Artistas españolas y latinoamericanas, protagonistas de las compras del Museo Reina Sofía en ARCO

Se trata de 30 obras de 22 autores, por valor de 553.000 euros

Madrid,

Como cada viernes en las celebraciones de ARCOmadrid, finalizadas las jornadas profesionales y abierta ya la Feria al público general, el Museo Reina Sofía ha anunciado sus adquisiciones, esta vez centradas en mujeres artistas españolas y latinoamericanas y por un valor de 553.000 euros, sustancialmente superior a la cifra destinada a compras por el MNCARS en esta cita el año pasado (cerca de 400.000 euros), dado que a la cantidad aportada por el Ministerio de Cultura y Deporte con ese fin (401.372 euros) se ha sumado esta vez la del propio Museo (152.381 euros).

Se incorporarán a las colecciones del Reina Sofía una treintena de trabajos de veintidós artistas, españoles y latinoamericanos en su mayor parte, y con una presencia fundamental de las mujeres. Se ha prestado atención a las nuevas generaciones de creadores que han continuado trabajando en torno a las poéticas feministas de los setenta, en diferentes disciplinas, y también a propuestas temáticamente vinculadas a las injusticias sociales, la discriminación de género y las realidades políticas del contexto sudamericano.

De Lola Bosshard, objeto de una reciente exposición en José de la Mano, se incorporan al MNCARS una pintura sin título y cinco dibujos de la serie Monócromos fechados en la segunda mitad de los años sesenta y representativos del inicio de la abstracción pura en España. Eran aquellos los años cumbre en la trayectoria de Bosshard y sus intereses comulgaban entonces con los de artistas geométricos contemporáneos que trabajaban en nuestro país; estos dibujos pueden relacionarse con las piezas que presentó en la Galería Edurne en 1967-1968, en la considerada primera muestra de pintura ambientalista en España, donde propuso un diálogo entre piezas monócromas y otras basadas en campos de color.

Hasta la fecha Bosshard no formaba parte de los fondos del Museo, donde está previsto que su obra entre en relación con la de María Droc, Isabel Santaló, Juana Francés, Nadia Werba, Julio Le Parc, Jesús Rafael Soto y Ellsworth Kelly.

Lola Bosshard. Sin título, hacia 1966-1967
Lola Bosshard. Sin título, hacia 1966-1967

Contemporánea de la valenciana fue Esther Boix Pons, de quien el Reina Sofía ha comprado No clou (1971) y Ella (1973). Inició su andadura en los cincuenta, dentro del colectivo Postectura, y a mediados de los sesenta promovería en Barcelona el movimiento Estampa Popular, impulsado paralelamente en otras ciudades españolas con el fin de acercar la cultura a amplias capas sociales. Viajes a París y otras urbes europeas le ayudarían a consolidar un estilo propio, basado en el desarrollo de paisajes urbanos, y junto a su actividad como artista mantuvo también una carrera docente.

Esther Boix Pons. Ella, 1973
Esther Boix Pons. Ella, 1973

Hablando de la capital francesa, París HLM es el trabajo adquirido por el Reina Sofía de Mari Puri Herrero. Remite a las viviendas de alquiler social de los suburbios de la ciudad, creadas a partir de la crisis inmobiliaria derivada de la posguerra, que en esta composición niegan todo paisaje e incluso la visión del horizonte. Hasta ahora el centro solo poseía de esta autora bilbaína, de obra apegada a su contexto social y a los lugares donde vivió, dos aguafuertes datados en el mismo año que este lienzo: 1972. Se enriquece así su listado de piezas ligadas a artistas españolas que desarrollaron su producción desde los sesenta.

En cuanto al asturiano Armando, de cuyo fallecimiento se cumplen 22 años, el MNCARS ha adquirido dos de los óleos sobre tabla que dedicó a OVNIs, fechados en 1970 y 1980. Los había iniciado antes, en los sesenta, dejándose seducir por este asunto tras una supuesta abducción alienígena a un matrimonio estadounidense que habría tenido lugar en 1961.

En un contexto en el que los tratamientos psiquiátricos eran aún muy agresivos y no se encontraban propiedades terapéuticas en la contemplación de arte, este autor de Gijón decidió refugiarse en la pintura como medio de expresión personal. Se incorpora por primera vez al Reina Sofía, que comenzó a estudiar los lazos entre creación y psiquiatría recientemente, como quedó apuntado en su exhibición sobre las prácticas de Francesc Tosquelles.

Armando Suárez. Sin título, hacia 1970
Armando Suárez. Sin título, hacia 1970

De Mitsuo Miura compra el Reina Sofía una instalación (Brisa de verano, 1990) y dos fotografías (Playa de los Geneveses, 1983). La primera, minimalista y compuesta por una sucesión de paneles monócromos, resulta etérea y se mueve cuando el espectador se acerca a ella; las segundas, tomadas en esa playa almeriense, aúnan la captación de vivencias personales y experiencias sensoriales con sutileza. El paisaje, en todo caso, es la gran fuente de inspiración de este autor japonés que reside en España desde hace más de sesenta años.

Otras experiencias sensoriales bien distintas vertebran el conjunto adquirido de la barcelonesa Julia Montilla: El cuadro de la calleja, que profundiza en las fenómenos de San Sebastián de Garabandal (1961). La antropología y los estudios de cultura visual proporcionan a esta artista su metodología de trabajo, basada en el análisis de fotografías, documentos, proyecciones, audiovisuales o publicaciones de época. En lo temático, se ha fijado en el rol de las creencias religiosas y de los iconos femeninos en la construcción y mantenimiento de los mitos nacionales.

Partidos políticos desaparecidos es, por su parte, la obra mural adquirida por el Reina Sofía del venezolano Alexander Apóstol. Propone un juego, entre estético y simbólico, a partir de las tarjetas de votación de partidos políticos minoritarios y ya disueltos surgidos en su país; ninguno sobrevivió a los mandatos de Chávez y Maduro. La perdida de estos colores se corresponde con la de pluralidad política, y también se vincula este proyecto, en lo formal, con el constructivismo en Venezuela.

Alexander Apóstol. partidos políticos desaparecidos en la democracia, 2018
Alexander Apóstol. Partidos políticos desaparecidos en la democracia, 2018

Culito es el título de la escultura de pequeño formato de Ana Laura Aláez que el centro madrileño suma también a su colección, y que tiene que ver con la epidemia del sida y los tabúes sexuales de los noventa, como otras obras suyas del mismo tiempo (Corona, Pantalón preservativo). Destaca por su carácter sensorial y por su doble eco anatómico y político; Paul B. Preciado interpretó la pieza como crítica feminista de la objetivación heteronormativa del cuerpo femenino como cavidad penetrable.

Una de las piezas de ejecución más reciente entre las adquiridas es la obra textil de Sonia Navarro La vida cotidiana (2024); esa técnica, en este caso, hace referencia al mundo doméstico femenino y a su invisibilización a nivel mediático y representativo: reivindica la artista murciana el trabajo silencioso e infravalorado, a menudo desarrollado por mujeres, y se vinculará su propuesta a las ya presentes en el Reina Sofía de Aurèlia Muñoz, Maja Bajevic o la Cooperativa Gráfica La Voz de la Mujer.

Regina Giménez. El sol y la taula, 2018
Regina Giménez. El sol y la taula, 2018

El sol y la taula, la obra de Regina Giménez también comprada por el Reina Sofía, se compone de 65 plantillas de metacrilato creadas a partir de formas geométricas que, al menos en el siglo XX, se utilizaban para explicar cuestiones astronómicas. Se inspira en diseños de las vanguardias históricas. De Eli Cortiñas se ha hecho el Museo con el audiovisual en triple pantalla The Most Given of Givens, en el que, a través de materiales fílmicos de orígenes diversos, revisa convenciones en torno a Tarzán en relación con nuestra visión de África (la canaria también es nueva en el Museo) y de Nuria Güell, que ha centrado su carrera en la puesta en cuestión de convenciones morales y restricciones sociales, se hace el MNCARS con Vídeo Aplicación legal desplazada # 1: reserva fraccionaria (2010-2011), una de sus plataformas concebidas para expropiar dinero a los bancos y nacidas al calor de la crisis de 2008.

En el capítulo escultórico e instalativo, el Museo ha adquirido asimismo Izarrak, de Sahatsa Jauregi, obra basada en el ensamblaje de objetos manufacturados y encontrados, aquí sostenidos en tensión con hilo de soldadura; Kurba (ballena beso baile) de Nora Aurrekoetxea, un nuevo ejercicio de intento de materialización de emociones de esta autora bilbaína, que para la realización de piezas como esta ha estudiado el lenguaje verbal y corporal en relación con el espacio cotidiano; Antojo de Elena Alonso, arco de medio punto que fusionaba rasgos románicos y de la Secesión vienesa y con el que esta artista participó en la celebrada exposición del CA2M “Querer parecer noche”; y Ponsatí III Peça, Cap de Creus – Cadaqués – Benidorm, uno de los hinchables de Josep Ponsatí, junto a un audiovisual que describe su proceso de trabajo.

Además, suma el Reina a sus fondos dos piezas en vidrio de Belén Uriel: Shell (3017) e Inço, relativas a nuestra relación con los objetos cotidianos; la instalación sonora CV laboral (2009) de Ana Gallardo, en el que la autora narra la sucesión de sus empleos, incidiendo en la precariedad de amplias capas de población y del sector cultural; los dípticos Erotismos, de Alicia Herrero, donde se contrapone la sexualidad occidental moderna con cerámicas precolombinas; El dolor en un pañuelo de Regina José Galindo, viva denuncia de la violencia contra las mujeres; y David #5 de Miguel Ángel Rojas, que actualmente expone en la Galería La Cometa. Señala las heridas sociales causadas por los conflictos armados en su país, Colombia.

Por último, ha adquirido el Museo la serie Erbario de la italiana Elisa Montessori, ligada a su interés por la cultura china, muy presente en la estética refinada de este conjunto, entre la representación caligráfica y un tratamiento expresivo del color.

Alicia Herrero. Erotismos. De la serie Huácos eróticos, 1992
Alicia Herrero. Erotismos. De la serie Huácos eróticos, 1992
Elisa Montessori. Erbario, 1978
Elisa Montessori. Erbario, 1978

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