universidad de Navarra, la exhibición colectiva que ahora presentan en este centro: “Intermedia. Escribir la imagen, crear la palabra”.

El propósito último de este proyecto, en el que se han valido de imágenes donadas por Patricia Phelps de Cisneros al Museo en 2018 y del diálogo de estas con el resto de piezas que componen la colección fotográfica del MUN, es plantear si puede considerarse la visualidad un tipo de narrativa y, por tanto, si es factible atender a un texto como se atiende a una obra plástica y cuáles son las formas de interacción posibles, más y menos amistosas, entre ambos medios expresivos.

Sus intenciones, lo apuntábamos, no son nuevas pero abren sendas por recorrer: nada menos que en el siglo VI a.C., Simónedes de Ceos aludió a la pintura como “poesía muda” y a esta última como “pintura que habla”; fueron también los griegos quienes acuñaron el término écfrasis, que se define como la representación verbal de una representación visual y, ya en la Edad Media, los manuscritos se acompañaron de iluminaciones que hacían referencia a su contenido. El Renacimiento trajo cambios en esos nexos: se estableció una separación completa entre palabra e imagen y se hizo hincapié en la superioridad de ciertas manifestaciones artísticas sobre otras (Leonardo da Vinci, en su Tratado de la pintura, justificó la primacía de esta sobre los textos). Sería en nuestra época contemporánea cuando esas jerarquías quedarían superadas y proliferasen nuevos caminos de relación, esa intermedialidad a la que alude el título de esta propuesta y que tanto fomentaron el dadaísmo, el surrealismo o el futurismo.

En el recorrido de “Intermedia”, tomando como punto de partida las instantáneas que Joam Colom llevó a cabo en el Raval de Barcelona y que serían el germen (las dedicadas a la prostitución) de la novela Izas, rabizas y colipoterras de Camilo José Cela, se enhebran imágenes de Enrica Bernardelli, Mariana Castillo Deball, Vicente de Mello, David Moreno, José Noguero, Marta María Pérez Bravo y Juan Uslé con textos de Laura Arnedo, Carlos Bassas y Valeria List a los que han servido de fuente de inspiración; los trabajos de Pérez Bravo, Mello y Noguero son, de hecho, de creación reciente.

No nos encontramos, por tanto, ante una muestra en la que la fotografía se acompaña de literatura, sino en una celebración de las posibilidades de su convergencia: a ambas artes se les concede el mismo protagonismo. La lectura se aborda como un acto potencialmente visual, al exponer el texto como objeto a contemplar, quizá jugando nuestros ojos con la dirección de lectura, la tipografía, la forma, el tamaño o la disposición de las palabras, mientras que nuestra percepción de la fotografía se experimenta a través del lenguaje, sometiéndose a este su interpretación. En este punto recuerdan los comisarios a Didi-Huberman, que afirmaba que era un gran error pensar que solo se mira con los ojos, pues se mira con todo el cuerpo y, en un segundo plano, con el lenguaje.

La lectura se aborda como un acto potencialmente visual, al exponer el texto como objeto a contemplar.

Hablábamos de Izas, rabizas y colipoterras y aquel fue el primer éxito editorial de la colección de Lumen Palabra e Imagen, centrada en proyectos que ponían en colaboración a fotógrafos y escritores; otros fueron Miguel Delibes, Ignacio Aldecoa, Ramón Masats y Oriol Mapons y aquella iniciativa también ha servido de punto de partida a la exposición.

En el marco de los mencionados fondos de fotografía contemporánea de Phelps de Cisneros encontramos, entre otras obras, trabajos que comparten estéticas y formas de concebir la fotografía desde perspectivas más abstractas que figurativas: piezas que no podrían etiquetarse atendiendo a géneros tradicionales como el retrato o el paisaje sino que destacan, ante todo, por el manejo en ellas del color, las sombras o los planteamientos básicos de las composiciones: ausencia de personajes definidos, contextos atemporales, significados abiertos.

Sirven a los intereses de la poeta riojana Laura Arnedo, cuya producción dialoga con la de artistas visuales que trabajan con fotografía en blanco y negro desde un enfoque metafórico. En la muestra del museo pamplonés, su poema Hogares (2021) deriva de las obras Cada uno en su ile (1995), ¡Ay, Santa Clara, por tu Madre! (1995), No sufre en soledad (1999) y Vive ahí (2000), de Marta María Pérez Bravo. Los versos nos hablan del carácter dual de todo cuerpo como refugio y como prisión, como único medio para relacionarnos con el mundo y, a la vez, como límite que nos separa del resto. Precisamente el recuadro en la representación visual del escrito simboliza esos límites. Por su lado, Pérez Bravo ha elaborado la videocreación Tú también (2022) a partir de otra poesía de Arnedo presente en la publicación Historia de los niños luciérnaga: se refiere a que todos llevamos dentro el germen de nuestra propia esperanza y nuestra propia destrucción.

Marta María Pérez Bravo. No sufre en soledad, 1999. Museo Universidad de Navarra
Marta María Pérez Bravo. No sufre en soledad, 1999. Museo Universidad de Navarra
Vicente de Mello. Pezón en océano de leche, 1993. Museo Universidad de Navarra
Vicente de Mello. Pezón en océano de leche, 1993. Museo Universidad de Navarra

En una suerte de juego de influencias encadenadas, Arnedo se ha dejado llevar por Pezón en océano de leche, fotografía del brasileño Vicente de Mello, para componer otro poema, Líquida (2021), dedicado a la reconstrucción de la memoria, en este caso en relación al cuerpo del otro y a las sensaciones suscitadas por el tacto, con el tiempo distorsionadas o fragmentadas en el recuerdo. A lo obligadamente incompleto de nuestra memoria se refieren los tachones. Y el mismo De Mello se ha valido de su poema La noche nos hablaba en su idioma espiral para tomar la imagen ¿Qué nos hablan el día y la noche?, sobre los cambios en el pensamiento abstracto humano a partir de los viajes espaciales.

Los sueños, y las emociones difíciles de explicar que dejan en nosotros una vez despiertos, llevaron a la riojana a escribir Casa de vapor (2021) basándose en dos fotos pasadas de Enrica Bernardelli: A casa (1998) y Fotografía perfurada (1998); lo desestructurado del texto puede entenderse como reflejo de la narrativa irracional de los sueños. Y justamente lo caótico, el orden secreto de la naturaleza aún no del todo categorizado, es lo que Arnedo encuentra en la serie fotográfica Television noise (2005) de David Moreno, el origen de su poema reconstruido Bosque (2021).

Uslé, por su parte, está representado en este proyecto del MUN con diez imágenes de su serie Luz aislada (1983-1996) que transmiten un cierto suspense, una inquietud. El escritor de novela negra Carlos Bassas se inspiró en ellas, y en algunas declaraciones de este artista, para vertebrar un texto concebido para el juego y para ser explorado en varios niveles: narrativo, descriptivo y poético. Al carecer de signos de puntuación, el lector determinará las pausas, cada uno lo hará de manera distinta y… sujetos y objetos nunca serán los mismos.

Por último, encontraremos en “Intermedia” los trabajos en confluencia de Mariana Castillo Deball, José Noguero y Valeria List. Las imágenes de gran formato de los primeros, ambas sin título pero dedicadas a objetos tirados en el suelo y evocadoras, han inspirado a la joven poeta mexicana List un texto escrito boca abajo y otro en línea diagonal. El primero, además, hace referencia a un recuerdo de infancia (la imagen de una máscara del expresidente mexicano Salinas de Gortari caída en el suelo); el segundo, en alusión al caballo caído de Noguero, profundiza en lo domesticado y constreñido.

José Noguero. Vacío espera, 2008. Museo Universidad de Navarra
José Noguero. Sin título, 1997. Museo Universidad de Navarra

Además, apoyándose en Arqueología de la basura, de Valeria List, Noguero ha alumbrado la instalación El anhelo de Na-rada (2022), dedicado a lo que dejamos en nuestro camino, a aquellos objetos que son huella de nuestras identidades anteriores y que quedan atrás, a veces con alegría, y otras con dolor. Dice List que la arqueología de la basura es una escuela que considera que todo lo que se desecha pasa a ser, de manera inmediata, material de estudio sobre el hombre… Me llevaré lo que importa y ocupará mi nueva casa, pero son los restos los que hablarán de mí.

Puede que los vínculos entre la imagen y la letra tengan también que ver con los que ligan lo visible y lo ausente.

Mariana Castillo Deball. Sin título, 2014. Museo Universidad de Navarra
Mariana Castillo Deball. Sin título, 2014. Museo Universidad de Navarra

 

“Intermedia. Escribir la imagen, crear la palabra”

MUSEO UNIVERSIDAD DE NAVARRA

Campus Universitario s/n

Pamplona

Del 8 de septiembre al 23 de octubre de 2022

 

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