Mari Puri Herrero, lo atávico y lo eterno sobre papel

Arteko expone su obra reciente

Bilbao,
Mari Puri Herrero. Del color de los días. Galería Arteko
Mari Puri Herrero. Del color de los días. Galería Arteko

Meses después de recibir el Premio Gure Artea correspondiente a 2022, la artista bilbaína Mari Puri Herrero ha regresado a la Galería Arteko de San Sebastián para exponer su obra reciente, realizada en su mayor parte sobre papel. La atención al dibujo y al equilibrio compositivo centra estos últimos trabajos en mediano y gran formato, a los que se suma en esta presentación un conjunto de telas datadas en décadas pasadas, tres de ellas de grandes dimensiones: el tríptico Edimburgo (1991), Mazarredo (2009) y el díptico Ir y venir (2003); la primera es la pieza más temprana del conjunto.

Herrero es también grabadora y escultora, pero la pintura ha sido el centro de su trayectoria, la disciplina que considera atávica y que cree que no tendrá fin, y el dibujo, protagonista como decíamos de esta exhibición, es para ella la técnica más espontánea y cercana a la escritura, la que le permite trasladar de forma directa sus ideas al gesto, al papel; algunos de los que empleó, por cierto, fueron elaborados manualmente en India y ofrecen una enorme resistencia pese a su engañosa levedad. Tanto en estas piezas como en sus lienzos continúa volcando evocaciones de lo contemplado y de lo fantástico, luces y sombras, falsas apariencias y notas amenazantes: la huella del surrealismo está presente en estas obras, en las que lo real no se nos ofrece tal como nuestros ojos lo perciben y la figura humana, más que ausente, parece que se encuentra fundida en su entorno, latente.

La exhibición se completa con una gran escultura en bronce, pintada de azul y concebida como homenaje a los cocineros, y viene a subrayar su montaje la coherencia de Herrero a lo largo de su cerca de medio siglo de trayectoria, una continuidad con evolución que ha implicado la transición a la fugacidad de esas figuras humanas y una cada vez mayor primacía de la naturaleza; seguramente bajo la influencia del paisaje que rodea la localidad alavesa de Menagarai, donde reside la artista cuando no se encuentra en Madrid. Ha confesado Herrero la fuerte influencia en su obra de los lugares donde ha vivido, empezando por Bilbao y sus calles que casi siempre terminan en monte y por la sensación de misterio y de silencio que le suscita el campo vasco.

Inició su trayectoria esta autora en el taller de Ascensio Martiarena de San Sebastián y, cuando tenía 16 años, se trasladó a vivir a Madrid para recibir clases de dibujo y pintura en el Círculo de Bellas Artes y en el Museo del Prado; sería en aquella estancia en la capital cuando comenzó a hacer suyos los procedimientos del linóleo y el aguafuerte.

En 1966 recibió una beca de la Diputación vizcaína y del Gobierno de Holanda para cursar estudios en Ámsterdam; allí, en el Rijksmuseum, pudo conocer de primera mano la producción de Rembrandt, sobre todo sus grabados, que influirán en su propia obra temprana. Años después, entre 1969 y 1971, se instalaría en París, donde se adentró en una corriente de pintura figurativa que llevaría también a sus composiciones desde una mirada simbolista y posteriormente, tras su vuelta a Bilbao, emprendió una intensa actividad expositiva dentro y fuera de España. Muy popular en el contexto cultural vasco, creó en 1978 la figura de Marijaia, emblema de la Aste Nagusia, la Semana Grande.

La mayor parte de su producción corresponde a pinturas de pincelada suelta, las iniciales de raíz impresionista, y a grabados en distintas técnicas (aguafuerte, linóleo, xilografía…) en los que, como en los trabajos reunidos en Arteko, lo real y lo imaginado resultan difíciles de disociar; el suyo es el territorio de la fabulación y la poesía.

Mari Puri Herrero. Barco ardiendo
Mari Puri Herrero. Barco ardiendo
Mari Puri Herrero. Del color de los días. Galería Arteko
Mari Puri Herrero. Del color de los días. Galería Arteko
Mari Puri Herrero. Del color de los días. Galería Arteko
Mari Puri Herrero. Del color de los días. Galería Arteko

 

Mari Puri Herrero. “Del color de los días”

GALERÍA ARTEKO

c/ Iparraguirre, 4

San Sebastián

Del 10 de febrero al 5 de mayo de 2023

 

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