Füssli y el sublime horror (literario)

El centro dedica su primera monográfica al pintor

Basilea,

La cronología vital de Füssli coincide, más o menos, con la de nuestro Goya y ambos tuvieron ciertos (solo algunos) afanes en común, aunque probablemente hubieran estado de acuerdo en que el sueño de la razón produce monstruos.

La trayectoria del suizo vino marcada por sus conexiones con el Romanticismo alemán, su acercamiento a la cultura medieval, tan propia de los pintores del área germánica, y también por sus estudios de teología: en buena parte de su obra nos queda claro que sus inclinaciones filosóficas tuvieron un peso equivalente o mayor al de sus pretensiones estéticas. Muchos lo asocian a William Blake (Füssli se instaló en Londres) como transmisor de lo sublime en la pintura: allí donde su producción puede resultarnos clásica observaremos, en un análisis más detenido, que el clasicismo queda en él convertido en una herencia inasible y monstruosa y sus pinturas de historia o sus ruinas sugieren irracionalidad, y manierismo sus figuras. Pesadillas y seres más o menos diabólicos son frecuentes en su obra, en la que lo nórdico conecta con lo mediterráneo y… con Homero, Dante, Robert Burton o Shakespeare, el Shakespeare más nocturno, el más mágico.

Precisamente en esa influencia de lo literario, y sobre todo de lo teatral, en la pintura de Füssli se centra “Füssli. Drama y Teatro”, la primera gran muestra monográfica que Kunstmuseum Basel dedica a este artista, formada por cerca de setenta pinturas, trece años después de su última antología en Suiza, en Kunsthaus Zúrich.

Füssli. Lady Machbeth, hacia 1783
Füssli. Lady Machbeth, hacia 1783
Füssli. Juramento de Rütli, 1780
Füssli. Juramento de Rütli, 1780. Rathaus, Zürich

Sea o no la fuente de inspiración directa de sus trabajos, que en muchos casos lo es, la literatura atravesó los intereses de este autor desde sus comienzos, desde sus años de aprendizaje en Zürich. En su obra tomó motivos de la mitología antigua, pero también se inspiró en el célebre Paraíso perdido de John Milton y en las obras de Shakespeare, subrayando, como decimos, su carácter más dramático y negro. Sus héroes presentan cuerpos tan esbeltos que parecen a punto de romperse, luces verdes iluminan a sus vírgenes; ángeles caídos, hadas y seres espectrales nos sumergen en visiones fantasmagóricas de las que no podemos despegar los ojos…en un mundo oscuro hacia el que podemos experimentar temor o sentimiento de pertenencia.

Las obras de Füssli más estrechamente ligadas a Shakespeare triunfaron desde 1780 en Inglaterra, donde, como decíamos, el artista recaló tras viajar por Italia y pasar varios años en Roma. En Basilea podremos contemplar las obras de gran formato que dedicó, en el marco de su colaboración para la Galería Boydell Shakespeare del editor John Boydell, a Sueño de una noche de verano, Hamlet y Macbeth y que le valieron el apodo de Shakespeare de los lienzos; también obras pertenecientes a la serie Milton, en la que trabajó en la última década del siglo XVIII.

Además de como Shakespeare de los lienzos y en parte por voluntad propia, Füssli fue apodado en Gran Bretaña -donde moriría- como suizo salvaje, sobre todo tras realizar la célebre La pesadilla, de la que en esta muestra puede verse una versión en manos de un coleccionista particular de Basilea. Se le consideró precursor del Romanticismo más negro, del llamado Horror gótico, pero también, y esta es la visión que quizá se ha impuesto con más fuerza, como un cultísimo autor dotado de una imaginación prodigiosa, como un maestro trasladando lo épico y lo monstruoso de los dramas literarios a las telas.

Sus fuentes de inspiración son analizadas en esta exposición a través de secciones dedicadas a la presencia de leyendas antiguas y medievales en su producción, a su  estudio de obras de sus contemporáneos, como Oberon de Christoph Martin Wieland; a sus citadas representaciones basadas en las tragedias de Shakespeare y los poemas de Milton y a sus imágenes más personales, invenciones propias que no proceden de fuentes literarias definidas pero que representan esos sentimientos hechos carne que el artista introduce en contextos narrativos de su propia imaginación cuando no lo hace en relatos ajenos.

En unos y otros apartados encontraremos amor y muerte; desorden, voluptuosidad y contorsión; erotismo que no es carnal, sino fantasmal; a seres poseídos dejándose llevar por altas y bajas pasiones, acciones y deseos que nos producen tanta atracción como repulsión: ahí radica lo sublime. Hay quien dice que estas obras suponen la prolongación, la vía de escape, de sus trastornos psicológicos, pero qué puede importar: son la noche, esa noche ensalzada por la cultura romántica, convertida en escenografía; suponen la representación del ser humano encontrándose con su propia y, más o menos escondida, cara oscura en su obra desbordada.

Siete de los lienzos que forman parte de la muestra proceden de los propios fondos de Kunstmuseum Basel; el resto los han prestado coleccionistas e instituciones suizas e internacionales como Kunsthaus Zürich, la Folger Shakespeare Library de Washington, el Yale Center for British Art de New Haven, el Louvre, la Tate o el Metropolitan de Nueva York.

Füssli. Percival liberando a Belisana del encantamiento de Urma, 1785
Füssli. Percival liberando a Belisana del encantamiento de Urma, 1785. Tate Britain

 

 

 

“Füssli. Drama and theatre”

KUNSTMUSEUM BASEL

St. Alban-Graben 8

Basilea

Del 20 de octubre de 2018 al 17 de febrero de 2019

 

 

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