François Kollar, el trabajo desde dentro

El Jeu de Paume muestra la obra del fotógrafo eslovaco

París,
François Kollar. Estudio publicitario para "Magic Phono", retrato de Marie Bell en fotomontaje, 1930
François Kollar. Estudio publicitario para “Magic Phono”, retrato de Marie Bell en fotomontaje, 1930

Antes de convertirse en fotógrafo profesional a los veinticuatro años, François Kollar fue empleado en la empresa de ferrocarriles de su Eslovaquia natal, en una fábrica de Renault en Boulogne-Billancourt y en una imprenta parisina, así que antes de coger la cámara tenía un conocimiento más que íntimo del mundo laboral, de la publicidad a la moda pasando por la industria, la artesanía y la agricultura, y ese fue el eje temático de buena parte de su producción, que hasta el 22 de mayo recupera en una muestra el Jeu de Paume.

Se trata de una exposición retrospectiva compuesta por cerca de 130 copias de época, varias de ellas inéditas y otras donadas por la familia de Kollar al Estado francés. Componen un preciado legado con valor documental e histórico que muestra cómo, en la primera mitad del s XX, el trabajo fue medio de integración y de progresión social para muchos individuos y cómo las herramientas, materiales y procedimientos utilizados en la fabricación industrial registraron profundos avances en el periodo transcurrido entre 1930 y 1960.

Fue justo en 1930 cuando Kollar, recién casado, abrió estudio propio en París, y su primera modelo sería su esposa, Fernande, que además sería fiel colaboradora del artista toda su vida. Trabajó el eslovaco para agencias de publicidad y firmas de lujo, cuidando al máximo la plasmación en sus imágenes de la luz sobre tejidos y formas, y también colaboró con varias publicaciones, sobre todo Harper‘s Bazaar, que contó con él durante quince años. Sus mejores obras las llevó a cabo en exteriores y retrató a Coco Chanel, Elsa Schiaparelli o Balmain.

François Kollar. Publicidad para la máquina de escribir Hermès, 1930
François Kollar. Publicidad para la máquina de escribir Hermès, 1930

Empleando composiciones muy originales y sirviéndose con bastante maestría del contraluz, la solarización o las sobreimpresiones, llevó a cabo anuncios publicitarios para firmas como Hermes, Molyneux, Omega o Christofle. Obtuvo reconocimientos importantes, y en el mismo año 1930 participó en una exposición internacional de fotografía en Múnich junto a figuras como Florence Henri, André Kertész, Germaine Krull o Ergy Landau.

Durante la ocupación alemana, Kollar se negó a colaborar con el gobierno de turno y se estableció con Fernande y sus hijos en Poitou-Charentes. En aquel periodo dejó de fotografiar, y no retomaría su actividad hasta que regresó a la capital francesa en 1945. En los cincuenta y los sesenta trabajaría dentro y fuera de Francia, retomando los reportajes industriales de sus inicios.

La muestra del Jeu de Paume explora primero su fase más experimental, la de sus autorretratos en su recién abierto estudio de París y sus trabajos para agencias de publicidad y marcas de moda, algunos de ellos prodigios luminosos y compositivos. Aquel periodo de esplendor de Kollar coincide con el gran desarrollo que experimentaba la prensa ilustrada: L’Illustration, VU, Voilà, Art et Médecine, Plaisir de France…

El corazón de la exposición se centra en sus imágenes del mundo laboral, y además de copias de época incluye archivos y publicaciones. Una tercera sección ofrece su obra posterior a la guerra, tanto imágenes de moda como industriales.

Comentarios