Totémico Matthew Ronay

Presenta un proyecto específico en el Perez Art Museum de Miami

Miami,
Matthew Ronay. Yellow Imparishable, 2015
Matthew Ronay. Yellow Imparishable, 2015

Hasta el 15 de enero de 2017, el Perez Art Museum de Miami  presenta un proyecto desarrollado específicamente por Matthew Ronay para la Patricia Papper Project Gallery de este centro, ubicada junto a su entrada principal.

Ronay es conocido fundamentalmente por su obra escultórica: es autor de objetos realizados a mano en madera, arcilla o tela en escalas muy variadas y de grandes piezas pensadas para colgarse en la pared formando parte de instalaciones inmersivas.

Utilizando con ingenio formas y colores, da a unas y otras obras cualidades totémicas prácticamente delirantes y evoca en ocasiones las tradiciones de hacer arte no occidentales, el folklore americano o la psicodelia.

En sus trabajos más recientes, Ronay ha evolucionado hacia el empleo de una paleta oscura, que transmite silencio en contraste con sus obras anteriores de tonalidades vibrantes. El artista estadounidense, que a partir de mayo expondrá también en el Blaffer Art Museum de Houston, maneja un vocabulario que transita entre la abstracción y el rito y da una importancia fundamental a la experiencia del espectador, al que busca seducir proponiéndole una observación cercana de texturas y superficies muy ricas, con orificios y salientes que generan formas imprevisibles.

Matthew Ronay. Divided Egg Green Worm, 2015
Matthew Ronay. Divided Egg Green Worm, 2015

Al contemplarlas unidas, sus esculturas engendran el recuerdo o la evocación extraña de un mundo primario que quizá yazca en la conciencia de todos, y que inspira a Ronay por la influencia en su producción del psicoanálisis de Jung y de los estudios del mitólogo Joseph Campbell.

Nacido en 1976 en Louisville, Ronay obtuvo un MFA en Yale en el año 2000 y se trasladó a Nueva York tras el 11 de septiembre. Sus primeros trabajos nacieron de la convicción de que los estadounidenses, desencantados con la política en su país y con la situación internacional, se sumergieron en una espiral de consumo sin restricción. En su obra comenzamos a encontrar entonces alusiones a la obesidad, formas cuya fisicidad se desintegra, obsesión por la pornografía.

Sus figuras de órganos sexuales o de objetos cotidianos como spaghettis o tampones estaban elaboradas con MDF pulido y llegaban a transmitir escabrosa repugnancia.

Tras participar en 2004 en la Bienal de Whitney, su carrera tomó impulso y él continuó deleitándose con la representación de la obscenidad y de las interacciones, mutuas y desgarradoras, entre los excesos en el consumo de alimentos y en el de pornografía, asociación que, según el artista, genera interesantes juegos mentales asociativos.

 

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