Pissarro y el nacimiento del arte moderno

Recorrer su trayectoria, desde mediados del siglo XIX a los primeros tres años del XX, es rastrear el nacimiento del arte contemporáneo en Francia, sin embargo, los manuales de Historia del arte sitúan a menudo a Camille Pissarro en un papel subsidiario.

Sesenta años después de que un museo suizo le dedicara una exposición relevante, Kunstmuseum Basel repasa su carrera, hasta el 23 de enero, poniendo el foco en sus relaciones con otros pintores contemporáneos como amigo y mentor: mantuvo estrechos contactos con autores de diversas generaciones, como Paul Cézanne, Claude Monet, Paul Gauguin, Edgar Degas y Mary Cassatt, y los sostenidos intercambios de ideas que entabló con ellos pueden considerarse catalizadores de los desarrollos seminales de su disciplina, la pintura, en época contemporánea.

Fue, seguramente, el único autor impresionista que cultivó la figura humana y el paisaje con semejante asiduidad y, en la década de 1880, cuando este movimiento encontró el favor de los coleccionistas y sus artífices adquirían creciente reconocimiento, decidió alinearse con una segunda revolución artística: sus contribuciones al neoimpresionismo probaron su voluntad creadora. Pissarro entendía su propia producción como un proceso de aprendizaje y entre sus temas predilectos se encuentran los caminos que se estrechan a lo largo de un paisaje. No podemos considerar sus trabajos como narrativos, porque no reproducen argumentos sino estados, y sus vistas no pueden calificarse como espectaculares o epatantes: parece que los motivos se le aparecían casualmente.

Interesado en aquel momento por el anarquismo, la medida en que su trabajo ha manifestado esas inquietudes ha sido a menudo objeto de estudio: sabemos que no deseaba que sus imágenes se interpretaran como visualizaciones de un programa político.

Para Kunstmuseum Basel, Pissarro es un autor de peculiar importancia: en su colección cuenta con ocho pinturas suyas y numerosos trabajos en papel, de hecho, Un coin de l’Hermitage, Pontoise (1878) fue la primera pintura impresionista en ingresar a la Öffentliche Kunstsammlung Basel, la colección de arte público de Basilea; fue adquirido en 1912 por iniciativa de varios artistas y aficionados al arte en la ciudad. Aquella decisión, que entonces algunos vieron con escepticismo, sentó las bases de la colección de arte de aquella corriente del propio Kunstmuseum.

"Camille Pissarro. The Studio of Modernism". Kunstmuseum Basel
“Camille Pissarro. The Studio of Modernism”. Kunstmuseum Basel

 

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