Artdaily.com nos informa hoy de que la madre del ladrón de siete obras de arte en Kunsthal Rotterdam el año pasado (entre ellas piezas de Picasso, Matisse o Monet cuyo valor conjunto podría superar los 130 millones de dólares) ha decidido quemarlas, y los expertos analizan las cenizas de una estufa para comprobar si se trata de los restos de las obras de arte.
El ladrón, Radu Dogaru, de nacionalidad rumana, permanece en prisión junto a otras dos personas implicadas en el hurto. Antes de ser encarcelado, según la versión de su madre, ella enterró las pinturas en una casa abandonada y después en un cementerio de la aldea de Caracliu. Poco después, en febrero, la policía comenzó a buscar en su pueblo las obras robadas, y ella decidió desenterrarlas y quemarlas.
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