Secundino Hernández, ser sólido y flotante

Sus últimas pinturas, en Heinrich Ehrhardt

Madrid,
Secundino Hernández. Pintura
Secundino Hernández. Pintura

Secundino Hernández. Sin título (S.H. 16.54), 2016Secundino Hernández es pintor y no pretende ser ninguna otra cosa, ni más ni menos. ARCO 2013 supuso un punto de inflexión en su carrera: cosechó éxito de ventas y de crítica con piezas monumentales en las que la pintura no quedaba retenida por la tela sino que la trascendía. Destacaban por su cromatismo suave y sus composiciones cuidadas, en contraste con el proceso de trabajo que parecían tener detrás, aparentemente apasionado y casi salvaje, en el que la pintura parecía haber pasado del tubo a la tela sin mayor transición.

En su producción predominan los grandes formatos y los juegos visuales fundamentados en el color, pero sí ha ido cambiando, en función de su evolución e intereses, el acento puesto en la materia, la iridiscencia de las tonalidades, que suscita cambios significativos en la percepción de las piezas, y la importancia dada al lienzo, que en algunos casos llega a estar tan trabajado que la pintura apenas tiene presencia en él. En alguna ocasión, Secundino ha señalado que la base de su trabajo ha sido siempre la misma: trabaja pintando, despintando y volviendo a pintar; los instrumentos empleados sí que han variado: utiliza, desde luego, pinceles, pero también ha llegado a servirse de máquinas a presión a la hora de despintar.

Hasta el 29 de octubre, Hernández expone en la Galería Heinrich Ehrhardt (una de las que apostó por él en aquel ARCO 2013) sus pinturas recientes, que incorporan una transformación evidente respecto a las anteriores, una más, aunque no podamos hablar de punto y aparte.

Si anteriormente lo gestual tenía una prevalencia clara en el trabajo de Hernández, ahora las formas ganan peso y en esas telas degastadas que son tan características del autor encontramos líneas y figuras geométricas que, pese a la rigidez de su estructura y su consistencia, flotan con liviandad en las superficies.

Secundino Hernández. Sin título (S.H. 16.91), 2016
Secundino Hernández. Sin título (S.H. 16.91), 2016

Podríamos decir que estas nuevas obras son más elementales en su composición, a raíz de la pérdida de la gestualidad orgánica anterior, pero suponen una aproximación del artista a los orígenes de la abstracción, hacia lo objetivo. Ha pretendido despojar la pintura hasta viajar a sus conceptos más básicos, la línea y la forma pura, en su mayor elementalidad posible. Entre la expresión y la objetividad, Hernández ha optado por esta última.

Esas formas que han barrido lo gestual se plantean a veces de forma depurada, otras indefinida, y su  visibilidad tampoco es siempre ni igual ni evidente; hay enigma y juegos de dualidades entre lo negativo y lo positivo, el color y el intento de no color.

Secundino Hernández. Sin título (S.H. 16.56), 2016
Secundino Hernández. Sin título (S.H. 16.56), 2016

 

 

Comentarios