Eva Lootz es austriaca, nacida en Viena en 1940, y allí estudió Bellas Artes, cinematografía y también musicología y filosofía, pero desde los años setenta viene desarrollando su carrera en España. Desde sus comienzos ha trabajado fundamentalmente con materiales humildes como el fieltro, la lona, la cera o la parafina y es autora de instalaciones, esculturas y dibujos que destacan por su carga simbólica o poética y también de fotografías, vídeos y obras de arte sonoro.
El lenguaje y sus vínculos con la materia, lo que se nombra, se oculta y se muestra, conforma el hilo conductor temático de buena parte de sus trabajos (uno de sus proyectos más conocidos son sus lenguas de los ochenta), pero también la naturaleza se hace muy presente en su obra, en la que suele reflexionar sobre la intervención humana en el paisaje.
Ese es el asunto que aborda precisamente en “La canción de la tierra”, la muestra que desde hoy y hasta el 19 de junio presenta en la Sala Ideas de Tabacalera, de la mano de Promoción del Arte y con Isabel Tejeda como comisaria.
La exhibición reúne una serie de obra reciente y dos series anteriores: tres conjuntos de obras realizadas en fases distintas de la carrera de Lootz que en Tabacalera podemos conectar unas con otras por mostrar la preocupación de la artista por la situación del medio ambiente.
El título de la exposición guarda relación con la sinfonía del mismo título de Gustav Mahler, que a su vez se inspiró al componerla en obras de poetas chinos como Li Tai-Po o Wang Wei, que preconizaban lo que los sociólogos actuales llamarían “lujosa pobreza”: cambios fundamentales en nuestro pensamiento, en nuestros modos de vida y formas de producir e incluso en el diseño de las ciudades y la organización territorial con el fin de recuperar, nosotros, el equilibrio con la biosfera, y que la tecnología, la economía y la cultura también lo hagan, superando inercias e intereses.
En los primeros años tras su llegada a España, Lootz visitó las minas de Riotinto y tuvo la intuición, la sospecha, de que los elementos naturales, y sus cualidades o propiedades, son las materias que componen y “hacen” el mundo en mayor medida que las ideas y pensamientos humanos, que, cronológicamente, llegaron después. En palabras de la artista, “somos una especie tardía que tiene que adaptarse y de hecho se adapta a lo que encuentra sobre la tierra”.
En Tabacalera podemos encontrar imágenes de Riotinto (el pasillo de la Principal se ha convertido en vestuario de mineros donde suena flamenco) y fotografías del salar de Torrevieja, baterías caseras que nos enseñan los rudimentarios materiales necesarios –e insuficientemente valorados- para producir electricidad de la forma más sencilla (magnesio, cobre y agua con sal), una instalación que recrea un pequeño salar o el vídeo Tajo, Tajuña, Alagón, Jarama, que ensalza la importancia vital del agua mediante la filmación ininterrumpida del curso de los ríos.
Coincidiendo con la presentación en Tabacalera de “La Canción de la Tierra”, Eva Lootz impartirá un taller, del 9 al 13 de mayo, dentro del ciclo Alguien ahí.
